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“Es imposible ser Vitillo”. La frase de Juan Gigena Ábalos, guitarrista de Ciro y Los Persas y nieto de “Machingo” Ábalos, puede funcionar como una explicación de por qué es Víctor Manuel Ábalos el protagonista de “Ábalos, una historia de 5 hermanos”, el film dirigido por Josefina Zavalía Ábalos y Pablo Noé, que gira por estos días por diferentes provincias y se presentará oficialmente el 7 de junio.
La historia comenzó después de que a sus 88 años, Vitillo le contara a Juan que venía de hacer un triplete de actuaciones. El guitarrista pensó en que sea él quien protagonizara un documental para contar la historia de una de las familias musicales más importante de la música nuestra. “Vi que se iba perdiendo la marcha de Los Hermanos Ábalos”, explica Juan en el film. Ocho años después, el resultado es un testimonio sensible y puro de una familia imprescindible de la música nuestra.
La película, que tuvo su presentación en el 32do. Festival Internacional de Cine de Mar del Plata y ganó la estatuilla como mejor película de la sección Film Music del 21do. Festival de Cine de Punta del este, en Uruguay, se estrenará en las salas de Buenos Aires el 7 de junio, días después de cumplirse 10 años de la muerte de Adolfo Ábalos, el pianista que marcó a fuego a la música de raíz folklórica argentina.
Vitillo, pura energía
La relación de Vitillo con su sobrino nieto es la que moviliza la película. En ese encuentro generacional, que es como una chispa que surge del cruce entre dos filos, descansa el motor de la película.
El film tiene perlas: el cruce musical de Vitillo con Juanjo Domínguez, el abrazo con Luis Alberto Spinetta, la grabación con Jaime Torres, el vivo con Raly Barrionuevo y hasta los increíbles encuentros con Jimmy Rip y Roger Waters.
La voz en off de Juan lleva las riendas: revela curiosidades de las obras de Los Hermanos Ábalos y es él quien descubre el velo de un sabio como Vitillo, el hombre que sabe la simplicidad de lo complejo.
“Yo pertenezco no a la edad del calendario común sino a la edad de otro calendario: el de las ganas de hacer, de vivir, de alegrarlo al prójimo”, abre Vitillo el film que narra la vida y la obra de él y en él la de un grupo que tiene un record mundial: es el único constituido por cinco hermanos que duró 60 años de forma ininterrumpida.
A veces pícara, a veces tierna, la película recorre a Vitillo en cuerpo y alma y se mete en las venas de ese memorioso emblema de la música nativa para que sea él mismo quien desenvuelva la historia íntima de la llegada de su familia y en esa narración cuente también una gran parte de la llegada de la música nativa a la ciudad de Buenos Aires, cuando el tango todavía era amor y señor.
En 1939 viajaron a la gran ciudad y con previa autorización del padre empezaron a divulgar el arte folklórico argentino, cuando en Santiago del Estero vivían algo así como 25 mil personas. “Estuve en la casa de Buenos Aires tres días sin salir para que no me pise el tranvía”, cuenta Vitillo, risueño, de aquellos días en que los porteños no sabían qué era un bombo legüero.
La película no se priva de nada: tiene la nostalgia, las giras, las génesis de las canciones, el día que se cruzaron con un tal Louis Armstrong y el trompetista soltó los tonos de una chacarera en una trompeta y aquella vez que en Japón tocaron con un grupo de Liverpool: The Beatles. Todo contado con esa abrumadora sencillez de Vitillo.
Algunas grabaciones históricas –los cinco bailando en Cosquín, por caso- aparecen en justa proporción en una película estéticamente cuidada, bella en sus tomas, con una cámara que es intimista pero no invasiva y ante la cual los personajes se presentan de modo natural, sin sobreactuaciones ni imposturas.
Machingo, Adolfo, Roberto, Vitillo y Machaco se merecían una película que los narre, un modo de hacer justicia con cinco grandes de una familia que es una parte primordial del capital cultural argentino.
Más información
“Ábalos, una historia de 5 hermanos”, de Josefina Zavalía Ábalos y Pablo Noé. Guión de Josefina Zavalía Ábalos. Dirección musical Juan Gigena Ábalos. Director de Fotografía Nahuel Varela. Edición Adrián Bao Pablo Barboza Juan José Gómez / Sonido Victoria Franzan. Con la participación de Jaime Torres, Raly Barrionuevo, Jimmy Rip, Juanjo Domínguez, La Bomba de Tiempo, Roger Waters y Ciro y Los Persas, entre otros.
Duración: 84 minutos
Calificación: Muy buena