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Teresa Parodi y Ana Prada obsequiaron un emotivo espectáculo el pasado sábado 4 de agosto con la presentación de “Cosido a mano y a medida” en el teatro N//D Ateneo. En esta cálida velada las cantautoras se dieron el gusto de compartir aquellos temas que han compuesto en conjunto y, además, cada una tuvo el espacio para interpretar sus propias canciones.
Minutos antes de las 21.30 horas subieron al escenario los músicos Jorge Giuliano, en guitarra; Chacho Ruiz Guiñazú, en batería y percusión; Ariel Polenta, en teclado; Fernando Correa, en acordeón y Lucas Homer, en bajo eléctrico. Con sus instrumentos dieron paso a una suave melodía y, con una fuerte ovación, fueron recibidas Teresa y Ana que, de inmediato, dieron comienzo a la función.
Frente a un gran marco de público compartieron “En la orilla del mismo río”, primer tema que confeccionaron como dupla. Con esta letra de Teresa y con la melodía de Ana puede vislumbrarse la afinidad musical que comparten, aquella música litoraleña que llevan en su sangre. “Seremos canto que cantará a dos orillas el mismo sueño que sólo busca la libertad”. Este fragmento de la canción esboza la gestación de esta idea de juntar sus voces y su música ya que ambas fueron criadas a orillas del río. Teresa del Río Paraná y Ana del Río Uruguay.
“Llegó el día Tere”, fueron las palabras que soltó Ana Prada luego de este efusivo comienzo y que dejaron en evidencia la felicidad y la ansiedad que les despertaba esta presentación. Teresa también se mostró feliz diciendo que “esta casa significa mucho, yo soy madrina de esta casa”, en referencia al teatro N/D Ateneo. Y de esta manera continuaron con “Adiós”, un tema de Prada que Teresa incluyó en su último disco Otro cantar.
Desde el inicio se vivió un clima cálido y placentero con la propuesta musical que ofrecieron. A lo largo de la noche supieron transmitir aquello que les generaba este encuentro en el que las diferencias de estilo, de generaciones, de lugar de pertenencia supieron converger en un mismo fin, en un mismo propósito que es el de crear música y poder compartirla con sus seguidores. La sensacional interpretación de ambas, la conjunción de sus voces, la conexión de sus miradas y la hermosa música que las acompañó proporcionaron una mágica velada.
Teresa cantó “Como el río”, de su disco Otro cantar; y Ana compartió “Tentempié”, de su primer material Soy sola, con una destacada compañía del bombo y del piano. Más tarde, cantaron la chamarrita “Tu corazón con el mío” que hizo mover a todos los espectadores que, al igual que ellas, bailaron desde sus butacas y acompañaron con fervientes palmas este otro tema de autoría compartida.
Cada cantautora tuvo su momento dentro de la presentación para exponer y compartir sus propios temas con el público. Con un punteo de guitarra de Giuliano y con el sonido del acordeón, Teresa ofreció una increíble interpretación muy sentida de su canción “Tarumba”. Los aplausos no pudieron esperar al final de la misma y una fuerte ovación apareció al cierre para que la cantante correntina se emocionara hasta las lágrimas.
Otro de los temas que compusieron en conjunto fue “Para encontrarme en vos”. Si bien son dos artistas que brillan por separado como solistas, como dupla se complementaron a la perfección brindando calidad y calidez musical. Seguidamente, llegó el turno de “Cosido a mano y a medida”, que arrancó con la potencia de la voz de Teresa y siguió con la dulzura de Prada. Fue una dulce canción que proporcionó un emotivo momento en el teatro que quedó en total silencio.
Llegaría el turno de Prada que con “Soy pecadora”, tema que le dio nombre a su último disco, hizo cantar a los presentes. Continuó con “Amargo de caña”, que habla de sus pagos, de Paysandú.
La gran sorpresa de la noche fue cuando ambas contaron que en la misma madrugada del viernes 4 de agosto, día de la presentación, compusieron una canción mientras charlaban en la cocina de la casa de Teresa. Como les gustó mucho y les salía bien la querían compartir. Y de este modo se animaron a presentar “Parte de mi corazón” que fue muy bien recibida por el público. Cuando finalizó estaban sorprendidas, se abrazaban, reían y se agarraban la cabeza, no podían creerlo. Fue verdaderamente muy jugado de su parte, pero no porque recién la habían compuesto, sino por los matices de voces que ofrecieron.
Parodi presentó otro estreno que compuso hace muy poco llamado “Vuelvo”. Le comentó al público que ella escribe muchas canciones y que muchas le piden salir para llegar al público que es el lugar donde tienen que estar. Y, alusivo a su lugar de origen entonó un chamamé: “Retrato de un pescador”, de Ramón Ayala.
Prada protagonizó un momento divertido con su público al interpretar “La entalladita”, canción mexicana que popularizó Amparo Ochoa, una de las grandes voces de Latinoamérica como la definió Teresa. El público respondió con fuertes palmas por su divertida letra y, siguiendo con la temática, dio paso a “Tu vestido”.
Despidieron su emotivo y alegre espectáculo obsequiando una canción nueva de las dos. Presentaron a sus músicos y se saludaron emocionadas. Con una letra muy ilustrativa de lo que sienten las cantautoras cantaban efusivamente “y qué más quisiera que la música en el alma y tu amor en las trincheras”.
Como todos lo deseaban y esperaban volvieron al escenario con “Tierra adentro”, de Ana Prada y con “Esa musiquita”, de Teresa Parodi. Con las interminables demostraciones del público que no quería que culminara la función, Teresa y Ana debieron improvisar un final y cantaron nuevamente dos temas de autoría en conjunto que ya habían compartido minutos atrás. Pero esta vez ya contaron con los coros de sus seguidores que habían retenido sus estribillos.
“Vamos a tener muchas más canciones entre nosotras. Fuimos muy felices componiendo y compartiendo el amor por la música. Ana tiene tanto para dar… y yo también todavía”, compartió emocionada Teresa. Con estas palabras no quedó más para decir. El público emocionado a la par de estas dos grandes artistas las despidieron como se lo merecían, de pie y con una gran ovación en retribución a su entrega en esta noche inolvidable.
Nota: Belén Cordero
Fotos: Eduardo Fisicaro