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Ya había pasado la “heredad del grito” siempre necesario, siempre desde las entrañas por parte de Claudio Juárez, cuando el chofer encendió el motor del colectivo. Ya había hablado de ser “protagonistas de nuestra época”, Víctor Luesma; y se había debatido por los que miran sin ver, luego de la disertación de Diego Vázquez Comisarenco, en momentos en que no parece fácil ir más allá, cuando el vehículo comenzó la marcha.
Siempre volver a Cosquín es un alivio, para las mentes expectantes de aprendizajes y los cuerpos, de felicidad. De músicas, de abrazos intensos como los de Eduardo Fisicaro, que enfrentan al frío y al tiempo. Al saberse no solo, no uno, no “yo”, en cuanto a la mirada que se pierde en un futuro, que a priori nos da ganadores, por los que vienen a traer sus letras. Los no derrotados.
En la ruta, el trayecto se torna más ameno, cuando uno se escribe con el creador de “El Viaje”. Hernán Crespo, se pone en sintonía de sensaciones y de colores, cuando el cartel de que falta menos, aparece en el horizonte. El ganador del Gardel a mejor álbum de Chamamé, cuenta mientras habla de Roma, que se va a Europa. Alguien necesario, que apuesta por lo nuevo y la calidad… Los auriculares, reproducen a Gustavo Cerati, cantando, en Fuerza Natural “Viajo sin moverme (de aquí)”, y “Todo por delante /Todo está hablándome /Está cambiando el aire /Nunca me sentí tan bien”. Sin querer, todo esto es una pista, de lo que se verá en el Centro de Convenciones. Que así escrito, sin más, parece un lugar donde gente de traje, se aprietan las manos y hacen pactos con el diablo. Pero si es el de la Capital del Folklore, el pacto con la Salamanca de por medio, se tornará positivo.
EL FOLKLORE ES TODO
El sábado, Marcelo Simón dio inicio a la jornada. El “MAESTRO” -sí con mayúsculas-, nos guió por el camino de la experiencia, para pedirnos que estudiemos más, la dinámica de usos y costumbres de los pueblos”, para tener así “un gran auxiliar para conocer del folklore, en diversos aspectos de la sociedad”. Porque “el amor por Boca, Talleres, o Belgrano no suele cambiar, pero los hábitos y comportamientos humanos sí. En ellos está el folklore, que va cambiando porque es dinámico”. Como dijo alguna vez “el folklore es todo” y es vital saberlo, para así aprender a saber dónde vamos. Víctor Pintos, hizo hincapié en esta última cuestión; en lo importante de la esencia; en saber que en el “libro del folklore lo importante es el contenido, lo que dice, no lo que luce”. Y que debería armarse un capítulo más, porque hay que “reconsiderar que hay nuevas músicas folklóricas”. Menos mal que la nueva camada lo sabe.
Marcelo Jara, se detuvo un poco en su caminar, para hablar desde el “territorio de encuentros” que nos regala la música de raíz, en esta localidad. Responsabilidad social y un trabajo de producción son necesarias para que “enriquezcamos al género y que crezca”. ¿Cómo? Saliendo de los lugares comunes. Por eso las otras condiciones fueron “sensibilidad, compromiso y creatividad”. Estas tres, deberían ser obligatorias, ¿no?
Leo Suárez de TerraViva, se inclinó por el “Consumo cultural en tiempos de crisis” para asegurar que “la cultura no es solo vender paisajes o deportes”; Sergio Antoniazzi habló de gestoría cultural, para entender cómo se puede llevar a cabo de la mejor manera, lo que pidió Suárez, más precisamente desde los festivales. No solamente “actitud”, sino “aptitud”. Y Andrés Bolletta, llegó con su forma de ser, de hace unos 15 años, cuando en bicicleta iba a escuchar la LV2 y aprender, con la ñata frente al vidrio. La esencia, que se grafica en poner la pava, el no olvidarse de dónde venimos, para ponerle peperina a todo lo que nos abruma, en cuanto a información, el compartir y el “convertirnos en una marca personal”, fueron sus aportes para dejar una marca en el otro, y más si es el público.
