Con los mismos nervios y ganas de siempre

A casi un año de la bienvenida oficial de Álvaro Teruel en el Luna Park, Los Nocheros regresaron airosos a Capital Federal, en el marco de una larga gira nacional programada para presentar su último disco “Crónica”. Esta vez en el Gran Rex Álvaro dejó de ser el centro de atención y se amoldó perfectamente al grupo que acaba de cumplir 20 años de carrera. Con un repertorio y puesta en escena similar al que ofrecieron en el interior del país, los cuatro salteños brindaron lo mejor de cada uno.
 
Sobre la avenida Corrientes, con vista muy cercana al Obelisco, las revisterías vecinas al Gran Rex cambiaron su mercadería por fotos, pulseras, almanaques y remeras con el sello “Nochero”. La fiebre que provocan-puertas afuera del Teatro-Rubén Ehizaguirre, Mario, Kike y Álvaro Teruel (hijo de Mario), se prolongaba a lo largo de cuadras y cuadras usurpadas por un sequito de fans que aguardaba el inicio del show.
 
“Mamá, si no llegas rápido voy a entrar sola”, amenazaba por celular una adolescente desesperada por ocupar desde temprana hora su asiento. Más adelante un grupo de personas se ataba al cuerpo banderas correspondiente a su respectivo club de fans. Así, el ingreso se encontraba obstruido por una variedad de historias y por personas diversa en edades pero unidas por una misma razón: escuchar a Los Nocheros.
 
Tiempo después, la calle quedó vacía y el Teatro colmado. Las ansias de recibir a los artistas impacientaba al público, hasta que a las 22 los músicos de la banda inauguraron el escenario y el tema homónimo de la placa abrió el repertorio.
 
Mario dio la bienvenida y habló de las ganas renovadas que tiene el conjunto de seguir apostando en la canción nochera. “Nos sentimos como que estamos con un grupo nuevo. Este es el primer gran teatro de mi hermanito menor –refiriéndose a Álvaro- porque somos hijos del gordo Teruel”, bromeó con complicidad de las plateas.
 
Luego recorrieron casi la totalidad de las piezas que componen el nuevo trabajo “Crónica”, como “La Taba”, “Ya no vendrás”, “Quédate”, “Clarito siescuchao”, el primer corte “Sin principio ni final” y “Los hijos del sol”, donde Kike la anunció como “una canción para todos los argentinos que siguen creyendo que este país es lindo para vivir”. Y como es costumbre, no faltaron las melodías de los temas consagrados, entre los más coreados, “No saber de ti”, “Roja Boca”, “Chacarera del rancho”, “Entre la tierra y el cielo”, “Noche Amiga mía”, “La yapa” y “Las moras”.
 
Si bien hasta las palabras que usaron para comunicarse con su gente fueron iguales a las de actuaciones anteriores, y en rasgos generales también los temas por tratarse de la presentación de un disco, la novedad más sobresaliente fue el bloque que armaron al mejor estilo bombo y guitarra. De esos Nocheros que pocos conocieron, cuando en sus comienzos vestían traje de gaucho. Así recordaron a “Mírame”, “Angélica”, “La atardecida” y “Jamás”.
 
Cantaron puntualmente dos horas, lo que fue suficiente para reafirmar su vigencia en un público tan particular como lo es Buenos Aires. Las presentaciones continúan por el sur del país y en el verano les espera una ardua grilla festivalera que los anuncia como grupos centrales de Cosquín y Jesús María.