Si hablamos musicalmente de Santiago del Estero y de folklore, es inevitable que se nos venga un apellido: Carabajal. Desde 1967 y desde su primer formación, han recorrido distintos nombres, muchos de los cuales han sido de renombre, como Carlos y Agustín Carabajal, primeramente, y Kuty y Peteco, después. Nos han llenado de canciones y su tan particular forma de hacer música, mezclando lo formal de los arreglos vocales con la fuerza tracción a tierra de la guitarra de Santiago.
No podemos tomar este concierto como si fuese cualquier otro, mas que presentar un material discográfico, lo que se esta haciendo en este ciclo; que se llama “Camino a los 50” y es recorrer la historia de lo que es , unos de los grupos mas influyentes de la historia del folklore.
El teatro lleno, las mesas empiezan a impacientarse, y las palmas características de cuando no se quiere esperar mas, le van poniendo condimento, pero no logran bajar la ansiedad.
En la voz de Julio Rodriguez Ledesma, se introduce al concierto, se contextualiza en lo que estábamos a punto de admirar, de la dimensión que tienen los artistas que íbamos a disfrutar.
Sentados en sus sillas Mario “Musha” Carabajal, Walter Carabajal, Blas Sansierra y Kali Carabajal, daban comienzo al recital, sin antes agradecer a todos quien de alguna manera habían acompañado, sostenido, empujado a este grupo de artistas, sin dejar de mencionar a Juan Alberto Badia y Omar Cerasuolo, que sin ningún lugar a dudas fueron de las personalidades mas importantes, que impulsaron su carrera artística.
Como para empezar a emocionarse, y volar hacia momentos de antaño, “Zamba del bohemio Guitarrero” hizo cantar a la sala entera, y hacer totalmente prometedor lo que se venia, esto recién empezaba y la audiencia, ya con esto, le bastaba para entrar en calor.
“Bajo la sombra de un árbol” , “Tremendo Silencio” y El Campo te esta Esperando” prosiguieron, estremeciendo el pecho de las personas, canciones que hacia mucho no se escuchaban arriba de un escenario, al igual que “La pucha con el hombre” y saliendo del camino del tradicional sonido Carabajal, escuchamos también de Litto Nebbia “Solo se trata de vivir”, incluido en un disco suyo, allá por los 90’.
Después de invitar al resto de la banda a compartir el escenario y siguiendo en la temática de recordar y rememorar momentos de su trayectoria, subió Oscar Evangelista, Bajo, que compartió formación con Oscar Testa en los 80 y que emocionado, comentaba como en la audición de aquella época donde empezó a ser parte de Los Carabajal, resaltó la humildad y sencillez de su compañeros, y como desde un principio lo hicieron parte, como si hubiese sido parte de aquel grupo desde sus comienzos.
En uno de esos momentos donde se eriza la piel, y uno no puede creer lo que esta viendo, fue donde nos vimos envueltos en el momento que se lo llamó al escenario a Mario Álvarez Quiroga para entonar “Romance de aquel hijo”; las emociones afloraron en todo el salón. “Anduvo Nomas” y “Tiene sentido la vida” terminaron de decorar este momento, en que podía apreciarse la estrecha relación de los músicos. Risas, bromas y anécdotas no faltaron para hacerlo mucho más íntimo y cálido.
Mario Álvarez Quiroga no fue el único invitado en esta noche, pronto se hicieron escuchar Néstor Garnica, hamacando su violín, en la tradicional “Chacarera del Violín” y el dúo Orellana Lucca, interpretando “Pampa de los Guanacos”.
De pronto había un sinfín de artistas sobre el escenario, y no nos daban las mano para aplaudir semejante conjunto de músicos, momento único de la noche, y quizás no volvamos a ver tantos grandes músicos juntos sobre el escenario en mucho tiempo.
Promesa de que puede pasar con otros artistas ya que para el próximo viernes 13 donde se espera la presentación dentro de este ciclo que se desarrolla todos los viernes de mayo en el Teatro del Viejo Mercado, de artistas como Horacio Banega y Antonio Tarrago Ros.
Prosiguiendo con el camino de este espectáculo, volviendo a la canciones que transitaron y que marcaron a mas de un espectador, en todos estos años, se interpreto también a “Buenos Aires Adiós”, “Aunque me duela el alma”, “Morena Esperanza” y terminando de reventar la noche con “Entre a mi pago sin Golpear” y “Puente Carretero” terminaron el show, teniendo que regresar de inmediato , ante un desesperado pedido de bis de la gente, a lo cual respondieron con un muy bien logrado “Las manos de mi madre”.
Fueron casi 2 horas de espectáculo, y les puedo asegurar que no se para de bailar, cantar, rememorar. Cada una de las canciones que se cantaron durante toda la noche, nos transportaron a momentos que uno identifica sentimentalmente con esas canciones, sensaciones que nos hacen viajar en el tiempo y al fin y al cabo, su historia a través de estas canciones, es la nuestra.