La novena jornada de Cosquín desplegó una luna roja. Es que el nacido en Cutral Co, salteño por opción llegó para revolucionar a la Próspero Molina. Con entradas agotadas, miles de fans llegaron desde todos los puntos del país para ver al ex Nochero.
Poco después de las 22:30 un grito masivo recibía a Jorge Rojas que enamoraba a la luna con “No saber de ti” o “Al borde del delirio”.
En seguida todo se hizo fiesta y no quedó nadie sin bailar al ritmo de “La vida”. El folklore se sintió con “Para cantar he nacido” y cientos de palmas acompañaron cada estribillo de la canción. “Es un placer cantar para ustedes esta noche”, aseguró Rojas, quien también señaló que “Esta es la fiesta más linda de la música popular, Cosquín es posible por ustedes, que recorren miles y miles de kilómetros para llegar hasta aquí”.
Con el Ballet Martín Fierro como primer invitado de la noche, las coreografías adornaron el escenario al compás de “Una zamba en el cielo” o “De esas que te hacen llorar”. Y como de baile se trataba la cosa, Lucio Alfredo y Jorge mostraron sus habilidades para el malambo al son de “La sin corazón” mientras la Plaza los ovacionaba.
Una guitarra estridente ensayó la melodía de “Back in Black” de AC/DC mientras Jorge movía la colita y todas deliraban. Él le aclaró a su padre “Te prometo que esto no lo hacemos siempre”. “Mujeres caprichosas, lo hacemos para complacerlas” sentenció y todas aplaudieron.
Con papel picado, globos y pañuelos de mano en mano, la fiesta siguió con Gustavo Patiño como invitado. Rojas, con el bombo legüero a cuestas compartió con el “Herederos del viento” y todos saltaron al ritmo del Tinku.
La celebración concluía con “Lágrimas negras”, “No te vayas carnaval”, “Sayera” y “Vuelvo”. Pero el público pedía bises y –con Dalmiro Cuellar como último invitado- no tardaron en llegar “Hoy me iré” y “Marca borrada”. Algo era claro entonces, Rojas dejaba nuevamente su marca en Cosquín, pero esta era, como desde hace años,imborrable.