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Luego del show que dio en el Atahualpa Yupanqui, maravilloso (tal vez porque siente a su amigo que ronda por ahí), Jairo bajó a la Sala de Conferencias para hablar con los periodistas que lo aguardaban.
“El fervor por la canción del Ferroviario, es porque en mi repertorio es una de las canciones más fuertes. Es muy mía, porque crecí con ferrocarriles, ya que mi padre era uno de los que trabajaban allí. Es una canción de protesta por razones obvias. Ahora donde antes había un ferrocarril no había nada. Antes se viajaba mejor, y se respetaba a los trenes. Hay gente que considera a los países más avanzados o no por como tienen sus trenes. Nosotros los dejamos olvidados”, comentó con un dejo de nostalgia. Él que va a volver a Costa Rica, Francia y España, comentó mucho más sobre su show.
“Es una obviedad que cante Ave María porque la gente lo pide. Atahualpa me dijo una vez: ‘No le hagas caso a los que te digan que no la cantes, porque vos no podes castigar a la gente’”, comentó. Y siguiendo con su puesta habló de Leonardo Favio de quien cantó ‘Ella ya me olvidó’.
“Leonardo Favio era un hombre muy vital. Tenía una energía extraordinaria y la transmitía. Era muy generoso. Cuando canté para un acto de Alfonsín, yo llegué y no tenía guitarra. Y el que se había comprado una nueva, me la regaló. ‘Es tuya, no la devuelvas más, sos un traidor pero te quiero mucho’ me puso en el estuche. Así que arriba del escenario no hacía falta tanta presentación. Debíamos cantarle, y todo el mundo iba a saber de qué se trataba”, aclaró sobre su amigo. Nuestro amigo.
“Tengo varios proyectos en mente, no sé cuál hacer porque me gustan todos. Estoy por editar un libro. Entiendo a los escritores cuando dicen que lo más importante es cuando se termina y se entrega. Seguro tendrá un disco grabado de forma casera. Canciones intimistas que se relacionan con el libro. Y tengo tres proyectos de discos para este año, pero no puedo adelantar nada”, concluyó.
Se levantó con su sonrisa típica. Saludando a todos y dando apretones de manos, de esas que gustan. De los que miran a la cara cuando hablan. Al comenzar hablo del placer que le da hablar con la prensa. ¿El sabrá del placer que nos da a nosotros tratarlo y escucharlo?