Lucho González y Carmina Cannavino

Talentos unidos, la música agradecida

Él es peruano, pero desde hace 30 años comparte con músicos argentinos alma y vida de la música rioplatense. Ella, nacida en Lima, vive desde hace 20 años en México, aunque su padre, un violinista argentino, le hizo amar la música de este país. Él, desde los 22 años, cuando allá por Latinoamérica daba vueltas de la mano de Chabuca Granda, viene siendo uno de los mejores guitarristas del mundo. Ella es actualmente una de las diez primeras solistas de México. Lucho González y Carmina Cannavino presentaron el viernes 25 y sábado 26 de noviembre en la Peña Grande del Colorado un espectáculo delicioso, simple pero a la vez grandioso gracias al talento de ambos. Como dijo el presentador, antes de la globalización, antes de todo, hay una música criolla y estos intérpretes se encargan de mantenerla vigente. Los artistas tienen un disco a dúo editado en el 2000, llamado “Encuentros y Despedidas”, y la ocasión fue propicia para recordarlo. El repertorio fue variadísimo: durante casi dos horas de espectáculo, con un intervalo de 15 minutos boleros, tangos, valsecitos peruanos y la canción latinoamericana estuvieron presentes. Así, entre anécdotas y bromas mutuas, fueron sucediendo entre otros, “Nuestro Secreto” (un vals peruano de José Escajadillo); “Canción del Pinar” de Jorge Fandermole -de quien Carmina se nombró admiradora-; “Encuentros y Despedidas” de Milton Nascimento; “El Último Café” de Cátulo Castillo y Atilio Stampone; “Fina Estampa”, “La Llorona”, “Zeño Manué” y “La Flor de la Canela” de Chabuca Granda; “Pregonera” de Alfredo de Ángelis y “Las Golondrinas” de Falú y Dávalos. Y hablando de trayectoria, es importante completar la información de los artistas: Lucho González comenzó su carrera a los 22 años, junto a Chabuca Granda. En Argentina y España participó de espectáculos junto a grandes de la canción popular como Mercedes Sosa, Ana Belén y Víctor Manuel, Milton Nacimiento y Joan Manuel Serrat, entre muchos otros. Formó el famoso trío Vitale-Baraj-González junto a esos dos músicos excepcionales y fue arreglador de la sección de cuerdas del disco "Unplugged", de Diego Torres, a quien actualmente acompaña en sus giras por Latinoamérica. Carmina Cannavino es una de las más importantes representantes peruanas del canto popular. En ella renace la canción latinoamericana, ya que trabaja por su rescate constantemente. Vive en México desde hace 20 años, y ha incursionado también en la música popular rioplatense, gracias a la influencia de su padre, un músico argentino casado con una peruana. Los artistas llevarán este espectáculo a distintas ciudades del país y en el mes de enero de presentarán en la Fiesta Nacional del Chancho Asado con Pelo que se realiza, como todos los años, en la localidad de San Andrés de Giles, provincia de Buenos Aires. Sobre el escenario, el dúo genera sonidos incomparables, dulces, melodiosos, entrañables a los oídos. Entre tanta guitarra eléctrica, la criolla de González se hace escuchar aún más fuerte y la voz de esa mujer, acompaña los acordes con incomparable precisión. Una oportunidad mas para disfrutar de la música de siempre, esa que esta ahí y que no se olvida gracias a grandes como González y Cannavino.