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Notas
ENTREVISTA

Teresa Parodi presentará ‘’Todo lo que tengo’’ el próximo sábado en el ND Ateneo, un disco que tardó en nacer y que muestra su innegable compromiso con la música y la palabra.


12/09/2017

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RECORDAR


Decís que este disco tardó en salir a la luz ¿qué te motivó a elegir estas once canciones?
Primero, son nueve poemas musicalizados y dos canciones, con letras mías, que no soy poeta.  De los autores, la mayoría son grandes argentinos y dos latinoamericanos: Pablo Neruda de chile y el paraguayo Elvio Romero. Luego están María Elena Walsh, Armando Tejada Gómez, Juan Gelman, Julio Cortázar, Francisco Madariaga. Para mí era absolutamente necesario grabar este disco que soñé mucho tiempo en este momento, porque creo que el espacio de lo nacional, de la memoria, una manera de pensar el mundo que está en el lenguaje y el contenido de las canciones lo siento muy necesario hoy. Para reafirmarme en esa memoria, en ese contexto, de ese lenguaje manejado de esa manera por esos grandes poetas que atravesaron nuestra vida y que van a seguir atravesando a las nuevas generaciones. Yo siempre musicalicé poesía, pero en este disco –como en ningún otro- hay reunida tanta cantidad de poetas. Son nueve, de los cuales siete tienen música mía. Y dos, el de Neruda y el de Borges, con música de Víctor Heredia y de Pedro Aznar.


¿Cuál es el punto en común entre esos poemas?
El punto en común que tienen es la alta poesía de nuestro país y América. En cada uno de los poemas, lo más conmovedor ese el manejo extraordinario de esa herramienta imprescindible que es el lenguaje, porque funda: el lenguaje funda el pensamiento.  Escuchar o leer a Cortázar, Gelman o Neruda, a Borges, a María Elena, a Elvio Romero, a Madariaga, inmediatamente te provoca una emoción intensa y te enriquece la vida, te enriquece el lenguaje y te enriquece el pensamiento. Entonces, quizás ese sea el punto. También, un punto común es que son lecturas de las que yo más he frecuentado. Todos me han acompañado, sus libros, sus poemas estuvieron siempre a mano en las mesas de trabajo. 


A nivel temático aparecen personas que son desclasados o que luchan por ellos, como el Che Guevara, como Angelita, como el chaguanco, como el gaucho. Y también aparece el amor. Esas dos vertientes, muy fuertes dentro del disco ¿se pensaron anticipadamente o no?
Siempre voy a elegir que esas voces estén en mi trabajo, que esas voces marginadas, desclasadas, olvidadas, ignoradas –muchas y tantas veces-, vapuleadas estén en mis discos, en mi música, en mi corazón, en mi mirada. Yo elegí ese camino para hacer canciones y también para mis lecturas y también para mi preocupación: ese otro que queda al margen de todas las historias. No es casual la elección. No es casual que haya pensado deliberadamente en esos poemas para poner en este disco en particular.  No puedo sacar esas voces de mi trabajo, no hay manera. Y el amor, aparece en Gelman y en María Elena Walsh de tal manera dicho… el poema de Gelman es brevísimo , porque sobran las palabras. Más que eso ya no se puede decir del amor. Lo mismo que el de María Elena Walsh, que tiene una clara definición cuando dice “el único viaje es el amor”. Eso me parece que es para hablar de la pareja, pero ese concepto también se puede aplicar al amor al otro, a amor a la Patria, al amor a la memoria. 


Hablás de la memoria, aparecen los versos de Elvio Romero: “Sobre dos palos en cruz/toda la patria en el suelo. /Y encima, el viento”
El 16 de agosto se conmemora el día del niño en el Paraguay. La gente cree que es una fecha para vender regalos, pero no. Se recuerda esa fecha, precisamente en memoria de los niños que murieron en la guerra de la Triple Alianza defendiendo a su país. Soldaditos pequeños que lucharon contra los brasileros, los argentinos que estaban declarándole la guerra a su nación. Pequeños soldados que dieron la vida por su país, porque no había casi hombre ya, porque habían diezmado al ejercito paraguayo. Y estos niños lucharon y murieron defendiendo a su país. Hay escenas desgarradoras en los relatos históricos: esos niños se abrazaban a las piernas de los soldados brasileros y que no los mataran, pero ellos los degollaban.  Y la historia de esas mujeres que fueron a recoger los cadáveres eran madres, muchas estaban embarazadas y también eran asesinadas brutalmente. Ese Paraguay esté tremendamente escrito, vibrante y sonoro, en ese poema maravilloso. Maravilloso por lo estremecedor, por lo que está diciendo: “Sobre dos palos en cruz/toda la patria en el suelo. /Y encima, el viento”. Yo fui amiga de Elvio, tuve la suerte de conocerlo y de charlar mucho con él. Nunca le pregunté si estaba explícitamente escrito para la guerra del Paraguay. Pero lo asocio porque siento que estaquearon a su tierra en ese momento. Y me parece que eso es algo que no debemos olvidar y que no debería volver a pasar nunca más con un pueblo hermano, con un país hermano. Está asociado a muchas cosas que se pueden estar diciendo hoy de muchos países hermanos.


“Todo lo que tengo”, una de las canciones propias que incluís en el disco, es una especie de manifiesto…
Esa canción nació muy claramente cuando uno se reafirma en el oficio que eligió, en las herramientas que utilizó para comunicarse con otros y que desarrolló como un trabajo con la música y la palabra, que son dos lenguajes extraordinarios.  El lenguaje funda una manera de pensar, desde el leguaje uno manifiesta quién es, pero no yo: un pueblo. Estamos hablando de un pueblo, nuestro país, América entera. Y la música es el otro lenguaje que maneja el hombre. Cuáles son las mezclas que trae consigo y de dónde está viniendo ese canto.  Esas dos herramientas maravillosas, que son las que elegí para hacer mi trabajo son verdaderamente los dos materiales que forman mi canto, como dijo Violeta Parra, que pueden simbolizar las alegrías, las tristezas, las emociones, los sueños, los ideales, las esperanzas. Y, por supuesto, todo eso está resumido en las canciones que he escrito y en la música que he venido haciendo y que en este disco mi lugar en el mundo, mi lugar más mío: con la guitarra en el regazo, haciendo canciones.


¿Cómo imaginás que será el encuentro del próximo sábado, donde el público recibirá este disco tocado en vivo?
El encuentro con el público es lo mejor que nos puede pasar en este trabajo. Es cuando la canción verdaderamente tiene su sentido, primero y último, que es llegar al otro: la canción es un puente para emocionarse con ella, para vibrar con ella. El vivo siempre tiene esa magia increíble. El disco es una cosa y el vivo, que es un ida y vuelta extraordinario que en el disco no se da. Vos escuchás el disco y yo no sé qué te sucede. En el vivo yo sé lo que le sucede porque cada vez que le doy una canción, me contesta. Ese diálogo, esa conversación profunda es intransferible, no se puede explicar: uno da y recibe.  Es un momento muy poderoso y creo que la canción ahí termina de nacer. Espero muy ansiosa esto.  Por supuesto, no van a estar todos los artistas que me acompañaron porque es sábado y me alegra que muchos de mis colegas estén trabajando y por eso no me puedan acompañar. Eso es maravilloso. Algunos de ellos sí estarán y vamos a celebrar ese disco, y algunas otras canciones, con la gente que vaya.


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