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El jueves 23 por la noche, la ya asentada banda se presentó nuevamente en Capital Federal ante su fiel público juvenil, y a la vez familiar. Se vivió una noche a pura fiesta, donde sonaron las canciones de Acá estamos, las de siempre, y también hubo lugar para la solidaridad.
Vestidos de negro y con el logo de la banda en las pantallas, los músicos comenzaron su recital en el teatro de Colegiales interpretando “Acá estamos”, tema instrumental que le da título a su último álbum de estudio. Después sonaron “Cambiar la piel”, “No somos nada” y "Color de tierra”.
Como si fuese la presentación oficial, Ezequiel Jusid (voz, guitarra acústica y guitarra eléctrica), Agustín Ronconi (voz, flauta traversa, quena, charango, violín y guitarra), Diego Fariza (batería y bombo leguero), Andrés Fariña (bajo eléctrico y coros) y Pedro Borgobello (clarinete, quena, guitarra y coros), cantaron cada uno de los temas de la nueva placa. Lógicamente, “Cruje”, “Piel”, “Condenada soledad” fueron de la partida.
Continuaron con “En un cristal”, “Este abrazo” y “Sensaciones”; durante ésa última, la pantalla detrás de los músicos mostró imágenes de lo que sucedía en vivo, junto con las del video clip oficial del tema. Para esa altura de la noche todos bailaban y hacían palmas al compás del ritmo.
“Hoy estamos festejando que hace un año Acá estamos salió a la calle”, dijeron antes de interpretar “Volver”, el corte difusión del CD; donde el eufórico público los acompañó coronando la primer parte del show, y Agustín Ronconi se lució con el violín.
Durante “El sueño del pibe” no faltaron imágenes de Maradona, tampoco las palmas y el pogo en el centro del teatro para vivir el momento más rockero de la noche. Después vinieron “Milito y amor”, “Pachamama” y “Saya del yuyo”; y los Arbolito anunciaron que durante todos los jueves de junio tocarán en el CAFF con invitados sorpresa.
Siguieron con “Europa”, “Chacarera de las cloacas” y “Amérika bonita”. Los músicos callan un instante sus instrumentos para contar sobre Victoria, una niña que debe viajar a China, y por la cual van a estar juntando tapitas el mes que viene en los recitales de la banda; “se juntan tapitas, con eso se junta plata y se viaja”, dijo Ezequiel y le dedicaron “La arveja esperanza”.
“(Nunca me acostumbraré) a esa señora buscando basura en la puerta de mi casa // (nunca me acostumbraré) a tu carita de hambre pidiéndome algo para comer”, dicen en “La costumbre”, mostrando una vez más que sus letras cuentan con un alto contenido social. Después llegan “Estudio de charango”, para la ovación total hacia Pedro en su solo de clarinete y “Sariri”, con el nuevo gran pogo de la noche.
Casi terminando la noche llegó el carnavalito “Baila, baila”, y allí no dudaron en manifestar lo que sentían “esto es una fiesta, cantamos todo el CD nuevo, y las canciones viejas también, por lo que se ve de acá ustedes también lo disfrutaron”, dijeron antes de hacer “Pibe de los astilleros”. Así se vivió una noche más de arbolito, con mucho rock, pero sin perder la raíz folkórica en sus temas, y esperando con ansias cada jueves de junio para verlos en el CAFF.