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Notas
CRÓNICA EXCLUSIVA

Cuando el presente se encuentra con el pasado.


28/09/2006

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RECORDAR


Córdoba, rescató en medio de mascaras y danzas, el ritual del ”gran día verdadero”. Organizado por el Instituto de Culturas Aborígenes, el pasado jueves 28 se realizó la celebración del Areté Guasú, conocida popularmente como la fiesta del carnaval. Las actividades en barrio Alberdi, seguían su habitual ritmo. Pero llegando a Enfermera Clermont, por avenida Colón, algo diferente se notaba. Frente al ICA, un puesto de ventas de artesanías, una wipala (bandera de los Pueblos Originarios), jóvenes y mayores agrupados, de diferentes formas, compartiendo unos mates. Directivos y docentes con apuro. Dos mesas con alimentos y bebidas típicas. Todo preparado para vivir algo especial. Y como estaba previsto, la celebración dio inicio pasada las 17:00 hs. Según nos cuenta Jerónima Martínez, descendiente guaraní y docente de la institución; “el ritual es el encuentro de las almas de los ancestros con sus descendientes, constituyéndose en un símbolo de interrelación entre el pasado y el presente”. Realizado en Córdoba, por esta institución y desde 2002, la celebración perteneciente a comunidades aborígenes guaraníes encuentra su origen en un mito. Donde le es concedido por tupa (dios) a agurá tupa (zorro dios), luego de dos rechazos a su pedido, celebrar fiestas con su pueblo. Esta sería durante tres días. De esta manera surge esta celebración. Jerónima relata descripciones de la fiesta y de lo que va sucediendo. Desde el instituto, salen a la calle, danzando en pareja y formando una fila, un grupo de personas. Algunos con mascaras, y otros sin ellas. Continúan danzando en ronda, respetando el ritmo de la música. Aquellos que utilizan mascaras , representan a las almas de nuestros ancestros, mientras que aquellos que no, representan las almas del presente. El público ha formado una ronda, continúan danzando. Cae el atardecer en la ciudad. Algunos se van acercando a ver que pasa, o tal vez a encontrarse con su pasado, o vivir algo que les pertenece. La danza continuaba, mientras era regulada, su intensidad, por la música; que determinaba el ambiente y el rumbo de la ceremonia. Hacen pausas para servirse de los alimentos y bebidas dispuestos por convite (familias que los esperan y convidan con bebidas y comidas) para poder así, seguir danzando. Luego ingresan, individualmente, personas con mascaras representando el chancho, el toro, el jaguá y finalmente el guerrero guaraní. El chancho, quien representa las manchas terrenales (todo aquellos a lo que estamos dispuestos, como la tentación, el daño, etc.) va danzando y ensucia con harina a todos los no disfrazados. Luego se hace presente el toro, atacando a las almas de los ancestros. Este, representa la conquista, a todo lo que proviene de afuera. Luego aparece el jaguá, que representa lo nuestro, lo que tiene el pueblo originario. Este, finalmente es derribado por el guerrero, que representa al hombre como invencible a todo, al hombre capaz por si mismo. Un representante pronuncia un discurso en guaraní original, en este caso lo realiza Jerónima. Al finalizar, todos se han sacado las mascaras y las destruyen, porque usándolas nuevamente, las almas representadas se enojarían. Algunos con asombro, otros intentando entrelazar el pasado con el presente y su importancia y seguramente, dándole valor a estos rituales. Así presenciaban el final de la ceremonia, que seguiría con la “fiesta del arete”, con música en vivo, danza y comidas típicas. “A la ceremonia que hemos representado, le hemos quitado algunos elementos que le aportó el cristianismo, quisimos mostrársela en su estado natural”, cuenta Jerónima Martínez, cuando anexa que en la actualidad se continúa realizando este ritual, sin dudas, manifestación de sincretismo. Luego, en comunicación telefónica con FolkloreCLUB nos cuenta, “esta celebración representa el reencuentro de los ancestros con los descendientes; del pasado con el presente. Decidimos hacerlo en esta fecha; se realiza en épocas de abundancia, de cosechas, de recolección de frutos, pero en el ICA lo institucionalizamos en septiembre”. Ella continúa hablándonos del Areté y nos dice, “tiene mucha relación con el carnaval criollo, se ha mezclado por la ubicación geográfica, porque el Areté Guasú es propio de las comunidades guaraníes del noroeste del país. Además, carnaval quiere decir mascara”. Finalizando la comunicación, con notable compromiso relata, “hace 5 años que realizamos el Areté en el ICA. Se creo para difundir la esencia. Desde el instituto, queremos hacer conocer las culturas, las cosmovisiones. Si uno no conoce, no puede saber si es bueno o malo, si sirve o no. Por eso es importante difundir esto, respetar y afirmarnos. Queremos mostrar nuestra identidad y poder brindar algo de nuestros valores”.


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