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Delicioso es escucharlos. Desde los primeros acordes uno se pierde y deja de ser uno. No sé que nos pasa cuando los escuchamos. La inmejorable dupla poética - musical de Jaime Dávalos y de Eduardo Falú, en versión de Liliana Herrero y Eduardo Falú, es definitivamente mágica. Es una síntesis artística que uno no puede definir con exactitud. Por un lado está lo tradicional del folklore. Por el otro una interpretación moderna, más allá de lo normal. Un hombre. Una mujer. Una guitarra. Una voz. Sus presentaciones en el teatro ND Ateneo fueron impecables. Todo por supuesto, contando a un público respetuoso, silencioso y altamente inteligente. ¿El mejor momento del espectáculo? Definitivamente fue cuando todos, todos, todos, cantaron a capella Tonada del Viejo Amor (obviamente, de Dávalos – Falú).
LILIANA CUENTA
Sentada cómodamente en un sillón, en el hall del Ateneo, mientras ingresaba el público de Mario Bofill al teatro, relajada y de muy buena onda, Liliana Herrero, accedió a dar una entrevista para FolkloreCLUB. Inteligentísima como siempre, culta como pocas, de mente y corazón abierto, hablaba: “después de haber grabado Leguizamón – Castilla, un día conversando, Juan me dice, la verdad es que podríamos seguir con esto de los dúos históricos, así, del folklore, y a él se le ocurrió Falú – Dávalos. Tal vez porque es un repertorio que quiere mucho, que conoce mucho, dado que a su tío, Eduardo Falú, lo ha escuchado desde muy niño. Y a mi me pareció muy interesante porque la verdad es una obra exquisita y en tres minutos que dura una canción más o menos, uno encuentra ahí todos los elementos que necesita tener una canción para ser llamada una obra de arte, ¿no?.
FolkloreCLUB: En las poesías de Jaime y de Eduardo, se esconde la magia, la tierra...
Liliana: en las poesías como en Castilla, Manuel José Castilla, Dávalos, se esconde el tema de la tierra, el tema del amor, el tema del trabajo también. Y el tema de la condición humana también. Porque por ejemplo la Vidala del nombrador, es una vidala donde la pregunta fundamental es por la misma existencia humana, digamos, así que es muy bello eso, ¿no? Anoche, cuando la cantamos, fue una ovación increíble ese tema porque mucha gente lo conoce, y es un viejo tema del dúo Falú – Dávalos.
FolkloreCLUB: ¿Usted piensa que es difícil hacer poesía en estos tiempos?
Liliana: Siempre fue difícil hacer poesías. Siempre fue difícil escribir poemas buenos. Después para escribir pavadas, cantar pavadas, eso se hace en cualquier momento, pero la verdad es que yo encuentro hoy poetas extraordinarios, como Coqui Ortiz, como Germán Correa, por ejemplo, del Chaco, así como encuentro que la poesía de Manuel Castilla, de Jaime Dávalos, de un Juan L. Ortiz eran poesías y textos poderosísimos. Siempre fue difícil hacer algo bien hecho, digamos. Y cantar bien y hacer una buena música, siempre fue difícil. No es fácil hacer esa, algo poderoso. No es fácil. Y siempre en una obra extensa como la de Falú – Dávalos, hay canciones más lindas que otras también y uno mismo ha grabado un montón de discos y yo te podría decir que me gustan dos o tres, o que un disco de catorce temas me gustan dos. O cinco. Qué sé yo. Uno busca. El arte es buscar, desvelarse en esa búsqueda y también ver que se encuentra. A veces se encuentra, cosas interesantes y a veces no tanto, ¿no?.
FolkloreCLUB: Liliana, ¿el arte la impacta de primera manera o le cuesta un tiempo?
Liliana: Mirá, en el caso de Juan Falú y yo, nosotros somos mucho más eficaces para decirlo así en términos más utilitarios, en el vivo que grabando. Y con el tiempo, el repertorio, se va poniendo cada vez mejor. Nosotros, después de tocar tres años y medio casi, Leguizamón – Castilla, te puedo decir que prácticamente es otro disco, es otra cosa. Completamente distinto a aquello que grabamos. Y te digo que anoche mismo hicimos versiones de Falú – Dávalos, que están... a mi me gustaban más porque estaban más abiertas, más descansadas, más relajadas, menos tocadas, tocadas con más emoción. En fin, los dos crecemos en vivo. No sé... se produce como una especie de complicidad lindísima entre los dos y de emoción por la música que nos contagia y si estamos en vena como estábamos anoche, ya habían versiones que estaban completamente distintas. Yo ya hubiera dicho... la verdad editemos esto. (Risas).
