}
Una actualización musical e informativa para los difusores
No. Nada se le parecía a la sala de conferencias de Cosquín o de otro festival similar. Menos mal. En esta, los difusores mantuvieron una charla de ida y vuelta con los artistas y casi no dispararon a secas sus inquietudes hacia la propuesta que tenían al frente. En muy pocos casos se ensañaron con algún grupo en particular, pero se debía más que nada a no lograr descifrar la línea musical que intentaban explicar los músicos con palabras. Algo definitivamente imposible. Y justamente eso es lo que buscaba La Huella del Chasqui con esta actividad, darle la oportunidad a los medios del interior del país, principalmente pequeños, la oportunidad de actualizarse musicalmente, conocer nuevas propuestas o aquellos sonidos que no llegan a las provincias alejadas de Buenos Aires. Porque para muchos, algunos artistas eran totalmente desconocidos. Así fue que en el salón de conferencias “Marta Bruno”-inaugurado con ese nombre- la mayoría de los artistas que el sábado por la noche iban a mostrar sus canciones en vivo, en la peña, presentaron sus discos e historias a los difusores. El solista vocal Luis Gesualdi, de Victorica- La Pampa, rompió el hielo e inició la maratón de las conferencias de prensa. Seguido fue el turno de los tucumanos Taa Huayras, un dúo con más de diez años de formación que presentó su disco “La Llave”. “En este trabajo aparecen canciones propias como Me estás mirando o Sin querer, que se mezclan con clásicos del cancionero como Nostalgias tucumanas. Siempre tratamos de ser lo más respetuosos con nuestro repertorio y siempre estamos aprendiendo”, expresó Diego Molina, autor de los temas y voz del dúo. Más adelante tomaron el micrófono Las voces del Encuentro, de la provincia de Buenos Aires, y no sólo lo hicieron para dar detalles de su disco “Latidos”, sino que también cantaron para un reducido público. “Estamos emparentados con la parte romántica pero a la vez asumimos el compromiso de todos los artistas de las diferentes ramas culturales. Queremos hacer escuchar la voz de la gente de nuestro pueblo, por eso aparece el tema Soy mi pueblo, con un fuerte compromiso social”, aseguraron. Este trabajo compuesto por diez temas cuenta con invitados de la talla de Horacio Guarany y Sergio Galleguillo, del grupo Los Amigos. Esa misma tarde, el marplatense Alejandro Carrara tuvo la oportunidad de mostrar, entre la sorpresa de ver tantas caras conocidas, “Mariposas en el alma”, su cuarto material discográfico. Con once ritmos diferentes –cueca, bolero, chámame, zamba- en diecisiete canciones que le dan forma a la placa y composiciones propias, Carrara ya tiene la ilusión de empezar a grabar muy pronto un nuevo trabajo. Veinticuatro horas después, el “Pato” Viganoni, de Entre Ríos, demostró con sus palabras que el folklore dejó ya de ser sólo paisajístico. “Desde que grabamos el primer disco estamos muy relacionados con la parte social, más allá de tener temas de amor. Interpretamos canciones que hablan de los abuelos o de las madres especiales que tienen hijos con dificultades especiales. Decimos no a la discriminación”, sentenció. “Once de los catorce temas del disco son compuesto por mí. Mayormente las letras hablan de la vida del campo, del hombre trabajador”, cuenta Adrián Hernández, voz del grupo Coplaires, mientras toda la atención de los periodistas se centraba en él . Esas canciones a las que se refiere, pertenecen a la placa “Corazón de tierra”, que comparte junto a Gabriela Borda. El grupo se formó en el año 2003 y este año ya tuvo una sobresaliente participación en las peñas de Cosquín. También estuvo presente Omar Pérez, de Buenos Aires. Hacían apenas dos días que había sacado del laboratorio su nuevo trabajo, en donde plasmó “Zamba del ángel, un tema que le permitio en 2004 llegar a la final de Cosquín como Solista Vocal Masculino. “Este proyecto independiente lleva muchos años en materia de demos, que han quedado en un cajón. Pero tiene impregnado la ilusión de hacer el folklore que yo siento”, confesó en conferencia de prensa. Ya casi en el final, los santiagueños Raices pusieron sobre la mesa su segundo disco, donde empieza a vislumbrarse una mirada musical propia que trata de alejarse del sonido de Los Carabajal. “Somos musicalmente diferente a ellos pero no renegamos de lo que es mi familia. Hemos decidido desarraigarnos de nuestro propio inicio”, aclaró Jorge Barraza Carabajal, una de las cuatro voces del conjunto. Raices son parte de una joven renovación, junto a otros grupos, del abultado cancionero de Santiago. El último en llegar a la sala fue el riojano Emiliano Zerbini, el único artista que hizo público en conferencia que La Huella del Chasqui no le resultó indiferente porque significa reencontrarse cara a cara con las personas que se hacen cargo de difundir lo que los artistas ofrecen. Los dos trabajos editados por Zerbini son de producción independiente, tal vez por eso comparta con el “Pato” Viganoni la convicción de que a ellos le sirve que la gente baje de internet sus canciones. “Preferimos mostrar las canciones que vender un disco, posición que es diferente en otros artistas y no critico”, concluyó.