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La lluvia es casi infaltable en el verano norteño, pero a dos días de terminar el año el agua hizo una pausa, tal vez porque Los Huayra, hijos y orgullo de Salta decidieron cerrar el año jugando de locales en el Estadio Delmi.
Tres cuadras antes de llegar al lugar, decenas de autos buscaban estacionamiento. Puñados de transeúntes caminaban a paso parejo y tal vez interrumpían la marcha para comprar remeras estampadas con el logo del grupo o comer un choripán de entre los múltiples puestos que rodeaban la zona.
Al llegar a la boletería, el cartel que anunciaba “agotadas” anticipaba una noche inolvidable. El campo y las plateas repletas de fanáticos-no sólo de la zona sino de Mendoza, Buenos Aires y otras provincias- lo confirmaban.
A las 22:30 sonaron los acordes de “La luz de la ciudad”. El corte de difusión de su último material “Gira” se fundió con aquel de Peteco Carabajal y Roberto Ternán “Luz de amor”. Y luego “Hay que esperar” - desde “Código de barro”- completó un tríptico que fue festejado con cientos de celulares en alto para registrar el momento.
“¡Viva Salta!”, dijo Juan Fuentes, visiblemente emocionado y el público regó el estadio de aplausos. En seguida, el “Colo” tomó la posta: “Esta canción la queremos cantar con todos ustedes, ¿se animan?”, preguntó mientras despuntaba “Por tener tu amor” y los asistententes asentían.
Los vendedores ambulantes de gaseosa paseaban por el estadio y silenciaban cada tanto su pregón para disfrutar de instantes memorables, como aquel que desplegó de un puñado de zambas carperas y el homenaje del grupo al acervo de su tierra con “Zambita del musiquero”, “La Solís Pizzarro” y muchas otras.
“Queremos compartir con ustedes lo que sentimos al representar a los salteños en cada lugar donde tuvimos la suerte de estar”, dijo Juan Fuentes, portador de una voz inconfundible, distintiva de Los Huayra.
A continuación, con accesorios y diversos tipos de tambores, los músicos iniciaron un set percusivo al mejor estilo Stomp o La bomba de tiempo. Con una clave que anticipaba una particular versión apareció “Identidad” y explotó el espíritu propio de la chacarera en un momento único.
El concierto demostró la potencia del grupo con un sonido que conjugó lo acústico con lo eléctrico, la balada acompañada de manos surcando el aire desde el campo con el agite del pogo. Porque Los Huayra fusionan el folklore con el rock y otros ecos ligados a lo latino. Tal vez por esa apertura son celebrados con palmas y estribillos coreados en masa, tal vez por eso la postal de las madres bailando con sus niños pequeños se repitió a lo largo del encuentro.
Como es ley, en toda fiesta hay invitados: además del público debajo, Mauro Coletti y Sebastián López de Los Tekis subieron al escenario para sumarse en “Eterna claridad” y fueron la sorpresa de la noche. En seguida “Vida” y “Si pudieras” potenciaron la celebración en un recital donde la banda demostró el orgullo de su origen, al cerrar el año en el pago que los vio nacer.
Así, el Colo recalcó “Nunca se olviden que Los Huayra son de Salta, que somos y existimos gracias a ustedes que son nuestra familia”, explicó al tiempo que agradeció a los auspiciantes, los afectos y a "Los mulos", el equipo de técnicos que trabaja tras bambalinas en cada show. Además, hubo palabras de gratitud hacia Rafael Arcaute, el productor con el que fueron nominados el Grammy y que estaba presente en el estadio.
El sexteto integrado por Juan José Vasconcellos, Juan Fuentes, Sebastián Giménez, Luis Benavidez, Hernando Mónico y Álvaro Plaza se mostró consolidado no solamente desde lo musical sino a través de un despliegue audiovisual. Pantallas LED, lluvias de coloridos papeles y efectos de luces y humo remarcaron la intención las más de veinte canciones que sonaron en la reunión que se extendió por dos horas.
El Colo aseguró “Nunca vamos a olvidar esta noche” tal vez inspirado luego de entonar “La noche sin ti” que, por momentos fue cantada únicamente a capella por el público para conmoción de los músicos.
Prediciendo el carnaval “El diablo de Humahuaca” continuó con “Adiós”. Como cierre del recital, “La luz de la ciudad” se oyó nuevamente en versión completa junto a un video que retrató la experiencia de las giras del grupo por el país y más allá de las fronteras locales.
“Estamos muy agradecidos por todo el cariño que siempre ha llegado, por las redes, en los festivales, y encontrarnos en Salta es una alegría gigante” , describió el “Colo” varias canciones antes del final que llegó con “Fiesta” del catalán Joan Manuel Serrat.
Con ese clima, plano de emociones, el grupo cerró un año que fue bisagra en su carrera, con la expectativa de un 2017 que los verá llevar su salteñidad a cada rincón del país y del mundo donde la música los lleve.