}
Los Kjarkas, legendario conjunto de folklore proveniente de Bolivia, acercó su música andina a nuestro país en una magnífica presentación llevada a cabo el pasado sábado 18 de agosto en el mítico Luna Park. En su visita a la Argentina compartieron con sus seguidores algunos temas nuevos que formarán parte de su próximo disco y recordaron los clásicos destacados de su trayectoria de más de cuatro décadas.
Cochabambinos de origen en su mayoría, estos músicos llevan como bandera sus costumbres, sus raíces, su tierra. En este espectáculo quedó demostrado ya que supieron aunar la música y las danzas típicas de la zona con cultura y tradiciones propias de sus pagos. Los más alegres ritmos como las sayas, los tinkus, huaynos, bailecitos y taquiraris fueron las principales melodías presentes que, junto con los chuntunquis y las cuecas, conformaron el repertorio del grupo.
En esta especial velada Elmer Hermosa, Gonzalo Hermosa, Gastón Guardia, Gonzalo Hermosa Camacho, Lin Angulo y Makoto Shishido contaron con la grata compañía de algunos de sus hijos y sobrinos que participaron con distintos instrumentos a lo largo de toda la noche.
Pasadas las 21.30 horas Los Kjarkas subieron al escenario para dar comienzo con “Munasquechay”. Minutos después el nombre de Ulises Hermosa, mentor de esta banda, se oyó para recordarlo y con el cálido aplauso del público sonó “Surimana”. Luego ofrecieron un chuntunqui llamado “Árbol de mi destino”.
Decenas de temas hicieron vibrar al gran marco de público que se acercó al Luna a disfrutar de esta gran oportunidad de ver a sus músicos y de dejar el desarraigo a un lado al menos por unas horas. La cultura andina se hizo presente. Las increíbles melodías, en las que se lucieron sus instrumentos de viento, los charangos y los bombos, acompañaron a los ilustrativos versos que otorgan un recorrido por los diversos paisajes que conforman el territorio boliviano.
La primera sorpresa de la noche fue la aparición de cuatro bailarines que representaron la danza de los tobas al compás de “El último amanecer” y bailaron el tinku “Tuna papita”. Con sus llamativos trajes con vivos colores entretuvieron al público que coreó seguidamente “Saya sensual”.
Gonzalo Hermosa compartió la noticia del nuevo material discográfico que se lanzará el próximo mes, y junto con la banda obsequiaron a su público algunos estrenos. “Tomas Soruco”, que trata de un personaje de Tarija, fue el primero y lo dedicaron a los tarijeños y a los sureños. Más tarde fue el turno de “A nadie”, un tema de Elmer que habla del verdadero amor. Y, para continuar con la temática, Gonzalo presentó “Cicatrices”, un tema de su autoría dedicado a todas aquellas personas que han sabido amar.
Felices por compartir esta presentación con sus hijos y sobrinos, Los Kjarkas les cedieron el mando a los Chila Jatun, grupo conformado por estos jóvenes músicos. Jonathan Hermosa, Branly Yañez, Huascar Hermosa y Mario Orellana acompañados por Gonzalo Hermosa Camacho (director del grupo) y Makoto Shishido, compartieron algunos temas. Sin dejar de lado la marcada influencia andina entonaron los temas melódicos “Amantes”, “Basta ya” y “Yana ñawi”. No todo el conjunto de Chila Jatun pudo estar presente esta noche.
Gonzalo expresó su felicidad por compartir escenario con sus hijos y sobrinos. Rememoró sus comienzos 40 años atrás remarcando lo que significa llevar este sueño en sus espaldas debajo de esos ponchos blancos que simbolizan los nevados de Los Andes. Seguidamente interpretaron “Canción para mi hija”.
Siguieron apareciendo los estrenos con la presentación de “Ángel y demonio”, canción compuesta por Elmer; y en conmemoración por los 200 años de Cochabamba y de las fiestas cochabambinas, crearon en conjunto “Cueca del bicentenario”.
“Es importante también cantarle a la tierra”, fueron las palabras que dieron paso a “Cuquiago Marka” que con su increíble música gracias a la fuerza de los dos bombos, la batería, los instrumentos de viento y los punteos de guitarras hicieron bailar a los espectadores desde sus lugares. También se dieron el gusto de corear a capella “La pícara”.
Cerca del final del espectáculo Elmer tomó el control de la voz principal y, junto con los gritos, silbidos y palmas del público cantaron “Fría”, “Al final”, y para los cruceños entonaron “Mi Santa Cruz”.
Los sikus, las quenas, los charangos y los bombos principalmente crearon la melodía para brindar un hermoso tinku que despertó aún más la euforia de los presentes; y, de inmediato un mix de sayas anunció el cierre de la velada. Los bailarines, con brillantes y alegres trajes azules y blancos con grandes cascabeles en sus calzados, danzaron al compás de “Saya Cochabamba”, “Llorando se fue”, en la que el público no paró de cantar y bailar también; y “Jilguero Flores”. Los integrantes de Los Kjarkas tomaron las banderas de Bolivia y globos con los colores de su país que les regaló su público y se despidieron hasta el próximo año.
Todos los presentes se pusieron de pie para ovacionar a Los Kjarkas y a Chila Jatun, quienes se acercaron al pie del escenario para culminar esta gran fiesta que se vivió en el Luna Park con “Wayayay”.