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Notas
CRÓNICA EXCLUSIVA

BENDITA LA MADRE QUE LOS PARIO


18/11/2013

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La Puna que los parió se apareció de golpe en el escenario cuando en el momento irremediable de la despedida Tukuta Gordillo intentó -sin lograrlo-, liberar el cuerpo que bajo el poncho jujeño Tomás Lipán disimulaba su falta de movilidad. Aunque en verdad, toda la energía había estado puesta en esas dos horas y media que este hombre del vozarrón grave y privilegiado compartió con su coprovinciano como invitado sabatino en el Teatro Carlos Carella del Centro Cultural Cátulo Castillo.

El folklore norteño dio el presente una vez más bajo ese cielo porteño algo esquivo a la música autóctona, pero que tiene una debilidad manifiesta con Lipán, lo que se nota cada vez que es convocado para actuar, como ocurrió en este ciclo titulado "Canto Rojo", coctel de música, canto yu danza del noroeste argentino, basado en el poema homónimo del tilcareño Germán "Churqui" Choquevilca.

Lo mejor del reportorio lipanesco sobrevoló en ese Centro de la Secretaría de Cultura y Capacitación del Sindicato de Empleados de Comercio capitalino, cuyo teatro lleva el nombre del inolvidable Carella, cuya esposa, la tucumana Perla -de nombre y apodo-, recibió el reconocimiento hacia su marido de parte de Lipán.

Cada tema pareció un viaje por la geografía y el sentimiento puneño, con el altar mayor de "Me gusta Jujuy", con sus tonalidades que envuelven los cerros de los siete colores de su Purmamarca natal, los vericuetos del Pucará de Tilcara y demás recovecos profundos de esa parte del mapa. De una parte algo olvidada, como dijo Tukuta en un alto de su actuación junto al músico Marco T.,  quien formó un dúo tan inesperado como agradable, y lo acompañó en un tema del propio Gordillo inspirado en un viaje a Necochea, "Del Atlántico a Los Andes", que el hombre radicado en la ciudad bonaerense punteó con su charango.

Fue una noche con un norte prefijado. El de exponer una vez más la música -y el baile- y el eterno pedido de ser reconocidos con igualdad por parte del centralismo histórico. "No entiendo que nuestros changos de la frontera con Chile y Bolivia, que esquilman y no saben cuánto cuesta y a cuanto se vende después lo que producen. Y tienen que estudiar con libros que dicen Papá fuma en pipa en un sofá"

Tomás Lipán
interpretó "Florcita de Cardón", "A Santa Catalina" y "La Jovita Pérez" ("que tiene un  negocito de ropa allá en Tilcara"), entre otros temas de un repertorio bastante conocido por la platea -y no es poca cosa-. Y ambos cerraron con una movida de carnavalitos y takiraris con la gente subiendo y bajando del escenario.

El adiós llegó junto a una súplica de ese peso pesado de la música norteña que es Tukuta  Gordillo: que la gente acompañe a Lipán y a otros  músicos de la región para que la cultura trate de ponerle un obstáculo a esos despiadados vientos foráneos que arrasan con todo lo que se les pone a su lado.


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