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El pasado sábado, el conjunto Bermejo desató una gran fiesta en el anticipo de lo que será su nuevo material Bravío y superó por completo la capacidad de la clásica peña del barrio de Palermo. Lucio Argüello, Nicolás Argüello y Lucas Argüello fueron acompañados en esta alegre velada por los músicos Rodrigo Gozalves y los hermanos Gustavo y Javier Cisterna. La antesala estuvo a cargo del cantante Alberto Cao.
El comienzo del espectáculo estaba previsto para las 22 horas. Sin embargo, ya caída la tarde podía vislumbrarse una importante cantidad de sillas que abarcaban todo el salón y cada mesa tenía su reserva a la vista. Es que días antes de la función la totalidad de las reservas habían sido tomadas y hasta debió crearse una lista de espera. Y, de improviso, los asientos fueron ocupados y el lugar se halló desbordado de gente.
Sucede que este grupo ya había tenido una efímera presentación en el pasado aniversario de Peña Los Cardones en abril en la cual tuvieron muy buena respuesta del público. En aquella oportunidad prometieron un pronto regreso y en esta ocasión se dieron el lujo de concederlo con una dosis completa de su música.
Alberto Cao, intérprete de música popular argentina, subió al escenario a las 23 horas para dar inicio a esta velada con versiones de clásicos del folklore y del tango de nuestro país. En la antesala de la noche brindó un repertorio de lo más variado pasando por chacareras, cuecas, zambas y también tangos para los nostálgicos que se animaron a corear con “Naranjo en flor”, de Virgilio y Homero Expósito; y “Los mareados”, de Juan Carlos Cobián y Enrique Cadícamo.
El músico proveniente de Buenos Aires interpretó junto con su guitarra las zambas "Me gusta Jujuy cuando llueve”, “Volveré siempre a San Juan” e invitó a la cantante Karina Rosales para entonar “Balderrama”. Luego ofreció las cuecas “Calle angosta” y “La arenosa”; y las chacareras “Santiago chango moreno” y “Para los ojos más bellos”. El público acompañó con palmas y, para la despedida, participó en la elección de un tema a la carta. Los presentes pidieron un chamamé y Alberto entonó “El secreto”, de Antonio Tarragó Ros.
LA NOCHE DE BERMEJO
Se respiraba un aire de inmensa emoción y ansiedad. Sin demorar la fervorosa espera apareció el grupo Bermejo para regocijar a sus espectadores con el adelanto de algunos de los temas que formarán parte de su nuevo disco Bravío en el que se encuentran trabajando; y además, ofrecieron un breve repaso por canciones pertenecientes a los cuatro materiales anteriores (bajo otras formaciones) y un recorrido por otras de gusto propio de los músicos y por aquellos clásicos que atrapan al público en general.
Marcadas las 00 horas, frente a más de 200 personas, Bermejo irrumpió con el huayno “Todo tu amor” y la chacarera “Me alejo de ti”. Apenas inició el show algunas parejas se animaron a bailar. Tras este efusivo arranque los acordes de las guitarras y el suave sonido de los platillos marcaron el sutil inicio de la zamba “Adiós que te vaya bien”.
Una de las particularidades del espectáculo fue el ritmo y la dinámica que lo atravesaron ofreciendo un tema tras otro, incentivo que emocionaba más aún al público. De inmediato, llegó la primera presentación de la noche: “Janita de Tuna”, chacarera de Litín Ovejero quien estaba presente.
Todo esto abarca el quinto material discográfico que están preparando. Minutos antes del espectáculo Nicolás nos explicó el origen del nombre. “Nosotros tomamos el nombre del río y nos vemos muy reflejados en nuestras canciones; tanto en las zambas como en las chacareras que es cuando el río es torrentoso y en las canciones y baladas cuando el río viene calmo. Entonces en base a ese nombre hacemos homenaje y, siguiendo la temática, llamamos a este próximo disco Bravío”.
Bermejo logra llegar al público por el juego vocal que ofrecen Lucio, Nico y Lucas con interesantes arreglos y, además, por su formación musical con Lucas en la batería, Gustavo Cisterna -quien trabaja a su vez con Los Nocheros- en la percusión, su hermano Javier en guitarra eléctrica, Rodrigo en bajo y vientos; y Lucio en guitarra y charango. Sin embargo, hay otro tinte distintivo en ellos y es la pasión con la que viven esta profesión. Las palmas de los espectadores fueron una constante a lo largo de esta noche cargada de energía y potencia impulsadas por la fuerza y vitalidad con la que se brinda la banda arriba del escenario.