FolkloreCLUB: Uno siente tal vez, que lo que plasma es un disco es un momento histórico tal vez...
Liliana: Sí, por supuesto. El disco siempre hay que grabarlo, es importante, y eso. En el caso de este dúo, nosotros, se nos nota la felicidad que nos da el no estar grabando sino estar tocando, digamos, por puro amor a la poesía, a la música, y al placer. Por puro y eso se nos nota. Ojalá que, tal vez un disco no puede, difícilmente pueda registrar esa emoción, ¿no?
FolkloreCLUB: ¿En qué influyó en Usted, Villaguay, Entre Ríos, su ciudad natal y toda la zona del Litoral?
Liliana: En mucho. Pero esa ha sido una larga búsqueda en mi vida. Yo diría que recién ahora, en este momento de mi vida, estoy pudiendo pensar en serio la música del Litoral. Como verás, como siempre pasa en realidad, lo que uno lleva en sí mismo, que es la infancia y en mi caso, el Litoral, el agua, y todo eso, y la poesía de la Mesopotamia argentina, uno lo lleva siempre consigo pero no lo sabe, y hay un momento en que empieza a saberlo y empieza a pensar en serio, en un disco de el Litoral. Yo que he cantado mucho a Ramón Ayala, recién ahora puedo decir que lo empiezo a comprender.
FolkloreCLUB: ¿En qué sentido?
Liliana: En la magnitud de su obra. En la extraordinariez de su obra. ¿Viste? Esas son las canciones buenas, como Atahualpa, como el Cuchi o tantos otros, Ramón Navarro, Ayala, que requieren una maduración. Uno tiene igual que, cuando no están maduras, igual hacerlas. Igual hay que hacerlas, pero saber que con el tiempo igual, eso se asienta y adquiere otro vuelo...
FolkloreCLUB: Como hay cosas que pueden asentar como no.
Liliana: Pueden asentar como no. Yo siento que hay formas de la música o canciones que yo he hecho hace muchísimo tiempo atrás que me siguen gustando muchísimo, que ahora me gustan como las grabé, como las hice, y sé que ahora las haría de otra manera.
FolkloreCLUB: Últimamente, de lo que consume en cultura, ¿qué es lo que le influye?
Liliana: A mi me influyen mucho mis amigos músicos. Me influyen mucho. Me influye mucho Fito (Paéz), lo amo, lo adoro. Es un hermano para mi. Es una familia para mi. Siempre converso mucho y escuchamos mucha música juntos. Siento la presencia del Cuchi aunque ya no esté con nosotros, mucho, muy fuerte para mi. Es muy fuerte la presencia del Cuchi. Nunca lo olvidaré y siempre lo tendré presente. Siempre pienso en él, siento que él está muy cerca de mí. Converso mucho con Juan Falú, converso mucho con Diego Rolón que es el guitarrista con el que yo trabajo que es un excelente músico y compositor. Diego me acompaña mucho. Y después escucho, en la reflexión sobre lo que estoy haciendo. Y después con muchos músicos del interior, muchos músicos de todo el país. Yo que he andado desde Formosa hasta Ushuaia, te digo que lo que hay es muy importante y creo que nadie sabe, no hay la suficiente conciencia de lo que hay. Lo que hay es muy poderoso la verdad.
FolkloreCLUB: La cultura a nivel nacional, le debe el espacio al regionalismo entonces, a lo local de cada lugar...
Liliana: Bueno, si la industria cultural no está alerta a lo que ocurre en el país, no sólo en el interior, sino mismo acá en Buenos Aires, en sus formas menos publicitadas y menos difundidas, se lo pierde la industria cultural. Eso es lo que yo pienso. Y se pierden algo muy bello. La verdad es que se pierden algo muy bello.
FolkloreCLUB: ¿Le faltaría algo