COMPARTIENDO IDEAS
Hablar de la vida, un sábado a la noche debería ser una máxima en Cosquín. O lo es, sin haberse escrito. El vino es compartido, las copas chocan, las miradas encuentran otras. Existen ciertos vínculos muy fuertes, que emocionan.
Luego de eso, la Real no es solo una peña histórica, sino la música que allí se escucha. Cuando “la sangre se vuelve ritmo, lo llevas dentro de ti” como cantan los Agayudos, cuando suena su murguita. Un artista se rebela y dice: “No voy a cantar temas conocidos”. Mariano Luque, descarga un fusil de coplas, cuando “el silencio no es opción”. Menos cuando por ahí anda “la” Martha Chancalay y La Bruja Salguero, para que sin harina La Rioja se traslade a estas paredes, que tienen fotos de todos. Pero en ese momento, los tiene a ellos como una de las imágenes de la noche. Y después al Cuarteto Karé, que demuestran el instrumento valioso y poderoso que es la voz, presentando el disco “Cuando la lucha es el canto”. Y van uniendo con hilos de colores, diferentes artistas. Por allí, da vueltas el Dúo Huacke, cuyo padre les obliga a cantar temas de artistas reconocidos, pero no los trillados. Es decir, la lucha también es el estudio y la memoria. En la noche, “una canción posible” suena, se repite, se escucha, se milita, se compenetra. Porque se penetra en la piel, compartiendo las ideas…
Antes de que llegue el alba, una pareja se gana una bufanda coscoina, por sus 28 años de casados. Y el resto se casa con esta parte del mapa, que nos lleva a La Salamanca, donde la gente baila. Se deja llevar. Vuelve a aparecer el diablo del que hablamos. Del que siempre se habla. El locro es picante, como las charlas con los Andrada afuera. Ellos saben más de los que creen hacerlo. Y lo comparten, sin pedir nada a cambio.
LA DÉCADA INVERNAL
El domingo, Cosquín amaneció cuasi despidiéndose. El mate ahumado de Víctor fue detectado. No solamente en eso, se respira aires nuevos. Menos, cuando entienden la importancia de que acá el “Folklore es todo el año”. Las charlas comenzaron, anunciando una nueva señal para transmitir todo tipo de festivales, en una cobertura nacional y federal, por parte de Chito Guzmán y Horacio Banega.
En un Encuentro de Difusores, entendimos que somos parte del arte. Por eso Silvia Majul se encargó de contar, como es el arte de comunicar. Una tarea que es reconocida por Luque, empezada a llevar a cabo por Federico Rossi, que tiene en Eli Rodríguez, a una de las referentes en la provincia y a Brenda Digiano, que más tarde sería premiada. Al frente de grabadores y cámaras, Silvia contó la fórmula de su manera de hacerlo: persuadir. Así, mirando a la cara y sonriendo como lo hace.
Antes del final, Rony Vargas festejó con nosotros “5 décadas de folklore en la radio”. Mucha historia, pero también lugar para lo que viene, cuando fuera de micrófono, prometió empezar a difundir los artistas que no se escuchan tanto.
Al mediodía el sol parecía el de enero. No por las ganas de que llegue el Festival, sino por el calor y la cantidad de gente, en los tablones típicos de una fiesta. También por las palabras de Marina Cavalletti, quien canta, escribe y aconseja desde el amor, a fin de cuentas eso es lo único que perdura.
El festejo fue por los 10 años del Cosquín de Peñas y la asistencia perfecta de Ale Rodríguez, Oscar Fornero; los 25 años en la actividad de Héctor Mealla; la iniciativa de Jara y un reconocimiento especial a Marcelo Simón. Que debemos aprovechar, en palabras de Pedro Patzer, “porque todo el tiempo nos hablan de muerte y él cree que trabajar por la identidad y defenderla, es defender la vida. Defender las diferentes Argentinas que hay. Marcelo ama la vida y ese es el principio básico”. Volviendo de Cosquín, todos nos sentimos con la obligación de aplicar lo aprendido. Para que así, nos sintamos más vivos.