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Micaela Vita, cantante del grupo de música latinoamericana, y Juan Saraco, guitarrista, nos cuentan la historia de "Cría", uno de los grandes discos del año, de una banda esencial en la nueva escena de la música popular.
Duratierra emerge de la Ciudad de Buenos Aires y se expande más allá de cualquier frontera. Con un primer trabajo (“Floralia”, 2009) deudor del cancionero latinoamericano, y un segundo (“Enobra”, 2013) donde asoma su potencial compositivo, el grupo liderado por la cantante Micaela Vita y el guitarrista Juan Saraco editó este año “Cría”, hermoso compendio musical lleno de colores, aromas y sonidos de diferentes partes del mundo, donde el joropo, chacarera, pop y tarantela están al servicio de la canción.
En diálogo con FolkloreCLUB, vemos cómo trabajan y construyeron su identidad.
¿Qué es exactamente Cría?
MV: Es un Manifiesto de nuestra identidad cultural y musical, que se refleja en la música que elegimos para expresarnos que es mucha y variada y también en lo que miramos y contamos en nuestras letras.
Quien escuche este disco se encontrará con música nueva, raíces latinoamericanas y flores de todo tipo y color. Cantamos lo que nos convoca y conmueve desde la cosa más chiquita que pasa dentro de nuestras casas a lo bello y asimismo triste y doloroso que sucede en la tierra y el tiempo que nos toca habitar.
JS: CRIA cuenta el mundo donde criamos a nuestros hijos y a nosotros mismos. En nuestro disco anterior "ENOBRA" buscábamos nuestra identidad y ahora contamos esa identidad, personal y colectiva a la vez, en canciones.
¿Sobre qué ejes estéticos y conceptuales gira Cría?
MV: Conceptualmente CRIA sobre ejes de memoria, lucha, amor y sobre todo sinceridad creativa: no enmarcarnos, dejar salir la música que nos gusta tocar.
Cuenta mucho más de lo que nos propusimos inicialmente y eso nos gusta, que el disco hable solo y quien quiera oír que oiga.
Estéticamente no podríamos definirnos: nuestra sinceridad creativa es la mezcla de muchos conceptos y estéticas distintas que finalmente arman una especie de imagen única, pero ésta resulta de una composición con muchas formas y colores: son muchos ríos que desembocan en un solo mar.
JS: CRIA tiene múltiples voces de distintos orígenes que se reflejan en canciones propias y otras
compartidas con compositores actuales como Fernando Basanta Finn, Diego Cortez y Camila Vaccaro (Chile). También hicieron un gran aporte musical Raly Barrionuevo, Nadia Larcher, Noelia Recalde, Joao, Pedro Teixeira, David Bedoya, Andrés Pérez Palmar y el grupo Merkén. Gracias a todos!.
Plasmamos una construcción colectiva y latinoamericana, otro de los ejes fundamentales de este disco.
¿Cómo fue el proceso de grabación del disco?
MV: Comenzó, en realidad, mucho antes de registrar sonidos en el estudio.
El trabajo de composición y pre-producción fue largo y fue quizás el momento más fértil del viaje, donde se definió el universo conceptual de CRÍA. Luego vino el "montaje": ensayo, maquetas y apropiarse de canciones.
El último paso fue encontrar intérpretes de la parte técnica para plasmar todo lo elaborado previamente.
JS: Por suerte, contamos en este disco con Tatu Estela, Federico Nicolao y Brian Iele al mando de la grabación, mezcla y masterización, que nos la hicieron muy fácil porque son grandes profesionales y personas.
¿Qué valores o herramientas tienen en cuenta al crear canciones o subirse al escenario?
MV: La emoción. Generarla es lo único que nos importa. Ese es el punto de partida para la música que hacemos y es a su vez lo que buscamos que la gente se lleve de nuestros conciertos y discos. Una emoción cargada de reflexión, lo que no significa que nuestros conciertos sean "serios". La gente en nuestros shows canta, baila, llora y se ríe con nosotros. Cuando todo eso sucede confirmamos que vamos por buen camino.