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Víctor Torres, Guillermo Barnech, Gabriel Barnech, Nahuel González y Matías Demianuk son los integrantes del conjunto folklórico Los Pampas quienes mostraron su primer material discográfico Coplita de amor, frente a un gran marco de público el pasado viernes 18 de mayo en el Centro Cultural Resurgimiento, del barrio de Paternal.
La antesala del espectáculo se dio en la rústica cantina del lugar donde los espectadores fueron acomodándose en las mesas y en los cómodos sillones para disfrutar de un café y para apaciguar, charla mediante, la ansiedad que se notaba que les producía a cada uno de ellos esta presentación del primer disco de la banda.
Cuando a las 21.30 horas se abrieron las puertas la sala no demoró en llenarse. Incluso algunos permanecieron de pie, despreocupados. Pese al día gris y a la amenazante lluvia el evento resultó de gran convocatoria. Familias enteras, amigos, parejas y un puñado de alegres niños se hicieron presentes en esta noche tan especial para Los Pampas.
Todo estaba listo. Un enorme telón negro adornado con dos guardas pampas bordadas en color blanco que pendían hasta el piso de madera proporcionaba el fondo del escenario. Una barra con botellas y demajuanas de bebidas evocaban una antigua pulpería pueblerina. Y el mate como símbolo de otra de nuestras tantas costumbres se encontraba en mesas dispuestas entre las sillas donde se acomodarían los músicos para brindar su espectáculo.
Alrededor de las 22 horas la zamba de José Ignacio “Chango” Rodríguez “Luna cautiva” abrió paso al repertorio de una velada llena de sorpresas. Y con la compañía de las palmas de todos los presentes sonó “Santiago Chango Moreno”, chacarera con letra de Pablo Raúl Trullenque y música de Cuti Carabajal.
Sin demorar dieron paso a la presentación de “Coplita de amor”, una zamba del Chango Rodríguez que no supo tener la trascendencia que otras del autor sí la tuvieron. Antes de entonarla comentaron al público lo significativo que les resulta este título que lleva el nombre de su primer disco porque el amor es donde todos solemos refugiarnos en momentos de adversidad. Y así como cuando tenemos un mal día caemos en los brazos de un amor o ser querido o en la copa de vino de un amigo, a ellos como músicos les sucede lo mismo con la copla, que se transforma en el lugar deseado para refugiarse.
Más tarde presentaron los dos temas del disco que están compuestos por dos de los integrantes del conjunto. En primer lugar ofrecieron el tema de Gabriel Barnech “Vieja estancia” y luego fluyó la chacarera de Víctor Torres “Volver al pago”.
El momento del baile se dio con la zamba de Felix Dardo Palorma “La bandeña” en la cual una pareja bailó al pie del escenario con pañuelos celeste y blanco; y también con la chacarera “La añoradora”, de Víctor Ledesma y Cacho Valles. Los niños captaban atentos y alegres cada matiz de la noche y saludaban eufóricamente a los músicos quienes les respondían con guiños y sonrisas. Los gestos y las palabras, además de lo que lograron transmitir con su música, reflejaron la complicidad con su público.
Sonaron también en su repertorio otros de los temas que integran su disco como “Los sesenta granaderos”, de Hilario Cuadros; y “Oración del remanso”, de Jorge Fandermole, en la que conjugaron a la perfección sus voces para brindar una tierna y sentida versión en compañía del acordeón de Matías que guío la dulce melodía.
Víctor en voz y guitarra al igual que Nahuel y Gabriel, Guillermo en voz y bombo y Matías en acordeón fueron los encargados de una noche cálida y alegre en la que, además, ofrecieron dos estrenos. Ambos temas pertenecientes al Chango Rodríguez, autor que les despierta un gran respeto. Uno fue “Zamba de abril” y el otro “La flor del jazmín”.
“Si me voy antes que vos”, de Jaime Roos concedió el momento más emotivo de la noche. Una vez más la fusión de sus voces, acompañada por el charango de Víctor, fue la encargada de llegar al corazón de los espectadores que emocionados escucharon en total silencio. En contraposición, de inmediato la alegre melodía de los carnavalitos se hizo presente con “El avenido” y “El humahuaqueño”. El clima festivo animó a que se formara una ronda de baile frente al escenario que luego se transformó en un largo trencito que paseaba por toda la sala en el cual también participaron todos los niños.
La gran ovación que despertó este momento siguió cuando Víctor presentó con versos a cada uno de los integrantes del grupo Los Pampas esbozando con palabras las características de cada uno.
La sorpresa de la noche fue cuando apareció Ezequiel en el escenario, el sobrino de Víctor. Un niño de tan solo 2 años que, vestido con bombacha de campo y poncho, subió al escenario para deleitar al público haciendo percusión sentado en un pequeño cajón musical. Todos los presentes asombrados se acercaron para sacarle fotos. Fue increíble como seguía el ritmo y concentrado cerraba los ojos demostrando que sentía la música.
Ezequiel permaneció en el escenario para el cierre del espectáculo. Esta vez para zapatear al compás del mix de zambas que siguió con “Cuando el amor se va” y “Luna tucumana”.
La presentación debió llegar a su fin. Con tintes melancólicos, emotivos, alegres y festivos Los Pampas brillaron e hicieron de su presentación del disco una velada muy amena en la cual el público quedó muy a gusto y con ganas de más. Para el cierre, ante una sala que los despidió de pie y con interminables y cálidos aplausos, sonó la chacarera “La parecida”.