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La Endiablada, grupo compuesto por cinco jóvenes, cautivó con la interpretación de los clásicos del folklore argentino al público de Peña Los Cardones en la noche del viernes 24 de marzo donde también se hizo presente el grupo Sentires del Alma.
Una vez más, este grupo formado por Leandro Bonaura en la voz principal, Fernando Vais en guitarra, Emanuel Mendoza en batería y percusión, Esteban Cabrera en bajo y Alejandro Funes en guitarra eléctrica; endiabló al público presente con aquellos temas que forman parte del cancionero popular argentino.
La joven banda brindó un repertorio con versiones en las que quedó en evidencia su estilo musical, una apasionante fusión de folklore con una base rockera que los caracteriza de la mano de la guitarra eléctrica y del bajo.
Una peña repleta de espectadores recibió eufóricamente al grupo que comenzó su espectáculo con una seguidilla de zambas. “La López Pereyra”, “Zamba para olvidar”, “Agitando pañuelos” y, con la compañía de fuertes palmas, este estilo se despidió con “A Monteros”.
Más tarde fue el turno de las chacareras “La Sachapera”, de Cuti Carabajal y Oscar Valles; y la clásica “Hermano Kakuy”, con letra de Juan Carlos Carabajal y música de Jacinto Piedra.
La Endiablada, a través de su portavoz Leandro, se dirigió al público con gran humor a lo largo de la noche. Este matiz de comicidad y complicidad con los presentes ya se ha convertido en otro sello de la banda a lo largo de sus presentaciones que tienen como respuesta una gran convocatoria en todas sus funciones.
Promediando la noche llagaría el turno del baile y así fue como una señora del público se animó a subir al escenario y, con su pañuelo blanco, danzó al compás de una zamba junto a Emanuel, uno de los bailarines del grupo. Casi sin respiro, Emanuel hizo una demostración de zapateo.
El cierre de su presentación fue a pura potencia con la chacarera “Déjame que me vaya”, “Zamba de amor en vuelo”, “El escondido” y “Carpas de Salta”. Y, para finalizar de manera aún más alegre se retiraron ovacionados del escenario cantando “El borrachito”, tema que corearon todos los presentes al compás de las palmas.
La noche en Los Cardones había comenzado cerca de las 23.30 horas de la mano del grupo Sentires del Alma que lleva cinco años en el ruedo del folklore. Esta formación proveniente del conurbano bonaerense aprovechó la ocasión para presentar temas de su nuevo disco que se lanzará el próximo mes bajo el nombre de Un viaje a lo nuestro, Volumen 2.
En esta velada estuvieron presentes cantando chacareras, zambas y gatos Betiana Dos Santos en la voz principal y guitarra, su hermano Tomás Dos Santos en percusión, Miguel Chazarreta en guitarra y Maximiliano Sagliatte en primera guitarra y voz. Quien no pudo acompañarlos esta noche fue el quinto integrante Sergio Pardo.
Su espectáculo comenzó con las conocidas “Chacarera para mi vuelta” y “Gato del festival”. De inmediato, fue el turno de presentar un tema de su autoría llamado “Mucho más que amor”, corte que integrará su nuevo material discográfico.
Tuvieron la oportunidad de contarles a los presentes que mediante sus trabajos intentan mostrar lo rico y hermoso que es nuestro país. A través de sus letras y melodías invitan a hacer un viaje imaginario por los distintos rincones que conforman Argentina. Para comenzar este recorrido sonó la zamba carpera “Un viaje a lo nuestro”, tema que le dio nombre al segundo disco. “Como quedaron lugares sin esbozar en este segundo material hemos compuesto este tercer disco que llevará el mismo nombre bajo un segundo volumen”, comentó Betiana.
En su presentación, con la voz de Maximiliano al mando, rindieron un homenaje a los Tucu Tucu entonando “Anoche no dormí”. Luego realizaron un tema instrumental de guitarra de la mano de Miguel y, finalmente, se lució Tomás que con tan sólo 12 años de edad deleitó a los espectadores con el increíble manejo de los palillos en el bombo, instrumento que sobresalió también en el enganchado de zambas que regalaron al público con “Zamba para decir adiós” y “Zamba de mi esperanza”.
Se despidieron del escenario que hacía dos años que no pisaban a pura fiesta con “Chaya riojana” y la cueca norteña “La bolivianita”.