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Guillermina Beccar Varela presentó anoche su último trabajo discográfico titulado “Guillermina ´Tango¨ Donaré” en el Centro Cultural Torquato Tasso.
Pasadas las 22 abrió la noche con una versión del tango “Qué tango hay que cantar” de Rubén Juárez y Cacho Castaña cuya letra reza: “Decime bandoneón qué tango hay que cantar…”. Imaginamos la respuesta del bandoneón: “Con esa voz, cualquier tango te sienta bien”. Es que era inevitable que Guillermina terminase cantando tango, su timbre de voz original, profundo y lleno de matices sintoniza naturalmente con dicho género.
La sorpresa y el disfrute que se percibía en el público presente no hacían más que confirmar que a Guillermina el tango le sienta bien.
El repertorio estuvo conformado por tangos de siempre como “El último café" (Cátulo Castillo - Héctor Stamponi ), “Nieblas del Riachuelo” (Enrique Cadícamo - Juan Carlos Cobián), “Cuando tu no estás" (Alfredo Lepera - Carlos Gardel), “A un semejante” (Eladia Blázquez), Flor de lino (Homero Expósito - Héctor Stamponi) y otros de compositores contemporáneos como “Te quiero Buenos Aires” (Edgardo Acuña - Oscar Pometti), “La tangués” (Rafael Amor), “Y hoy te vi”, (Eduardo Mateo), “Valsinha” (Chico Buarque - Vinicius de Morais), “De Buenos Aires Morena”, (Carmen Guzmán - Héctor Negro), “El pequeño vals de las quimeras” (Carlos Ceretti - Oscar Pometti) y “Urbano” (Edgardo Acuña), tema instrumental ejecutado por el quinteto.
El denominador común de todos ellos fue la bella poesía contenida en melodías que conmovían hasta las lágrimas. El momento más emotivo de la velada fue cuando interpretó la canción que le da nombre al disco “Donaré”. Antes, fue presentada por el autor de su letra (y productor del disco) Carlos Ceretti. La simpleza y la hondura de su letra más una melodía hermosa (Oscar Pometti), dan por resultado una canción, en la voz de Guillermina, que uno podría escuchar una y mil veces.
Guillermina fue acompañada por Edgardo Acuña en la guitarra, dirección y arreglos, Guillermo Ferrer en el contrabajo, Pocho Palmer en el bandoneón, Alejandro Sanchez en el cello, y Nicolás Ledesma en el piano. La orquesta acompañó con oficio y criterio musical, destacándose la ejecución del pianista por su soltura y creatividad. Fue invitado en la milonga “De Buenos Aires Morena” Gustavo Pometti, talentoso guitarrista que, según palabras de Guillermina, es quien la ayuda a acercarse cada vez más al tango. Y lo bien que hace, porque a Guillermina el tango le sienta bien.
Nota: Edgar Varela
Foto: Rubén Gobetti