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A los 60 años murió en Buenos Aires Fabián Matus, el hijo de Mercedes Sosa y Oscar Matus. Su última aparición pública había sido en enero pasado, en el Festival de Folklore de Cosquín, en ocasión del homenaje de varios artistas (León Gieco, Julia Zenko, Liliana Herrero, Teresa Parodi, entre otros) en el año en que se cumplirá una década de la partida física de Mercedes. Se lo vio en el escenario algo desmejorado y visiblemente emocionado. Se sabía que arrastraba un problema de salud grave: un cáncer de pulmón derivado del cigarrillo.
Fabián era fruto de la relación entre Mercedes y Oscar Matus. Había nacido el 20 de diciembre de 1958, cinco años antes de que su padre y un grupo de notables, como Tito Francia y Armando Tejada Gómez, lanzara el Movimiento del Nuevo Cancionero, que aunque se metió en el boom del folklore lo proyectó más allá de sus fronteras musicales y de la imagen paisajística que por entonces –y mucho después- siguió teniendo el género. Mercedes fue la punta de lanza de esa movida.
La separación de Matus padre y Mercedes, tras ocho años de matrimonio, determinó un camino que encontró a Fabián siempre pegado a su madre, yendo con ella de acá para allá, adonde la llevara la música, los vientos de las dictadura o el fervor de la democracia.
El recuerdo vivo de La Negra
Hace unos años, Fabián convocó a Rodrigo Vila para filmar “Mercedes Sosa, la voz de Latinoamérica”, un film donde cuenta en off el camino personal y musical de su madre, con entrevistas a los hermanos de Mercedes, a músicos y a distintos referentes, desde una mirada sensible y rigurosa a la vez. La presentó en gran parte del país y la lanzó a gran parte del mercado de habla hispana, donde Mercedes es ama y señora.
Había presentado en 2016 el libro “La Mami”, escrito a cuatro manos con su prima, la periodista Maby Sosa, donde narran vida y obra de la gran cantora desde la mirada cariñosa e íntima de la familia.
Matus había fundado la radio La Negra en diciembre de 2009, desde donde se proyectaba lo de siempre: mantener viva la voz de quien tal vez sea la artista argentina más importante de todos los tiempos y no dejaba de pensar en la Fundación Mercedes Sosa, desde donde proyectaba actividades que mantuvieran vivo el recuerdo de su madre y de todo lo que representa en el imaginario popular del todo el continente. Pero tenía problemas económicos que había reconocido en una entrevista con el diario Clarín. "Vendí mi auto y tengo a la venta un departamento. El plan es achicarse para sostener la fundación Mercedes Sosa. No quiero cerrarla", dijo aquella vez, bastante compungido. Lo de Matus fue una tarea de memoria a tiempo completo y la ejerció con todo el cuerpo y el alma.
Como hizo él con su madre, sus hijos lo acompañaron siempre, lo mismo que hizo todo el arco artístico que lo visitó en su internación.
Tenía pensado homenajear a Mercedes cuando en octubre se cumplieran 10 años de su partida al silencio "con una gira-muestra por colegios primarios del país, para remarcar y reforzar proyectos de la importancia de la enseñanza del folclore", había explicado Fabián. Al hijo de Mercedes le quedó pendiente ese deseo, entre tantos otros, que ahora deberán llevar adelante sus hijos, como quien sigue el mandato ineludible de la sangre.