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Luego de presentarse en la primera noche del Festival, Raly Barrionuevo dio una conferencia, a priori, diferente a la del año pasado. Más pensante y analizador de las cosas que decía. Contando historias de vida y dejando en claro que se tiene que vivir con intensidad, pero sin perder la calma.
Pasa y lo palmea a Peteco Carabajal que estaba dando una nota. Santiagueños que levantan cualquier lugar donde vayan. Como en la Sala, donde los aplausos anticipaban lo bueno de las palabras de quien está “rodando” con su último trabajo, porque es lo que necesita en este momento.
“La sensación en esta edición es que pasan los años y, sin ánimo de ponerme en lugares especiales, me siento ya parte del Festival. Me sentí muy cómodo y presentando casi todo un disco nuevo, con un público que escuchó con respeto. Eso antes era duro, cuando no te conocían y los desafíos eran fuertes. Ahora los desafíos cambian y ahora era presentar un disco nuevo. Da mucho orgullo y mucha fuerza. Y se disfruta desde la tranquilidad, de saber que todo es más sencillo que lo que pensaba antes”. Así comenzó Raly su conferencia, donde comentó que es lo que lo hace mantenerse y no perder la cabeza, por así decirlo.
“Vivo intensamente cada lugar o festival al que voy. Me formé en esos lugares. En San Antonio, por ejemplo difícilmente te pidan un autógrafo entonces me adecúo a eso. Son diferentes lugares y en todo lo hago intensamente. Cuando canto con La Mona también es así” aseguró.
Discos que son momentos
Profundo dijimos que fue en la Conferencia. Tanto, que nos abrió puertas de su intimidad, como la música. Van de la mano y los resultados también. Por eso comentó: “Radio AM tuvo una misión muy profunda en mí. Muy visceral en cuanto a historia musical y familiar, muchas veces duras. Presenciando escenas de dolor escuchaba la “Pulpera de Santa Lucía”. Necesité repasar y poner en un disco lo que me había quedado para cerrar una herida muy grande. Después si tuvo éxito o no es otra cosa.
Así se van dando los discos. Yo cuando hago un CD no pienso si va a ser muy exitoso o no, me respeto a mí en ese momento. Ahora no sé qué pasará. Quiero sorprenderme, no me gustan las estrategias.”
Lo mismo le pasó con su show, que va más allá de que haya tocado un rock, una cumbia, el se siente bien y lo hace. Se deja llevar y eso también es folklore…
Sin tapujos. Así habla Raly, luego de dar el último sorbo de un mate coscoíno. Escucha atento cada pregunta y a veces suspira, como para pensar hasta el último segundo que dirá. Eso pasó cuando le preguntaron por el Che Guevara, fuertemente presente en Raly y si este momento de América es lo que él hubiese soñado.
"Al Che lo tengo como referencia cuando comienzo a tambalear. Cuando no sé dónde voy a pisar, él hace que yo haga –valga la redundancia- pie. Después con respecto al presente no sé si es lo que soñó. Creo que soñaba por otras cosas. Sí hay cosas muy buenas como Evo Morales o “Pepe” Mujica, por sus austeridades y sus humildades. En el país nuestro cada vez tienen más plata los gobernantes” sentenció.
El final fue como el comienzo: una reflexión. Eso fue el resultado de Rodar. Porque allí pudo “reflejar un momento de mucha plenitud”. “Me permití hacer cosas más livianas, en el sentido de que son cosas más lindas, como cuando me fui de casa”, comenta y sonríe. Porque sabe que ese fue el momento cuando de veras empezó a andar por este camino.