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La cantante salteña presentó su tercer disco como solista La flor del comprendimiento en el Teatro del Viejo Mercado, en el barrio de Abasto. Un viaje musical íntimo y emotivo, que abarcó ritmos como zambas, huaynos, canciones, coplas y hasta una milonga.
Sin dudas, Melania Pérez es un nombre indiscutible de nuestro folklore y del canto popular latinoamericano. Su sólida trayectoria de más de 40 años -que tuvo puntos sobresalientes en Las Voces Blancas, el Dúo Herencia y el conjunto vocal El Vale Cuatro (dirigido por Gustavo “Cuchi” Leguizamón)-, quedó demostrada en el show que la cantante brindó el pasado jueves 5 de mayo en el Teatro del Viejo Mercado, en donde presentó los temas de su último trabajo discográfico: La flor del comprendimiento, acompañanada por el guitarrista Walter Vegas, Pablo Vignati en percusión y vientos, y Graciela Merelas en accesorios y coros.
En un clima intimista, ese que brinda precisamente el Teatro del Viejo Mercado en el barrio de Abasto, y con una sala dispuesta con mesas al estilo café concert, Melania Pérez dio comienzo al concierto interpretando una hermosa zamba de Arturo Dávalos, “La honda guatera” ante un público atento y silencioso. Durante todo el encuentro la salteña entabló una relación cercana con su público y se permitió contar historias y anécdotas de su extenso camino recorrido con la música.
La velada folklórica continuó con dos obras del compositor tucumano Pepe Núñez, “La vigilia de Damián” y la “Tonada de los compañeros”. Cuando llegó la hora de presentar el vals “Mi chola blanca” que el mendocino Jorge Marziali le compuso a la cantante peruana Chabuca Granda, Melania Pérez pronunció estas bellas palabras para el autor: “Jorge es un hombre comprometido que ha sabido cantarle como pocos al hombre de la tierra”.
Uno de los momentos más conmovedores de la noche fue cuando Melania cantó una selección de coplas norteñas acompañada con su caja chayera. Melania Pérez es la voz inmensa que interpreta, joven, a una añosa coplera, su canto dispara emociones, su sensibilidad arrastra historias de tiempos ancestrales. Su canto transmite las variedades y riquezas de la geografía americana, los olores del paisaje, los colores de las montañas y toda la fuerza del viento.
Promediando el concierto, la cantante presentó a Sara Mamani, autora del "Huaynito del olvido", una hermosa obra que en palabras de Melania es “un canto al amor”. Otro invitado de la noche fue el joven y talentoso bandoneonista salteño Emiliano Pérez, con quien interpretó la zamba carpera “Al sur del amanecer”.
Casi sobre el final, la cantante hizo su homenaje a la voz de chile, Violeta Parra, entregando “En una barca de amores”. Y luego pidió permiso para cantar una milonga del poeta Héctor Negro con música de Carmen Guzmán: “Voy”. Como último tema de la presentación, la salteña interpretó “La Celedonia Batista”, una obra que “Teresa Parodi escribió para dedicarle a las hiladeras”, explicó.
Imposible un final sin bises para esta noche llena de folklore y donaire. El público aplaudió y pidió “otra” dos veces y Melania ofreció en primer lugar “La baguala del alfarcito” y por último “La alejada”, de nada menos que Manuel Castilla y Cayetano Saluzzi.
Melania es un lujo para nuestra música popular, un tesoro riquísimo del mejor canto de nuestra tierra, y de eso dio cuenta el aplauso largo del final del concierto. Quienes la vieron y escucharon fueron privilegiados, podrán recomendar o revivir este espectáculo el próximo 19 de mayo en el mismo teatro del barrio de Abasto.