El público fue testigo de uno de los momentos más alegres con los ritmos que desataron una fiesta total en la que nadie paraba de aplaudir, silbar y bailar. Estrenaron un tinku instrumental de Rodrigo quien guió el compás con su quena y sus sikus y, en esta oportunidad, Nico tocó el bajo y Lucio el charango. Para mantener la euforia que se generó luego de este tema presentaron la saya “Muévete”.
No obstante, sin dejar de lado la fuerza que los caracteriza, a continuación dieron lugar a las zambas. Lucas, que además de estar en la batería cumple con el desafío de cantar a la vez, pasó al frente del escenario donde lo esperaba un micrófono para entonar junto con su padre Lucio y su hermano Nico una selección de zambas con “La López Pereyra”, “Zamba de mi esperanza” y “Luna tucumana”.
Brindaron también a tres voces una muy linda versión de “Cuando llegue el alba” y, más tarde, compartieron las chacareras “La del vino” y “Canta crespín”. Para seguir complaciendo a los presentes con sus pedidos invitaron a Litín Ovejero para interpretar la zamba de su autoría “El Anacleto del viento”.
El momento más emotivo se vivió en la presentación de la canción “Herencia” para la cual invitaron a otro de sus percusionistas Francisco Gramajo. En su letra queda plasmada la historia familiar de los Argüello. Trata acerca de las herencias que uno va dejando y llevando a lo largo del camino. Aquellas que son transmitidas de padre a hijo, de hijo a futuro hijo y así sucesivamente. Lucio proviene de Orán (Salta) y sus hijos Nicolás y Lucas nacieron en Buenos Aires. Pero sostienen que las pequeñas cosas de la vida que van inculcando los padres, estés donde estés, te va a hacer echar buenas raíces. Y este tema trata acerca del esfuerzo premiado y del no rendirse.
Justamente Lucas nos había comentado lo que sentía al trabajar en familia: “No hay mejor regalo que compartir el trabajo de uno, en mi caso con mi viejo y con mi hermano, y realmente te sentís apoyado de otra forma más allá de compartir los viajes y muchas anécdotas. Estamos muy contentos, muy felices”. Y Lucio, padre de los chicos, nos compartió su visión de que “esto es muy difícil y muy duro si uno es profesional. Cuando decidí rearmar la formación le expliqué eso a Nico y probamos, le gustó y ahora se sumó Lucas también. En el caso de Luquitas es más difícil porque el está tocando la batería y también está cantando. Es difícil pero no imposible. Con trabajo y con esfuerzo vamos consiguiendo cosas como la de esta noche con una sorpresiva convocatoria para nosotros”.
Casi llegado al cierre de la velada interpretaron con ayuda del público “Kilómetro 11”, “El rey”, “Suspiro de amor”, “Te vas” y un tinku llamado “Mal sueño”. Luego de esta seguidilla todos se pusieron de pie y comenzaron a cantar y a bailar al compás de “Pensando en ti” y de “Como has hecho”.
En todo momento el grupo hizo sentir a los presentes como principales protagonistas de la noche. Otro divertido gesto durante la función fue el canto personalizado para los seis cumpleañeros que decidieron compartir ese momento especial con la compañía de su música. Y, finalmente, sonaron “Carpas de Salta”, “La Cerrillana” y se despidieron efusivamente con la “Chacarera de un triste”.
Una gran ovación acogió a los músicos en el desenlace de esta velada soñada. Y ellos, en contrapartida, como buenos anfitriones de su noche se quedaron intercambiando palabras, fotos, autógrafos y saludaron personalmente a cada uno de los presentes.
Gracias a la cantidad de público la peña pudo haber resultado holgada pero seguramente más de uno se fue con el corazón henchido y contento. Y para todos aquellos que se quedaron con ganas de más, que a juzgar por lo que se escuchaba en cada mesa fue a la gran mayoría, Bermejo se estará presentando el próximo 8 de julio en Quílmes, provincia de Buenos Aires, y a lo largo de estos meses recorrerá distintas localidades del país.