El compositor y pianista entrerriano Carlos “Negro’’ Aguirre presentará desde mañana un ciclo de tres noches consecutivas en Café Vinilo. Allí recorrerá la diversidad de sus obras. Todo el fin de semana estará teñido por la importa de uno de los creadores más relevantes de la música actual: En los primeros encuentros, el viernes 23 y sábado 24 a las 21 hs, desplegará por segunda vez en público una de sus nuevas formaciones: Carlos Aguirre Quinteto, una agrupación junto a cuatro notables guitarristas conformada por Luis Medina (Santa Fe), Mauricio Laferrara(Entre Ríos), Sebastián Narváez (Mendoza), Andrés Pardo (Chile), más Carlos Aguirre en guitarrón, composiciones y arreglos. En tanto el domingo 25 de febrero, la propuesta será la de un solo set, donde transitará su repertorio desde la intimidad que supone el vínculo de piano y voz, más algunas canciones con guitarra. Antes de iniciar el tríptico, “El Negro” dialogó con FolkloreCLUB.
Llegarás a Café Vinilo en formato de quinteto y también en modo unipersonal ¿cómo se modifican las texturas o las propuestas al momento de pensar en dos paisajes sonoros tan diversos?
Cada instrumentación que elijo para trabajar es en sí misma una fuente de inspiración a la hora de concebir diferentes ropajes, tanto para las canciones que ya he grabado en los diversos discos, como para las composiciones que han surgido en este último tiempo. De esta manera aparecen los recursos que provienen del lenguaje específico de cada uno de los instrumentos. Llevo varios años de intimidad con la guitarra, a través del vínculo con queridos amigos guitarristas y mi propia experiencia con la misma. Es así que desde hace un tiempo quise profundizar esa relación y poder escribir para un grupo de guitarras. De esta manera es que surge este proyecto de quinteto, que evoca sonoridades muy folklóricas, por cierto, como es el caso de las guitarras de Zitarrosa o de Alfredo Ávalos con sus agrupaciones de guitarra. Por otra parte, el instrumento con el que más he trabajado, tanto en su repertorio académico como popular, es el piano. Al recorrer diferentes músicas con él, he tenido oportunidad de conocer variadas herramientas, así como abordajes que hacen compositores de distintos lugares del país y del planeta, y esos elementos son los que pongo en juego a la hora de escribir una versión para piano de alguna canción que me guste, o de mis propias composiciones.
¿Cuál es la riqueza que te brinda el hecho de hacer música con otros y cómo vivís la experiencia de estar solo en el escenario?
La posibilidad de tocar la música en grupo siempre es muy atractiva y muy enriquecedora. Las músicas crecen de ensayo a ensayo con los aportes que cada uno de los músicos va proponiendo conforme al paso de los días y a la escritura de los distintos arreglos. Por otra parte, cuando se trata del repertorio de piano solo, fue muy nutritivo asumir el desafío de resolver en un solo instrumento todo un discurso musical e intentar traducir diferentes ritmos de la música argentina y latinoamericana en el piano, ya que muchos de estas danzas no han nacido de la mano de este instrumento sino más bien de la guitarra y otras orquestaciones.
Tu quinteto está conformado por instrumentistas de Mendoza, Santa Fe, Chile y un comprovinciano ¿la procedencia de cada uno y su vinculación con sus paisajes y sus cotididianeidades, su historia personal influye de algún modo en el sonido que se genera en cada encuentro?
Lógicamente el bagaje que cada uno de los integrantes trae al seno del grupo influye, y en gran forma. Es una fuerte influencia para pensar los arreglos la impronta del sonido que cada uno tiene en su instrumento. Ese sonido es el que viene cargado de todas sus experiencias, de la escuela en la que se ha formado, de la cultura que vive cotidianamente y del guitarrismo propio de su lugar, a través de sus distintas escuelas populares: esas que se maman en ámbitos informales y espontáneos como las guitarreadas, en un bar o en una casa de familia. Eso hace que a la hora de escribir un arreglo, no esté pensando en una guitarra sino en cada uno de los guitarristas y su sonido, para otorgarle los roles donde más fluye cada uno.
La guitarra es uno de los instrumentos con más historia dentro de la música popular, tanto compositiva como poéticamente ¿esta formación entonces es un homenaje hacia ella, o simplemente fue casual la coincidencia entre los cinco?
Esta formación no es un hecho casual, es una intención muy profunda de querer ahondar en esas formaciones tradicionales; primero evocando un poco las maneras de los arreglos tradicionales del folklore argentino, y luego iniciando un camino de una forma propia de entender esa formación.
En 2017 presentaste "Calma" con tu trío y ecos más jazzísticos ¿qué te motiva a iniciar proyectos diversos -de a tres, de a cinco, individuales? ¿ continuarás con todos ellos en 2018 o te centrarás en alguno de forma particular?
El motivo que me lleva a abrir distintas líneas de trabajo en lo compositivo tiene que ver con un deseo de ampliar mi universo musical a través de las herramientas que propone cada música. Si bien el trío, por ejemplo, no es un Trío de Jazz, se acerca al concepto de la improvisación, y es lo que específicamente queremos trabajar en ese proyecto. En el caso de las guitarras, la profundización de lo folklórico; en el caso de solo piano, el trabajo de traducción de los ritmos de Latinoamérica y nuestro país a ese instrumento.
¿Qué podés adelantarnos sobre el repertorio de los conciertos en Vinilo?
En relación al repertorio podría decirte que tanto viernes como sábado, fechas que haremos con el quinteto, tendrán como eje la canción folklórica y hemos concebido nuevas versiones para diferentes canciones de los discos que he grabado con el grupo. En cuanto al domingo podría adelantarte que voy a tocar muchas de las versiones que he preparado para una gira que hice hace poco por Japón, en torno al cancionero popular litoraleño. He tomado allí compositores, no solo del litoral sino de distintas partes de nuestro país que han escrito sobre ritmos de dicha región.