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Notas
NOTA DE INTERÉS


Fotos: Mariano Longo

19/08/2017

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RECORDAR


Ni en la imaginación de Santiago Ayala hubiera habido lugar para pensar que el cuerpo de baile fundado por él hace 25 años para representar al país en gran parte del mundo no fuera previsto de  jabón en polvo para poder lavar la ropa con la que actúa. “Sufrimos una precarización laboral y artística”, había denunciado Hernán Nocioni, delegado del Ballet Folklórico Nacional (BFN), en la revista Balletín Dance.

Si bien la situación no los asombra, “se agravó en las últimas gestiones del Ministerio de Cultura de la Nación”, dijo Nocioni. Es que desde enero el cuerpo de baile no tiene director, tras la salida de Omar Fiordelmondo, pero además “faltan insumos (telas, cintas de tapete, jabón en polvo, herramientas para los técnicos). Tantas carencias comprometen críticamente el normal funcionamiento de la compañía”, dijeron sus integrantes a través de Hernán.

El contrato de Omar Fiordelmondo, el último director del ballet, terminó en diciembre de 2015. Se le prorrogó por un año pero ya el BFN no tenía a su subdirectora, Margarita Fernández, quien se había ido a dirigir la Compañía Nacional de Danza Contemporánea (CNDC).

En diciembre de 2016, el BFN quedó acéfalo y los asistentes tomaron la responsabilidad. Fue Alejandra Barboza hasta mayo, cuando se fue a dirigir el Ballet Folklórico de la provincia de Salta. Pero ya entonces el problema era grave: al no tener una autoridad no hay quien tome una decisión artística, no se puede gestionar, por ejemplo, una licencia. “Es crítico no tener una guía artística, no saber qué coreografía vamos a interpretar o quién tiene que bailar -remarca Nocioni a Balletín Dance-. Lo peor es ver que no existe una política cultural de fondo: qué se quiere hacer con el BFN, para qué está. Va más allá del derecho del trabajador de tener su sueldo y condiciones dignas de trabajo. Acá le están privando a la gente el derecho a la cultura. El folklore nos define como nación, nos da una identidad. Que nos priven de esto es privarnos de nuestra historia y nuestras raíces”, dice el delegado del ballet.

 SE BUSCA DIRECTOR 
Ocho meses después de la salida del director y tras varios cambios en el área de Recursos Humanos del Ministerio de Cultura de la Nación, se publicó en el Boletín Oficial la búsqueda de autoridades. Desde el 4 de agosto y hasta el 8 de septiembre está abierta la convocatoria para designar un director y un subdirector para la compañía de baile. “Es una convocatoria para la selección de un Proyecto de Trabajo para el Ballet Folklórico Nacional, que deberán implementar de manera conjunta quienes llevarán a cabo las funciones de Director/a y Subdirector/a”, especifica el llamado. Los proyectos de trabajo deben presentarse entre el 4 y el 8 de septiembre, de 11 a 16, personalmente en la calle Vera 745, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, o por vía postal, para quienes residan a más de 50 kilómetros o presenten certificado de discapacidad.

El llamado está dirigido a argentinos, naturalizados o por opción, mayores de edad con experiencia no inferior a 10 años en áreas afines, de los cuáles no menos de 3 años en la conducción de tareas de complejidad comparable: en producción artística, coordinación de grupos, gestión administrativa, tareas comparables en el ámbito de la administración pública. Para más información hay que escribir al correo electrónico: convocatoriabfn2017@gmail.com.

 PROYECTO DELEY PROVISIONAL 
Otro tema que los integrantes del ballet quieren poner sobre la mesa es la designación de un régimen jubilatorio especial. “Por nuestra actividad física de alto rendimiento, comparable a la de un jugador de fútbol o un tenista, nuestra vida útil ronda los 40/42 años. No es un límite preciso pero determina la necesidad de una evaluación psicofísica y artística para saber si la persona es apta para seguir integrando una compañía de este nivel. Lo que pedimos es que las mismas leyes que ya existen en algunas provincias (Córdoba y Buenos Aires) se extiendan a nivel nacional, para el BFN y la CNDC”, exige Nocioni. La Comisión de Cultura del Congreso Nacional tiene un proyecto de ley presentado por el propio ballet que de no tratarse a la brevedad puede perder estado parlamentario.

Se trata de 40 bailarines y 20 asistentes administrativos y técnicos que no suspenden funciones ni dejan de ensayar. Bailarines que asumen el compromiso de representar las danzas nuestras porque saben que desde el escenario se puede defender aquello de lo que tantos hablan sin saber qué es: la identidad, la cultura, el ser nacional.


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