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El grupo que reversiona canciones que ya están instaladas en el inconsciente colectivo, otras de autores rosarinos que no están tan difundidos y obras propias, se encuentra en pleno procceso de fabricación de su segundo disco.
Hace bastante que ustedes vienen juntos a pesar de ser tan jóvenes...
Sí, en realidad la formación actual hace cinco años que estamos, pero algunos venimos desde hace mucho, por ejemplo, el baterista que arrancó con la formación inicial en el ’97, hace ya veinte años, él tenía ocho años cuando arrancó con la batería y yo entre en el 2003 con trece años, en ese momento era otra formación, si bien el nombre era el mismo, era otro estilo.
Desde el 2012 como que lo empezamos a tomar de una manera más profesional, los integrantes nuevos que se sumaron ya venían con sus carreras solistas, con otra experiencia, componen canciones y empezamos a trabajar a partir de ese año.
¿El nombre del grupo es por la canción de Peteco Carabajal?
Si en principio tuvo que ver con esa canción, y los que eligieron el nombre fueron los padres de los chicos que formaban el grupo, por ejemplo el padre del baterista, pero a medida que fuimos creciendo y se generó esta formación actual nos gusto mucho el nombre nos parecía que quedaba bien con la forma que tenemos de hacer las canciones, a la forma que tenemos de encarar el folclore y también porqué no de rescatar muchas cuestiones que tienen que ver con la cultura aborigen que nosotros respetamos mucho y creemos que hay mucho que aprender de esas cuestiones.
En relación al disco, ustedes tienen una canción que habla de la trata de personas.
Sí, Gritos de Piedad, fue una canción que nos trajo muchas sorpresas, es la canción que abre el disco y fue la primera canción que hicimos de nuestra autoría, es de Pablo Pascua, y la verdad que tuvo un vuelo propio, porque mucha gente la empezó a adoptar, sobre todos agrupaciones que tienen que ver con la trata de personas, por ahí nos enterábamos que la usaban para campañas, para actos y eso a nosotros nos enorgullece y nos compromete más aún con esa causa, tuvo mucha repercusión en internet y fue una gran sorpresa.
Y a su vez grabaron con Rubén Patagonia...
Si una chacarear que se llama ‘‘Yo no soy lo que soy’’, que el autor es Carlos Cabral y Rubén Patagonia tuvo la amabilidad de grabarnos un recitado en mapuche, para nosotros fue un tremendo honor tenerlo a Rubén que en la lucha por sus derechos es fundamental.
¿Y la tapa del disco cómo la diseñaron?
Eso fue un 20 de julio del 2013, el día del amigo, uno de los días más fríos de ese año, a las siete de la mañana estábamos parados en una esquina muy tradicional de Rosario que es Boulevard Oroño y Rioja, y a esa hora por el tema de la iluminación y de tránsito y la foto la sacó Eric Bovetti que es nuestro fotógrafo además de serlo también de Newell’s y desde un edificio sacaba las fotos para nosotros fue una síntesis de lo que es el Folklore Urbano, como se llama el disco, y la senda peatonal con nosotros ahí fue como sintetizar eso. No tiene nada que ver con la mítica tapa de Los Beatles, fue una casualidad que se dio sin querer, y la idea era representar el folclore urbano.
¿Cómo toman este ascenso de la banda?
Nosotros decimos que vamos paso a paso, hacemos las cosas de una manera muy tranquila, no nos desesperamos por aparecer y estar en muchos lados, creo que este año ha dado muchos frutos de una cosecha que viene desde hace mucho tiempo y nos sorprende el recibimiento en muchos festivales, desde Cosquín que ganamos como Espectáculo Callejero se nos abrieron muchas puertas, lo último fue Jesús María este año, que fuimos por primera vez y nos entregaron una mención de honor, y para nosotros fue inolvidable e inexplicable también porque era la primera vez que íbamos, a nosotros nos sirve como empujón para seguir, hay que trabajar mucho todavía, esto recién empieza y la clave de todo es no dejar de trabajar, ensayar y de dedicarle el mayor tiempo posible a todo esto.
