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La artista María de los Ángeles “Chiqui” Ledesma actuará el domingo 9 de diciembre desde las 21 en la fiesta grande en el CAFF (Sánchez de Bustamante 764) que dará la banda María y Cosecha con motivo de cumplir 15 años de compromiso y militancia con la música y el folklore. En la charla, además, reivindica una concepción no anquilosada del folklore, al que supone “en constante cambio”.
María llega un poco tarde a la entrevista pactada a las 21:30 de un lunes de diciembre en un bar del centro porque ella, simplemente, es así: no detiene el paso ni un minuto. “Vengo a las corridas de un encuentro de coros en la Universidad de Lanús. Ahí ya fui varias veces a dar charlas sobre folklore. Y esto de compartir con las orquestas es un programa hermoso. Se trata del Programa Social de Orquestas y Bandas Infantiles y Juveniles que tiene como objetivo general contribuir a la integración sociocultural de los niños y jóvenes en situación de vulnerabilidad, mediante la formación de orquestas infantiles y juveniles orientadas a favorecer el desarrollo de las capacidades creativas y el acceso a los bienes culturales”, cuenta emocionada y agrega: “es la manera de darle una herramienta a chicos que tal vez nunca de otra manera tengan la oportunidad de encontrarse con este tipo de cultura. Es una excelente manera para que puedan salir de la desidia, abandono o estar haciendo nada”.
¿Qué te permite decir la música y qué tenés ganas de decir en este momento?
La música me permitió decir todo lo que quise decir siempre, a veces, por momentos, con un mensaje atravesado esperanzador del momento social y político que estamos viviendo. Y siempre me permite a mí y al grupo decir y cantar a nuestra Latinoamérica con un bello compromiso con la palabra. Así, logramos, una mixtura de sonidos que fuimos hallando en nuestras vidas, lo antiguo traído a estos días, y lo actual, interpretado como lo sentimos que también reflejaremos en este show que no sólo será un recorrido por el repertorio abordado en los tres discos grabados, también será un anticipo del nuevo material a editarse a principios de 2013 donde incluiremos temas de mucha música argentina, temas instrumentales de nuestra autoría y sobre todo, latinoamericana como Víctor Jara (El Cigarrito) o Chico Buarque. Disco a disco vamos incorporando más repertorio latinoamericano.
En el CAFF también tendremos invitados de lujo: Teresa Parodi, Lorena Astudillo, Laura Vallacco, Topo Encinar, Pedro Borgobello y Cuarteto de cuerdas integrado por Quique Condomí, Nayla Beltran, Luján Ricci y Claudia Sereni. Queríamos invitar a más amigos, pero dijimos “es una locura, son demasiados.” Otros serán invitados en otras fechas que hagamos. Algo similar nos sucede con la música a la hora de elegir un repertorio para incluir en un disco. La música de la identidad de un país, como la de todos los países, es inacabable, siempre hay nuevos repertorios. Está en constante cambio.
¿Podrías hacer un balance del año?
Fue muy positivo. Primero porque volvió a la ex ESMA el encuentro folklórico "Músicas de Provincia", que tuvo siete ediciones hasta que fue interrumpido, y volvió a realizarse en el Espacio Cultural Nuestros Hijos de la Asociación Madres de Plaza la Mayo (donde además trabajo).
Y segundo porque el Senado aprobó por unanimidad y convirtió en ley el proyecto de Ley de la Música que crea un instituto nacional para promocionar la actividad artística, alienta la difusión de música nacional en los medios de comunicación y crea un fondo de financiamiento. La política cultural que se está implementando es muy buena, como La Ley de Medios que hará que mucha gente que no se conoce tenga por fin alcance nacional.
En lo personal me gustó mucho hacer el ciclo que estuvo en cartel todo el año junto a Lucrecia Merico en el en el Salón El Aleph del Centro Cultural Recoleta (Junín 1930), acompañadas por las guitarras saavedrinas (Germán Layna, Hernán Pérez y Nacho Iruzubieta) donde homenajeamos a Gardel, ella en tango y yo en una selección de canciones criollas de su primera época como “Lejana tierra mía”, “Caminito soleado”, “Gajito de cedrón”, “Guitarra mía”, “El rosal”, “Claveles mendocinos” y “La violetera”. Ahí canté al Gardel criollo y compositor, al de las milongas, canciones, estilos, rancheras y cuecas... al que en sus versos hace tributo a su tierra, guitarra, paisaje, al paisano de su lugar y amor incondicional de su china amada. Creo que esta forma de elegir el repertorio tiene que ver con nuestras vivencias personales, y así funcionamos también un poco con María. Cada tema que se arma lleva como un ensamble y nosotros hacemos música de raíz folklórica siempre tratando de encontrar una letra que diga y cuente algo de manera hermosa, ya sea de un paisaje o una situación humana.
En este año ¡No podríamos estar más felices! Los que integramos María y Cosecha, Matías Furió en percusión y guitarra, Pablo Fraguela en piano, aerófonos y coros, Pedro Furió en guitarra y coros y Sebastián Calá en contrabajo, me parece, que creemos que el mejor balance es que pudimos sostenernos durante 15 años siempre con mucho crecimiento, tanto grupal, como individual. Cultivar una idea artística por tanto tiempo no es fácil. Ni una pareja dura tanto tiempo.