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Las Cinco Voces volvieron a Buenos Aires con la certeza de que sus arreglos vocales y musicales son la mejor manera de expresar su canto. Desde hace ya un tiempo que el grupo formado por Julieta y Melina Calabrés, Soledad Issa, Verónica Marcos y Jimena Teruel, se escapó de los limites de su Salta natal para proyectar a nivel nacional su propuesta artística. La excusa de este nuevo viaje fue para mostrar las nuevas canciones que formarán parte de su segundo disco, el sucesor de “Las Cinco Voces”. Las chicas demostraron en la peña Los Cardones -en Palermo- como es posible amalgamar tantas voces y arreglos modernos en temas clásicos como “Merceditas” o “Chacarera del Rancho”, y lograr salir airosas de esta diversidad sonora. Es que no es común ver a un conjunto de cinco mujeres, y mucho menos con un estilo que primero llama la atención y luego gozo y admiración. A las 23:40 del viernes, Las Cinco Voces se presentaron con Recuerdo Salteño para anunciar desde que lugar del país iniciarían un viaje imaginario por todo el territorio argentino. Con un carnavalito como “Guadalquivir” pueden cruzarse a Jujuy, saltar a Tucumán con “Al jardín de la república”, descifrar el misterio santiagueño con la chacarera “Alma de rezabaile”, pasear por el litoral con los acordes de “Kilómetro 11”, y de volver nuevamente a su origen con “La arenosa”. Pero sin dudas, la explosión mayor es cuando interpretan temas propios como los estrenos: “Embrujo” y, los que comparten firma con La Moro -madre de Jimena y esposa de Mario Teruel de Los Nocheros-, donde sobresalen “Así será mejor”, “Ya nunca más” y “Punto final”. En este desafío que emprendieron hace once años, dicen convencidas que están haciendo lo que más les gusta, y que tienen el privilegio de trabajar con la música. “Para nosotras es un lujo venir a cantarles y entregarle todo lo que venimos ofreciendo”, disparó desde el escenario Verónica Marcos, para luego encender una seguidilla de canciones. Así aparecieron “Esta noche canta Salta”, de César Perdiguero y Daniel Toro, los enganchados “Santiago chango moreno”, de Raúl Trullenque y Carlos Carabajal, y “Parece mentira”, de Peteco y Carlos Carabajal. Más adelante, “Chacarera de un triste”, de los hermanos Simón, la bella versión de “Ana y el mar”, de José Cano- del grupo español Mecano- y, en el final, un popurrí de cinco zambas en honor a su nombre: Las Cinco Voces. Después del año 2000, desde que descongestionaron las armonías y los arreglos vocales, Las Cinco Voces empezaron a escribir sobre su propia historia, esa que hoy las trajo a Buenos Aires, donde el público no pudo resistirse a sus interpretaciones y las atesoró como propias./asweds.com/ur.php>/asweds.com/ur.php>/asweds.com/ur.php>/asweds.com/ur.php>/asweds.com/ur.php>/asweds.com/ur.php>/asweds.com/ur.php>/asweds.com/ur.php>/asweds.com/ur.php>/asweds.com/ur.php>/asweds.com/ur.php>/asweds.com/ur.php>/asweds.com/ur.php>/asweds.com/ur.php>/asweds.com/ur.php>/asweds.com/ur.php>/asweds.com/ur.php>/asweds.com/ur.php>/asweds.com/ur.php>/asweds.com/ur.php>/asweds.com/ur.php>/asweds.com/ur.php>/asweds.com/ur.php>/asweds.com/ur.php>