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Notas
NOTA DE INTERÉS

Fotos: Diego Nucera

22/01/2017

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RECORDAR


Una nueva edición del Festival de Cosquín se inició anoche en una plaza colmada. Luego de la tradicional bendición del párroco de la localidad cordobesa, siguieron el Himno Nacional Argentino y aquel propio del evento que congrega a lo mejor de nuestra música popular.

En un encuentro plagado de magia, el puntapié inicial estuvo a cargo del consagrado Dino Saluzzi: “Señoras y señores, Campo Santo, cuna salteña de este enorme compositor que echó a rodar su sueño musical, como el agua de su río Mojotoro natal, viene a Cosquín. Hoy vuelve a este escenario para contarnos su mixtura de sonidos escondidos en su fuelle viajero, que coqueto despertará su vena latinoamericana y corpachará clásico, tango, jazz, moderno y la medida justa de improvisación.

Para ocupar este sitial único de instrumento principal que este creador de emociones adquirió como sello distintivo de su arte por el mundo. Buenas noches Dino Saluzzi, bienvenido a Cosquín. Es usted quien abre la puerta de la primera luna festivalera maestro”, presentó, emocionado, el locutor Claudio Juárez.

 LA MÚSICA SE HIZO BANDONEÓN 
Y en seguida comenzó la música con una mixtura entre la chacarera “La alejada”  y la zamba “Nostalgias santiagueñas”. Ambos clásicos reversionados con el estilo peculiar del compositor, fueron acompañados con las palmas y el baile de los presentes.

También desde Twitter, muchos opinaban en vivo durante la transmisión de la TV Pública “Dino Saluzzi excelente. Maestro admirado. El mejor comienzo de Cosquín”, escribió un usuario. Otro agregó más tarde “Saluzzi escribe la historia del folklore que viene”.

El artista no estuvo solo sobre el Atahualpa Yupanqui: desplegó la magia de sus sonidos junto a los músicos que completan  su notable quinteto: Felix Saluzzi (Clarinete y saxo), José María Saluzzi (Guitarra), Matías Saluzzi (Bajo) y Jorge Savelón (Batería) Casi literalmente, su familia sobre las tablas.

Tras los primeros 14 minutos de su actuación, Dino manifestó: “Gracias por acompañarnos. Quiero agradecer profundamente la oportunidad que me brindó este festival tan importante de hacernos responsables de la apertura, por la cual me siento muy feliz. También me siento muy feliz esta noche por tocar con estos excelentes músicos que son mi familia”, y presentó a sus compañeros.

La fusión y las mixturas instrumentales desembocaron, mediando la presentación, en un “Malambo” También se refirió a Mario Arnedo Gallo y Atahualpa Yupanqui y transitó “La arribeña” a modo de homenaje, además de diversas composiciones propias.

El salteño y su grupo brindaron un show memorable durante algo más de cuarenta minutos ante una plaza respetuosa y cálida.

  DECLARACIONES POLÉMICAS 
En un gesto inusual, los consagrados de Orellana Lucca cedieron la apertura a Dino Saluzzi, quien en una confusa entrevista no habría dado el visto bueno a los santiagueños.  La actuación del grupo  fue interrumpida para uno de esos clásicos y brevísimos reportajes tras bambalinas. Allí, el bandoneonista, algo ofuscado habría dicho, molesto por un sonido de cierta estridencia que eso no era folklore y que Argentina no era un buen país, por eso tenía la música que merecía.

Sus dichos, cuyo destinatario no fue del todo claro, fueron tomados por los seguidores del dueto santiagueño como una ofensa hacia su estilo y trayectoria. Sin embargo, consultado por este medio Manuel Orellana, aclaró que no harían declaraciones al respecto “no sabemos bien qué es lo que dijo y tampoco estamos seguros de que hayan sido comentarios hacia nosotros. Nos quedamos con el maravilloso trato que nos dio el festival anoche”,  explicó.

En medio del confuso episodio, la repercusión en las redes no se hizo esperar. Así, el músico tucumano Mario Cabrera, opinó en Facebook: “Sospecho que es una gran tontería decir que el folklore no ha evolucionado a partir de los espectáculos que se ven en los festivales, el folklore no es un producto de los músicos, no es el producto de los festivales, eso es una representación ‘cuasi simbólica´ de algo que crece y evoluciona con unos tiempos infinitamente distintos del corto lapso de la vida de un músico. Por mucho que le pese a cierto músico que mucho tiempo se ganó la vida haciendo la música que ahora juzga poco evolucionada y que innecesariamente muestra la hilacha criticando a quienes se ganan la vida de forma similar a él. Pasa que el progresismo lo ha hecho creer que es Mozart y ahí están las consecuencias, la música del pueblo que hace el pueblo está absolutamente lejos de las lucecitas, de las vanidades de los ganapanes y de las discusiones de alto chusmerio de peluqueria, y ahí va, lo más campante, evolucionando cuando y como se le cantan las pelotas, como hace cosas el pueblo en definitiva”, escribió.

Por su parte, el también músico, santafesino, oriundo de Las Parejas, Mario Sánchez, reflexionó en el Facebook oficial del grupo: “No entendí bien la crítica del señor Dino Saluzzi…habló de la involución de nuestro folklore, cuando Orellana- Lucca sonaba de fondo dijo esto es sonido del rock. Se lo notó molesto porque detrás del festival hay un gran comercio...¿qué espera de un festival? todo es dinero.  A estos muchachos les costó 20 años consagrarse y se merecen el respeto de cualquier colega. Otro detalle: la banda del señor Saluzzi tenía bajo eléctrico,  batería y saxo... nada más que eso quería decir”, concluyó.

Habrá que ver si Saluzzi aclara o no hacia quién iban dirigidas sus palabras. Lo cierto es que más allá del episodio que desató el malentendido,  tanto él como los santiagueños y los artistas presentes en la primera luna dejaron su huella en un festival que, con aciertos y errores, sigue siendo el más importante del país.


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