La Pesada Santiagueña actuará el fin de semana en Buenos Aires. En tres encuentros presentará su trabajo más reciente, Raíces guardadas y algunos clásicos que no pierden vigencia. Martín Ábalos conversó con este medio y aseguró -entre otras cosas- que lograron un sonido propio, pero sin apartarse de la tradición.
La pesada santiagueña enarbola la chacarera desde 1997 y con su tercer disco bajo el brazo llega a Buenos Aires para encontrarse con su público, que seguramente a aquellos bailarines de entrecasa, dispuestos a acompañar cada canción.
El sexteto integrado por Santiago y Martín Ábalos , Gonzalo Lares, Iván Alarcón, Maxi Ledesma y Juancho Coronel desplegarán un tríptico de encuentros que comenzará el viernes 27 a las 21:30 Galpón B (Cochabamba 2536- CABA), seguirá el sábado 28 a las 22 en la Peña del Oeste (Rason 1123, Morón) y concluirá –“con locro y empanadas”- el domingo en el Patio Criollo La Margarita (solo con reservas al 156-203-1992). Antes de los convites, donde se vivirá la impronta cálida de los patios de tierra, Martín Ábalos dialogó con FolkloreCLUB.
Emprenden una gira breve pero intensa por Buenos Aires, ¿cómo se vienen preparando para los conciertos y cuáles son sus expectativas?
Sí, se vienen las presentaciones en Buenos Aires y la verdad que estamos felices de volver, hace dos años que no podíamos. Estamos tocando mucho por Santiago, el Norte, nos debíamos este regreso y con disco nuevo, así que estamos contentos. Paramos de tocar unos meses, después de la salida del disco, para ensayar, para pulir detalles y tenemos las mejores expectativas de mostrar "Raíces guardadas" en Buenos Aires y de reencontrarnos con tantos amigos queridos.
Además de reencontrarse con el público, compartirán el escenario con destacados colegas, ¿qué le aportará cada uno al sonido de LPS?
Es un lujo compartir la noche con Casiana Torres, Martín Castro, Hugo Pardo -quien va a ser el presentador- y nuestro comprovinciano Peque Coria, aportando su arte con la danza. Y puede haber alguna sorpresa más, que si se da, va a ser otro lujo. Pero compartir el escenario con grandes artistas y amigos queridos, es un honor para nosotros.
En ese sentido, ¿creen que la música en sí misma, debe compartirse... O cómo la definirían?
Totalmente, los músicos somos una gran familia, siempre estamos parando la oreja, escuchando lo que hacen los colegas, admirándolos también. Es enriquecedor, siempre, conocer las formas, los estilos, las maneras diferentes de tocar, de interpretar la música, la visión musical del otro, se aprende mucho y nos llena el alma, el corazón.
Presentarán su trabajo más reciente, Raíces guardadas, que conjuga a clásicos con nuevos compositores, ¿con qué criterio seleccionan el repertorio, cómo ven la actualidad de nuestro folklore?
Nosotros apostamos desde el primer disco a este último, a nuestros temas propios. Siempre quisimos desde los comienzos ser una propuesta autoral-compositiva. El 90% del repertorio son temas nuestros. Algunos, y otros en coautoría con grandes poetas santiagueños, como Felipe Corpos, Felipe Rojas, Pablo Raúl Trullenque. Hemos tenido la dicha de componer con estos Maestros y nos jugamos por esos temas. También dejamos un margen para los clásicos, que entre todos los integrantes de la banda vamos sugiriendo. Pero lo nuestro es mostrar nuestros propios temas.
¿Sus apellidos han determinado su vocación?
Nuestros Padres, Muni Santillán -cantora de la Cuidad de la Banda, Profesora de piano, de danzas, docente- y Alfredo Ábalos - cantor, docente, gran bombisto- nos transmitieron todo lo que sabemos. Pero además en nuestra casa paterna, siempre estaban los Maestros, Miguel Simón, Sixto Palavecino, Cacho Lobo, Orlando Geréz, Forttunato Juárez, Felipe Corpos, Pablo Raúl Trullenque, todos -los santiagueños y de otras provincias-. Y nosotros, desde la más tierna infancia, ya estuvimos entreverados con los Maestros, viendo cómo tocaban, escuchando sus nuevas composiciones, tocando un bombo, después animándonos a la guitarra. Pero todo fue de manera natural, nunca fuimos forzados o se nos fue impuesto. Y entre ellos nuestros padres, les debemos todo.
¿Creen que existe una santiagueñidad a la que pueden aportarle su impronta como grupo?
Creo que hemos logrado un sonido propio, un estilo y eso es muy difícil. Tenemos un sonido más crudo por ahí, con la distorsión de la guitarra eléctrica, la batería, el bajo, pero jamás perdemos la raíz, es imposible, porque nos hemos criado con la música tradicional. Y después le damos nuestra visión, nuestro sonido y armonías propias e instrumentos que no son los tradicionales, pero siempre con las raíces bien firmes y apostando a un repertorio nuevo y propio.