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Notas
CRÓNICA EXCLUSIVA


31/01/2012

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RECORDAR


La cantante y compositora Silvia Iriondo interpretó su proyecto Mujeres Argentinas y rindió un tributo a Leda Valladares el pasado viernes 27 de enero en el marco de un homenaje a Mercedes Sosa en la Casa Nacional del Bicentenario.

El Centro Cultural situado en el barrio de Recoleta abrió sus puertas el viernes por la tarde para que el público fuese testigo de esta emotiva presentación que contó como atracción central con la interpretación de temas de su último disco llamado Mujeres Argentinas, que lleva su segundo año de recorrido por diversos escenarios del país y del exterior en distintas giras en las que ha participado esta artista nacional.

La gran convocatoria asombró a la misma Silvia Iriondo que aguardaba menos espectadores por ser época de vacaciones. Pero la fuerte repercusión que tuvo su presentación hizo que el patio interno del lugar estuviese colmado minutos antes del comienzo. Fue así como el espectáculo que dio inicio alrededor de las 19.30 horas atrajo la atención de decenas de señoras acompañadas por sus esposos, mujeres de la mano de sus parejas, distintos grupos de amigas y madres con hijas adolescentes que aguardaban en silencio el inicio.

Algunos rayos de sol aún se escurrían en las altas paredes del lugar. Los músicos comenzaron a tocar sus instrumentos con la particularidad que los caracteriza evocando sonidos de la naturaleza como el vuelo de pájaros, el soplo de viento que movía hojas de árboles y el ruido de agua que corría. La dulce voz de Silvia dio paso al primer tema de la tarde: "Gringa chaqueña".

Este es el primer corte de ocho que integran la conocida obra Mujeres Argentinas compuesta por Felix Luna -en la letra- y por Ariel Ramírez -en la música- en el año 1969 y que retoma 50 años después Silvia Iriondo en este álbum. Trabajo en la cual se intenta representar el papel de la mujer de nuestro país a lo largo del tiempo, de su desempeño en la sociedad como ama de casa, trabajadora y luchadora. Un reconocimiento a aquellas mujeres que dejaron su huella impresa en la historia argentina.

Con imágenes de la artista Adriana Lestido proyectadas detrás del escenario fluyó la zamba Rosarito Vera, maestra recordando la labor de la maestra jardinera riojana Rosario Vera Peñaloza como importante educadora del país a principios del siglo XX. Otro de los reconocimientos se dio a través de la cueca Juana Azurduy.  Mientras se podían apreciar imágenes del Alto Perú el público escuchó atentamente un audio en quechua de Luzmila Carpio, gran cantante folklórica boliviana.

Junto con la caída del sol llegó el momento más emotivo de la velada cuando Silvia presentó uno de los temas más emblemáticos de la obra: Alfonsina y el mar, cuya letra está basada en el poema “Voy a dormir” en el que Alfonsina Storni anunciaba su muerte. Como antesala a esta canción el público pudo apreciar un audio con su voz presentando algunos de sus poemas en Colonia, Uruguay en el año 1930. Se proyectaron de fondo imágenes del mar y de Alfonsina. Federico Arreseygor en el piano y Horacio Hurtado en el contrabajo acompañaron con una melodía dramática la interpretación que se llevó el mayor respeto y los mayores aplausos de la noche.

Leda Valladares fue reconocida a lo largo del espectáculo por su trabajo, composición y dedicación. Esta cantante y poeta nacida en San Miguel de Tucumán en 1919 se hizo presente en la memoria del público con el huayno "Las obreras" y con la recopilación del noroeste argentino que se llama "Yo no tengo padre y madre".

La mayor ovación apareció junto con "La cocinerita", tema en el que se produjo un gran asombro al observar como Silvia y el percusionista Fernando Bruno interactuaron generando la melodía con instrumentos de cocina. El ritmo era marcado por fideos que se balanceaban dentro de grandes ollas y distintos recipientes de diversos tamaños conformaron los elementos de percusión.

El recital se completó con temas de otros grandes artistas argentinos como los hermanos Abalos con su "Chacarera del Mishki Mayu", como el gato de los hermanos Núnez "De negras y negros", y la cueca cuyana "Remolinos" de Manuel Tejón; canciones acompañadas por las palmas del público que se adelantaba al desenlace y pedía una más. Concediendo este pedido Silvia Iriondo y sus músicos despidieron la noche con la cueca "Ya me voy yendo", de Eladia Blázquez.

Este espectáculo de una hora y media de duración dio cierre a un ciclo de presentaciones que se llevaron a cabo en los últimos meses. Silvia se despidió con un cálido “hasta luego” anunciando que están trabajando en la producción de su nuevo disco que será dedicado a la obra de Leda Valladares y que esperan poder presentarlo pronto.


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