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De Rama en Rama conjuga en arreglos elementos identitarios de la música de raíz folklórica argentina y latinoamericana con sonoridades ajenas a la tradición, explotando al máximo la versatilidad de su formación reducida en búsqueda de un sonido propio.
En su primer disco, Andando nomás, proponen una mirada despojada y profunda, sobre obras de José Jesús y Severo Oyola, Juan Falú y Pepe Núñez, Gustavo Leguizamón, René y Miguel Condomí, Víctor Jara, Carlos “Negro” Aguirre, Juan Quintero, y Raul Carnota, entre otros. En este disco tienen además la colaboración de Facundo Guevara (percusión), Lilián Saba (piano), Matías González (bajo), Marcelo Chiodi (quena y sikus), Martín Beckerman (tambor chico), Pablo Trosman (ronroco) y Guillermo “El Cuervo” Silva (recitados).
-Algunas canciones de este disco son muy conocidas, y ustedes las ponen en otro lugar, las hacen distintas, pero sin cambiar su estructura. ¿Cómo preparan una canción?
Encaramos versiones desde una mirada distinta, jugando con el infinito de posibilidades que encierra una canción. En general buscamos como disparador algún concepto que le dé sentido al arreglo, puede ser algún juego rítmico, melodía, cruce de géneros o canciones o ganas de experimentar con algún instrumento o accesorio en particular. Nos gusta buscar climas, paisajes sonoros que renueven todo lo que la canción ya tiene para decir.
-Y además tienen grandes invitados especiales. ¿Por qué eligieron a cada uno?
Más allá de que sean artistas enormes y admiramos profundamente, priorizamos el aspecto humano. Son maestros, colegas y ante todo seres queridos. Es un disco con mucho cariño y nos pareció fundamental que fueran personas con las que disfrutemos y deseemos vivir la experiencia de grabación. Con todos ya compartimos escenario, los tuvimos como invitados en nuestros conciertos y teníamos ganas de que estén también acá.
-¿Antes de grabar el disco tenían una idea conceptual de lo que querían, o se armó a medida que llegaban canciones?
Hay repertorio que hacemos hace muchos años y otro más nuevo, los temas los armamos por separado según nos enamoramos de distintas canciones, sin pensar en un disco. Durante varios años De Rama en Rama fue un dúo, y hay bastante de esa primera etapa. Grabamos dos canciones en esa formación y cinco adaptaciones a trío de arreglos que ya hicimos como dúo. Lavanderas del río Chico, Morada copla de ausencia y el enganchado “La camorrita/Aquello” ya son temas que, más allá de tener invitados en el disco, fueron arreglados pensando en el trío. Asimismo, es un disco con dos propósitos: cerrar la etapa a dúo y repertorio que hacíamos, y presentar el trío ya consolidado mostrando lo que viene.
-¿Desde qué momento se empezaron a preocupar por sus raíces folklóricas?
Eso varía en cada uno, pero el grupo en sí nace de dos músicos jóvenes justamente iniciando su búsqueda en raíces folklóricas. Arrancamos los dos con 20 años y el compromiso con raíces nos estaba arrancando hacía poco, y se profundizó ya en el dúo. No conocíamos mucho, y el acercamiento al folklore fue desde un lugar totalmente exploratorio y en un punto lo es, pero ahora con mucho más conocimiento sobre el género. Si bien cada uno estudiaba por su cuenta (Agustín en la E.M.P.A. y Lucas, Conservatorio Manuel de Falla -donde después conoce a Aldana-) era en el dúo en donde más explorábamos raíces de nuestra música.
-El folklore fue fundamental en nuestra cultura del siglo pasado. ¿Creen que seguirá siéndolo en el XXI?
Es importante que lo sea. Hoy el acceso a músicas de todo el mundo y mercantilización vacía de la nuestra hacen que nuestro folklore quede un poco relegado. Uno no puede -ni debe- huirle a todas las músicas que nuestra generación tiene impregnada, y la música popular está en constante movimiento, pero no podemos perder esas raíces que nos dan identidad como pueblo, esa música que más allá de autores siempre es resultado colectivo. Cuando la globalización es forma de imponer una cultura por sobre todas las demás es cuando más tenemos que estar atentos a cuidar la nuestra. Por suerte hay muchos referentes que van a la vanguardia y jóvenes que queremos mantener esa bandera en alto, hay con qué.
EL DATO
Viernes 30 de junio – 21 hs
En Hasta Trilce - Maza 177 – CABA
Entrada: $150