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Luego de anunciar la separación justo el año en que cumplen tres décadas de música a dúo, Cuti y Roberto Carabajal comunicaron planes independientes. Cada uno, dijo, se iba con la música a otra parte. “No tenemos noción de hasta dónde vamos a llegar con lo que estamos haciendo. Todavía tenemos ganas de cantar”, le dice ahora Roberto Carabajal a FolkloreCLUB en la antesala de la presentación que lo pondrá otra vez y como hace 30 años junto a su tío, el inoxidable Saúl “Cuti” Carabajal, el 22 de noviembre a las 21 en el Torquato Tasso de la Ciudad de Buenos Aires.
“Todavía tenemos ganas de cantar, de componer y de llevar nuestra música a todos lados del país y fuera del país también”, reafirma Roberto, como si subrayara la idea de mantener unido en el escenario el lazo de sangre y la correspondencia musical que tiene con Cuti; una especie de chispa surgida del choque entre dos filos.
En el verano y apenas se conoció la noticia de la separación, Cuti aclaró, pícaro: “Acá no hay cuestiones de plata ni de polleras”. Y es cierto. Algunos temas de salud y también de distancia le van poniendo el punto a un camino en el cual lograron encontrar un repertorio propio dentro de una familia que ha aportado himnos a la música nativa.
-En estos años han logrado encontrar un camino de canciones propias, separado de las que comparten con la familia en otras formaciones, poniéndole el oído a la tierra pero con una propuesta más romántica, ¿no?
-Roberto: Sí, eso es verdad. Encontramos canciones propias que no son las que cantan Peteco, Roxana ni Los Carabajal. Está el repertorio familiar y eso lo sabíamos pero lograrnos un repertorio de canciones de amor. En 1988 salimos con una formación que incluía teclados y saxo y eso nos permitió la posibilidad de poder ir en búsqueda de un repertorio de canciones más románticas sin olvidarnos de dónde venimos. Y en los últimos años la aparición de una nueva idea de composición le dio a nuestro dúo una apertura todavía más amplia de las canciones.
Cuti se pone poético cuando habla del retiro, como si se tratara del reposo de un guerrero que al cabo de las batallas se sabe herido. “Hay una casita en La Banda que me está esperando. Quiero volver al pago de una vez por todas y descansar, no andar tan rápido”. El accidente que sufrió en 2017 lo hizo reflexionar: Cuti se durmió y terminó chocando contra una columna. A partir de entonces empezó a pensar en la ida de volver a Santiago del Estero del cual partió alguna vez y al que volvía como podía, con las canciones o con el tren, para sentir el aroma recién regado del patio de tierra de su casa natal.
Ahora, la voz imperecedera de Roberto volverá a juntarse con la vena compositiva de Cuti. Y juntos serán otra vez esa marca registrada que sigue intacta 25 discos más tarde, varias giras mediante y 30 años después, como empezando a decir adiós a una formación que ya es un clásico de la música de la tierra nuestra.
Cuándo y dónde
Cuti y Roberto Carabajal, jueves 22 de noviembre a las 21 en el Centro Cultural Torquato Tasso, Defensa 1575, San Telmo. Informes y reservas: (011) 4307-6506.