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La Fiesta Nacional de la Salamanca, en La Banda, Santiago del Estero, tiene en su grilla de 2017 más de 70 artistas masculinos. Y apenas cinco mujeres. La Fiesta Nacional de La Chaya en La Rioja, con una impresionante programación, cuenta con sólo dos mujeres en el escenario. Jesús María tendrá más mujeres pero habrá tres lunas sin una sola presencia femenina.
“Esta es otra gran demostración de la ausencia de artistas femeninas en los festivales”, dijeron desde Mujer País, un proyecto destinado a difundir a las artistas femeninas del canto popular-tango, folklore y canción-, capacitar en la autogestión artística y ayudar a tomar conciencia sobre la ausencia de mujeres en los festivales de música popular argentina.
“Las comisiones deben entender que no somos unas ridículas que salimos a gritar por que sí. Queremos que comprendan esta realidad. No estamos en contra de las comisiones ni estamos enojadas con nadie ni en contra de nadie. En muy poco tiempo logramos poner el tema sobre la mesa, al recibir respuestas constantes en nuestro perfil de Facebook. Las mentes masculinas que tiene el poder no saben hoy qué responder cuando una les propone sumar mujeres en los festivales”.
NI UNA MÁS
Según el calculo de Mujer País la presencia femenina es del 7 por ciento:, estiman. Pero claro; están luchando contra años de una situación que a los ojos de la mayoría asoma como normal. “Muchas gente nunca se puso a pensar en la ausencia de las mujeres en los festivales. Y esa es nuestra tarea, que de a poco vayan tomando consciencia”, dice Anabella Zoch, referente de Mujer País, a FolkloreCLUB. “Más que una propuesta es una campaña social para conscientizar a los programadores de los festivales. Dos festivales le respondieron. La Salamanca y Cosquín, ambos con un lacónico “no”. “El primer pedido fue sumar una mujer por noche o una segunda opción; que una noche Mujer País pueda poner en el escenario un proyecto de 30 minutos donde puedan cantar muchas mujeres”, cuenta Zoch.
“Hay mucha gente que no se había dado cuenta de que en en los festivales no había mujeres. Está tan aceptado que parece normal. Pero tiene que haber una puerta que se abra en ese círculo vicioso más allá de la convocatoria. El espacio es parte de eso que necesita la propuesta de las mujeres para que puedan ir aprendiendo y puedan crecer, para, como quieren los festivales, ser convocantes. Si no nos ven actuar nunca nos van a conocer”, reflexiona Anabella.
“Tienen presupuesto los festivales. Son los únicos lugares donde la música popular puede ser pagada porque tienen un presupuesto nacional y provincial como ninguna otra manifestación artística”.
-¿Cómo toman los organizadores de los festivales esta propuesta?
-Más que las comisiones organizadoras nos concentramos en las respuestas de las personas que las integran que nos dicen, por ejemplo, “no hay mujeres que puedan soportar la energía de un festival”, lo cual no es cierto. Otra de las respuestas es que hagamos un festival aparte, como si fuésemos artistas que no pueden acceder a los escenarios en los que tocan y cantan los hombres. Otra respuesta que nos dieron es que no nos contratan a las mujeres porque no somos convocantes como los hombres, algo que sin el espacio que pretendemos tener y no nos dan es impensado lograr.
ADHESIONES
A Mujer País lo forman 200 mujeres, muchas de las cuales tienen una carrera artística hecha y apoyan esta iniciativa. Patricia Sosa por caso, que adhirió a la propuesta, lo mismo que Suna Rocha, Lidia Borda, Victoria Morán, Victoria Carreras, entre otras. “El año que viene vamos a hacer encuentros zonales y también queremos hacer un festival de mujeres pero llevarse la pelota del partido no es el caso. La idea es estar en los festivales, entrar a la cancha a jugar el partido”, dice Anabella.
La cantante Victoria Suárez también se unió a la cruzada. “Me sumo a esta gran idea de decir que somos muchas las artistas que no bajamos los brazos pero cada vez nos cuesta más estar en los festivales. Y que en el ambiente es muy fuerte la discriminación”, dijo a entrerriana. Zoch apoya esta visión. “A la mujeres nos da tres temas en los festivales. Me pasó a mí en un festival muy famoso. Me dieron 11 minutos de escenario y me dijeron: “Tenés 11 minutos, ya sabés lo que tenés que hacer”. Una canta en ese tiempo tan corto y si revienta el festival de aplausos tal vez se gana la posibilidad de tocar allí el año próximo”, dice desescantada.
La cuyana Mónica Abraham sumó su apoyo a la idea. “Observo que hay poquitas mujeres en los festivales y necesitamos más voces femeninas levantadas como bandera, que es como hacen las mujeres”, dijo para alentar a que se sumen artistas mujeres a las grillas festivaleras.
También opinó Isabel Noriega, manager relacionada con el folklore desde hace varias décadas. “El mercado laboral de la música tiene muchísimas mujeres talentosas dando vueltas. Pero pocas sobre el escenario. Tiene que ver con varios temas, uno de ellos es que los artistas convocantes muchas veces son para el público femenino y que los varones las acompañan. Por otro lado, tanto el tango como el folklore, tienen un componente muy fuerte del varón criollo hispano que aún menosprecia el rol femenino”, opina Noriega.
“Un cambio cultural para que las mujeres tengan la oportunidad de mostrarse en los escenarios sería que si o sí se las contraten en los festivales, tengan o no la convocatoria de público que requieren los organizadores. Basta mirar por televisión un festival donde se presenta una mujer cada 100 hombres más o menos, entre solistas y grupos”, dice Noriega. Para Anabella Zoch esta es una lucha con perfil de género; es empezar a desarmar años de patriarcado que han hecho de la mujer una figura decorativa a la que parece que sólo se le puede dedicar una canción o invitar a bailar. Nos queda la imagen de Mercedes Sosa como la única mujer argentina con nivel mundial. La Negra hizo el surco con su voz y su compromiso. Ahora les toca a las cantoras argentinas renacer de esa semilla de música popular.