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NOTA DE INTERÉS


22/08/2017

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RECORDAR


Parece una definición simple. Sin embargo, hablar de folklore entraña un conjunto amplio, a veces indefinido y siempre diverso de costumbres entre las cuales la música puede servir de síntesis, pero también incluye, por ejemplo, las comidas. En última instancia, hablar de folklore y elegir un día para celebrarlo nos conduce a la sencilla pregunta de por qué se festeja -aunque sin una celebración oficial- el día de ese acervo cultural de los pueblos manifestado de tantísimas formas.

Desde 1960 todos los 22 de agosto el mundo festeja, por una declaración de la Unesco, el Día Mundial del Folklore, en honor a la creación de esa palabra a cargo del arqueólogo inglés William John Thoms, quien la publicó en 1846 por primera vez en una revista. El londinense unió para siempre “folk” (gente, raza, pueblo), y “lore” (acervo, saber, ciencia), denominando al naciente saber popular que reaccionaba frente al intelectualismo de la época.

En Argentina, un país tan propenso a las importaciones, trajimos de afuera esa palabra, para unirla con un hecho y terminar en un festejo. El 22 de agosto celebramos aquí el Día del Folklore Argentino en honor al paleontólogo, arqueólogo e historiador entrerriano Juan Bautista Abrosetti, a quien se considera el padre de la ciencia folklórica por ser el primero en dedicarse a realizar estudios formales en esa materia.

Algunos lo reducen a lo musical pero la definición de folklore es vasta y admite el conjunto de costumbres y saberes, no considerados desde lo académico sino como parte de la identidad de un pueblo, ese que resume el saber en esa palabra. O mejor: "El conjunto de tradiciones, leyendas, creencias y costumbres de carácter popular, que definen la cultura de una determinada región".

 VIDA Y OBRA DE AMBROSETTI 
Juan Bautista Ambrosetti nació en Gualeguay, Entre Ríos. Fue paleontólogo, arqueólogo, historiador, iniciador en el país de la exploración arqueológica científica y lo dicho, el primero en realizar estudios del folklore nacional. Por eso fue llamado el "Padre de la Ciencia Folklórica", considerada a esta ciencia más allá de la música como por lo general queda asociada esta palabra.

En 1908 Ambrosetti se topó con una cultura hoy revalorizada -tal vez gracias a sus trabajos- pero entonces bastante vilipendiada: descubrió el Pucará de Tilcara, un espacio donde pudo recavar una gran cantidad de material arqueológico y antropológico. A partir de entonces su nombre se convirtió en una referencia que extendió con "Supersticiones y leyendas", un trabajo de Ambrosetti que constituye un valioso aporte para el conocimiento de la cultura calchaquí.

 EL EMBLEMA DEL FOLKLORE 
El Primer Congreso Internacional de Folklore se realizó en la ciudad de Buenos Aires en 1960. A dicho evento, presidido por el argentino Augusto Raúl Cortázar, asistieron representantes de 30 países que instauraron el 22 de agosto como Día del Folklore.

Los folkloristas argentinos, celebraron el primer congreso nacional en 1948, y eligieron como emblema un árbol porque el folklore está vinculado a las raíces nacionales y la tradición. Las ramas representan el pensamiento, el sentido, la imaginación y la creatividad artesanal. Las escasas hojas representan la juventud primaveral de la ciencia. Las palomas, la unión de lo material con lo espiritual en la amplitud del folklore. El tronco y las ramas están envueltas con una banda que dice: qué y cómo el pueblo piensa, siente, imagina y obra. Es decir, la forma en la cual el pueblo le da sentido a la palabra folklore.


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