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Notas
ENTREVISTA

La cantante presentará, junto a artistas invitados, su segundo disco en vivo el jueves 11 de mayo a las 21 en Hasta Trilce (Maza 177).


20/04/2017

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La cantante Nadia Szachniuk presenta su nuevo disco Luna Atrás. Junto a Alejandro Starosielski, guitarras y Bruno Moguilevsky, piano y sintetizadores.  Luna atrás reúne un conjunto de canciones propias y ajenas con un tema en común: la Noche. Canciones desveladas, nanas y arrullos, sugieren un universo sonoro onírico y enigmático para las noches de quienes cantan, oyen y contemplan tesoros de la sombra.
 
Arreglos transitan y revelan influencias que trae la artista de su experiencia en diferentes géneros y estilos musicales, académicos y populares. 
 
¿Cómo definirías tu postura poética en la música?
La vida está más cerca de ser una poesía que novela histórica cronológica. Sinrazones, metáforas, signos y significados múltiples, formas libres y estructuras ancestrales… La poesía contiene todos los significados posibles a la vez.
El lenguaje de todo lo que no conocemos se nos presenta en forma de poesía y dedicamos mucho tiempo en descifrar tesoros allí escondidos...
Siempre pienso que la música es muchas cosas pero sobre todo un misterio tan poderoso e inexplicable como la vida misma, y en ella encontramos la posibilidad de volver a ser ese misterio por instantes. Por otra parte tengo una preferencia natural por la literatura poética. Entonces cuando una poesía se sube a la alfombra mágica de la música vuela mucho más lejos. 
Se convierte en un acto poético. Con la libertad interpretativa que el acto poético permite.
Me interesa esa libertad en el abordaje de la música. Así, me apoyo en imágenes que me inspiran una música, y luego en textos de canciones, que cuando están bien escritos, se corresponden casi mágicamente, sin explicarse. Es por esto que la canción no caduca. 
Siempre cantaremos canciones. 
 
¿En qué tradición del folklore argentino te inscribirías?
Hay una frase de J. M. Solare que dice: “La tradición no es la veneración de cenizas, sino transmisión del fuego…”
Vivo una época globalizada donde influencias musicales son tan diversas que a veces no encontramos lugar en antiguos compartimentos de clasificación estilística donde ubicarnos. Lo importante no es dónde me inscribo, sino, si transmito el fuego con lo que hago. Ese fuego que lleva tanto tiempo encendido, paisajes recorridos y secretos! Es un fuego contundente que tiende puentes entre generaciones y construye identidad y memoria.  
Busco un lenguaje o decir propio, como todos, pero eso viene después de conocer mucho lo que hubo antes… Siempre vuelvo al folklore más antiguo de todas las culturas, soy una amante de cantos antiguos (mi anterior disco “Vidala” estuvo dedicado justamente a vidalas y cantos con caja del NOA), y creadores de nuestro folklore, así como movimientos artísticos que rompieron esas estructuras originarias pero pasan la antorcha encendida. 
Si puedo elegir… me inscribo donde estuvieran ellos.
 
¿Crees que hay un concepto de patria grande" en la música latinoamericana? 
Latinoamericanos tenemos gran parte de la historia compartida… eso nos hermana, aún con todas las diferencias culturales que encontremos. 
Creo que son más confluencias, si. Y la música latinoamericana, en su diversidad, contiene esa unidad (en idioma, poesías, polirritmias, etc).
 
¿Hay algo de lúdico en tu último disco?
Este disco nace de un trabajo de recopilación de canciones que describen diversamente ese tiempo/espacio que es La Noche. 
Aparecieron en ese camino canciones de cuna, nanas, canciones desveladas, que conquistaron y alumbraron mi propia noche. 
Este proceso de más de 15 años de búsqueda y selección es un juego en sí mismo. Todavía recibo cada tanto mensajes de personas que de pronto recuerdan la canción de cuna que sus abuelas entonaban, vaya a saber en qué idioma, y me las mandan grabadas por celular, llenas de emoción.
Luego, mis composiciones, y arreglos hechos con Bruno Moguilevsky y Alejandro Starosielsky en todo el disco, son el verdadero resultado de un proceso hermoso muy alegre y lúdico por cierto, que vivimos ensayo tras ensayo, apoyándonos en esa libertad interpretativa que nos aporta la mirada poética sobre “la noche”.
 
¿Venís de una familia musical?
“Soy de salta y hago falta…” jaja.
Vengo de una familia de cantores. No de oficio, pero todos con gran sensibilidad por la música y canto. Tenemos tradición coral, mis padres, mi hermana y yo, e incluso algunos tíos. Mi abuela es pianista. Y mi hermana es una maravillosa cantante y compositora con la que compartimos muchísimos momentos musicales capitales.
Pero además, vengo de una ciudad llena de cantores y músicos que admiro muchísimo y que también me inculcaron el amor por la música y folklore argentino.
Sin embargo, me llevó un buen tiempo descubrir que ser músico es un oficio y trabajo además de vocación.
 
¿Qué hay de cara al futuro y balance haces de tu trabajo?
Muy positivo, porque más allá de lo hecho hasta acá, el modo en que lo hice me reveló nuevas inquietudes y caminos posibles. Lenguajes que quiero conquistar, aprehender, desarrollar. Canciones que quiero cantar, revelar, descifrar.
Tengo muchas ideas y ensueños acerca del futuro, pero no tengo prisa… y éste disco aún tiene mucho por recorrer, porque en 15 años que me llevó cocinar el caldo, pasaron muchas ideas y personas que aportaron otras ideas, (en un momento escribí un guión y quiso ser espectáculo de títeres con música en vivo, entre otras cosas), y ahora que ya tenemos la música grabada, incursionamos en lo escénico. 
Así, en el concierto del lanzamiento del disco el 11 de Mayo de 2017, ofreceremos un espectáculo integral mediante el diseño del espacio y diálogo dinámico entre canciones, textos recitados e intervenciones teatrales.


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