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Rodrigo Villareal en voz y guitarra base, Iván Vera en voz y primera guitarra, Juan Peñalva en voz y bombo y Facundo Rufino en voz parecen perderse entre las sombras que crea el telón blanco con la luz blanca de fondo.
La danza está presente con el ballet Nehuen, para “Sombra Herida”, una canción con aire de zamba que es el corte de difusión del primer trabajo discográfico de los salteños Canto 4.
El ND Ateneo, plagado de acento norteño -entre tías, primas, madres y amigos- apoyó la moción de este cuarteto de jovencitos que allá por los comienzos de los 2000 arrancaba suspiros a las chicas salteñas en la Vieja Estación de Salta y de boca en boca se perfilaba como la frescura musical que continuaría a Los Nocheros, o a Los Cantores del Alba.
La voz de Facundo recordaba en esas épocas al “negro” Ehizaguirre, y algunas muecas y estilos a los demás Nocheros en boca y cuerpo de los demás integrantes.
La voz grave de Iván Vera, arrancaba los gritos allá por la Salta de hace unos años, los mismos que ahora en el Ateneo se dejan escuchar en la platea repleta de fanáticos.
Canto 4 creció, y lo hizo no sólo musicalmente, sino en cuerpo y alma. Luego de salir ganadores de la Serenata a Cafayate en el año 2003, se mudaron a Buenos Aires y emprendieron un camino que fue directo al primer disco, Sombra Herida, el cual vio la luz en la sala del Ateneo el jueves 3 de mayo.
Entre el folklore que hacen, se dejan ver algunos caprichos musicales que no tienen que ver con ese estilo, pero que les queda bien, por los arreglos y el buen gusto en las voces.
Por momentos esas melodías, los aleja de Salta y los acerca a los Song by Four. Las chicas igual gritan, sobre todo cuando llegan los temas románticos, como “Nuestro Juramento” o “Voy a Volver a Buscarte” (un tema cuya autoría pertenece a Jorge Rojas).
Hubo invitados, como Cristian Palacios, locutor de La 100 y amigo, en “Hasta la Salida del Sol”, y Héctor Schmunk en el homenaje a los Cantores del Alba. El ballet Nehuen puso baile y sensualidad a los momentos más brillantes de la noche.
Durante dos horas de espectáculo, los salteños dieron cátedra de buen gusto, buenos arreglos y buenas voces.
Alguna vez Mario Teruel senteció allá por Salta que los Canto 4 iban a gustarle el día que consiguieran encontrar su propio estilo.
Por lo que se vio en el Ateneo, Facundo, Juan, Iván y Rodrigo, van por la buena senda.