¿Y cuanto tiempo les consume la banda? ¿Se dedican solo a esto?
No, cada uno tiene su fuente de trabajo que todavía mantiene, sí hoy lo que logramos con el grupo es poder invertir mucho con la plata que entra de la actuaciones o discos, pero todavía vivir de la música es muy difícil, y hay que seguir trabajando y es fundamental el apoyo de la familia sino sería imposible, pero de a poco se van logrando cosas nuevas, no somos tampoco los que estamos arriba del escenario sino tenemos gente que trabaja para nosotros, sonidistas, iluminadores, choferes, se hace difícil pero no imposible.
¿Cómo nació la combinación de estilos?
Si creo que somos como una especie de mezcla, Rosario tiene un folclore muy ligado al rock, ha dado artistas rockeros de los más grandes, pero también esos artistas han hecho anclaje en el folclore en algún momento, lo que fue la Trova Rosarina tuvo mucho que ver con el folclore Jorge Fandermole, Adrián Abonizio , Juan Carlos Baglietto, tenemos mucho que ver con el Tango con la música del Río de la Plata, entonces todo eso hace que uno se vaya nutriendo de otros géneros y aparte nosotros somos seis integrantes que venimos de un lugar musical distinto, algunos vienen del rock más purista y otros del folclore más purista y los que estamos en el medio que escuchamos de todo, y a la hora de hacer canciones todo eso se vuelca y sale lo que sale, no es algo pensado, mezclar el folclore con el rock, se dio naturalmente y eso a la gente le gusta, porque es espontáneo.
¿Cómo es tocar en la cuna de las chacareras?
La Salamanca es un festival imponente, nos quedamos sorprendidos por la enormidad del festival, por la profesionalidad también, es un festival donde en una noche podes tener artistas de cumbia, de rock, de pop y del folclore todos juntos y la gente se queda a verlos a todos, se ve una diversidad cultural, pero también estuvimos en Diamante, festival hermoso, donde el público nos ha adoptado, ya es el segundo año que estamos ahí en Jesús María, y estamos muy contentos por la gira de verano que tuvimos, fue impresionante.
¿Y tienen en mente un nuevo disco?
Sí desde el año pasado que estamos trabajando en el nuevo disco, la producción está a cargo de Bruno Orgaz, que es el pianista y director musical de Soledad. Tenemos muchas expectativas con ese disco, hay muchas canciones dando vuelta, y vamos a dedicarle todo el tiempo que podamos.
¿Las canciones van a ser todas de ustedes?
No todas las mayorías sí, Pablo Pascua compone mucho, también va a haber canciones de Jairo Soda que es nuestro guitarrista, pero también vamos a hacer algunas versiones de clásicos del folclore como ‘‘Cuando tenga la tierra’’ de Daniel Toro, que ya la estamos haciendo en algunos festivales, ‘‘Río de las penas’’ de Gustavo Santaolalla, y alguna otra también, pero la idea es darle prioridad a las canciones propias.
¿Qué se siente ver los progresos que tuvo este grupo?
Es de mucha satisfacción, mucha alegría y mucho compromiso y responsabilidad porque también uno está contento con lo que se ha logrado, hay que seguir trabajando, no hay que relajarse, porque siempre hay cosas nuevas para aprender y por darle al público, pero si uno mira para atrás y ve como han ido las cosas siente una gran satisfacción.
¿Ya los reconocen por las calles de Rosario?
Rosario es una ciudad medio particular muy arraigada a Buenos Aires, y cuando salimos en algún medio de allá, acá repercute mucho, pero todavía falta, igualmente el público que nos ha visto acá nos respeta mucho y cada vez que tenemos la oportunidad de tocar en Rosario es una alegría enorme, no tocamos tan seguido como nos gustaría, nos gustaría hacer muchas cosas más, que haya mucho más espacio en Rosario para mostrarnos, pero de a poco se va ir logrando.