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Eugenio Schraier traza paisajes sonoros con su guitarra y su voz en Rueca, una agrupación de raíz folklórica que se anima a mostrar lo propio y que en su EP juegan con las palabras de los títulos, habitan ”El entre lugar”, se cuelgan “De techo en techo” y guardan el perfume de un “Jazmín en flor” con melodías que remiten a las postales más hondas del Litoral y de Cuyo. Tal vez por su profundidad y su compromiso con la música y la palabra, mañana se sumarán a Las Raras Circunstancias, el Ciclo de Poesía que funciona en el Centro Cultural de la Cooperación, ubicado en Corrientes 1543. Allí, en la Sala Osvaldo Pugliese, se los oirá, armonizando en el encuentro entre verso y verso, a las 19 y con entrada libre y gratuita.
Antes de subir a escena, uno de sus fundadores dialogó con FolkloreCLUB, sobre la creación, las influencias y otras cuestiones.
¿Cómo y en qué contexto surgió Rueca, qué los motivó a reunirse?
En 2014 nos conocimos en un taller de ensamble que daba Luciano Dyzenchauz y después de un par de meses del trabajo ahí, de probar músicas propias y ver cómo funcionaba la cuestión grupal, decidimos seguir reuniéndonos aparte y darle forma al proyecto.
¿Cómo definirías la sonoridad del terceto?
Comenzamos como un cuarteto, con piano, guitarra, bajo, percusión y voz. Luego quedamos como trío -con esa formación grabamos el EP a mediados del año pasado- que devino en dúo de guitarra, percusión y voz. Y este año volvimos a armar el cuarteto, con otra pianista y con un cellista. Los únicos que quedamos desde siempre somos Sofi y yo. Pero más allá de los cambios, la búsqueda siempre fue la de encontrar sonoridades, armonías, climas que nos conmuevan a nosotros, siempre con la canción de autor como protagonista. A partir de ahí es que empezamos generalmente a trabajar.
Hacen música de raíz folklórica ¿qué influencias reconocen en esa impronta, donde parecen confluir el Negro Aguirre y Spinetta, entre otros?
Todo lo que escuchamos nos fue influenciando, no solo la de los grandes faros como el Flaco, Charly, el Cuchi Leguizamón o los de esta época como Juan Quintero, el Negro Aguirre o Edgardo Cardozo, sino también la música de amigos o algunas que no solemos oír ni tener presente pero seguro aparecen en nuestro sonido. Es más como algo dinámico la cuestión de qué nos influencia. Todo lo que nos pasa nos va influenciando.
El año pasado grabaron un EP con temas propios ¿cuáles son los desafíos de la composición propia en un formato no comercial o, digamos, por fuera del mainstream?
Que nos conmueva a nosotros y ponerle todo el laburo a que eso suene lo más parecido a lo que nos imaginamos. Desde ahí en adelante no tenemos ningún otro tipo de estrategia que presentárselo a la gente y esperar que les pase un poquito lo que a nosotros.
¿Cómo preparan la presentación de mañana en el centro de la cooperación, donde interactuarán con poetas? , ¿cuáles son sus próximas fechas o proyectos?
Siempre está bueno que se generen espacios donde confluyan el arte, la poesía y el arte en general. Así que muy contentos de formar parte de una movida así y en un lugar tan lindo como es el CCC.
Nosotros venimos desde hace un par de meses con Sofi Álvarez en percusión y voz, Amalia Escobar en piano, Pablo Peralta en cello y yo en la guitarra trabajando las canciones, así que estamos en una continua exploración de esa sonoridad y con ganas de tocar en vivo, porque eso le va dando nuevas perspectivas al laburo de los ensayos. Después de la fecha de mañana, a las 19, gratis y en la sala Pugliese, el 22 de julio tocaremos junto a Mora García Medici y Agathe Cipres en un lugar nuevo por Palermo que se llama Casailda.