El sábado 24 de febrero, el barrio de Villa Celina en el partido de La Matanza -conurbano bonaerense- se engalanó con sus mejores emblemas: wiphalas, banderas de Bolivia y carteles por doquier que recitaban: Con Evo SÍ tenemos futuro. La actividad invitaba a todos, pero muy especialmente a los bolivianos y bolivianas residentes en el municipio matancero, a acompañar y apoyar la futura postulación del presidente del Estado Plurinacional de Bolivia Evo Morales Ayma en las próximas elecciones del hermano país.
Durante toda la tarde y parte de la noche pasaron por el escenario ubicado estratégicamente en la intersección de las calles Olavarría y F.D.Roosvelt, pleno centro comercial de Villa Celina, bandas y agrupaciones de sikuris con una misma intención, decir presentes en esta convocatoria que tuvo repercusión a nivel Latinoamericano. El cuadro se completaba con aromas, colores y sabores que hicieron de esa tarde una jornada de celebración: panes con chicharrón, parrillas humeantes con opciones varias, postres llamativos y alguna que otra bebida espirituosa para saciar la sed.
Una wiphala gigante ganaba el centro de atención en el medio de la calle; niños, adolescentes, familias, jóvenes militantes y gente de tercera edad se ubicaban a su alrededor, tomando con sus manos al menos un pedacito de ella, para sentirse parte de un mismo sentir. Necesitaban y deseaban, aún desde Argentina, apoyar a Evo. Cerquita de la wiphala, un fueguito -que duró todo el encuentro- y recipientes casi vacíos de agua y vino que habían servido más temprano como ofrendas a la pachamama.
Pasadas las siete de la tarde, llegó el momento más esperado: el músico jujeño Bruno Arias y parte de su banda subieron al escenario para coronar la noche a pura música, compromiso y emoción. Caporales, Huaynos y Tinkus, entre otros, sonaron en el repertorio que interpretó el artista de folklore, quien se mostró muy entusiasmado de participar de tan importante actividad para el pueblo boliviano.
“Con mucho respeto queremos homenajear a Bolivia, a ustedes”, dijo Bruno, antes de presentar a una pareja de fantásticos bailarines que deslumbraron con sus trajes típicos, haciendo bailar al público al ritmo de un tinku. Entre la gente, las palmas, los gritos de alegría y los pasos de baile improvisados se veían por doquier. El encuentro iba llegando a su fin, pero la sensación de festejo no acababa.
“Detrás de nosotros, estamos ustedes...nosotros somos ustedes”, recitó el músico, y el mensaje resonó en todo el barrio. Jallalla Evo Morales! Jallalla Bolivia! fueron las palabras finales del artista, emocionando así a todos los presentes, quienes seguramente retornaron a sus casas con la firme convicción de haber sido parte de una jornada histórica y con la felicidad de saber que existen músicos jóvenes como Bruno Arias, comprometidos a luchar a través de la música, el arte y la cultura, por un presente y futuro que incluya a todos.