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Notas
CRÓNICA EXCLUSIVA


27/09/2010

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RECORDAR


El pianista, maestro y cantante salteño fue autor de "Maturana", "Zamba del carnaval", "Balderrama", piezas que hasta el día de hoy tienen vigencia entre jóvenes y grandes. Es considerado uno de los creadores más impotante del folklore, junto a su cómpice amigo Juan Manuel Castilla. Cientos de homenaje hoy lo recuerdan, a una década de su partida.

¿Qué decir de este fenómeno de la música planetaria?. Cientos de composiciones dejó en la historia grande de la música. Grandes y fantásticas historias lo rodean. Un genio sin comparación. Argentino hasta la médula. Irónico y sapiente. Un sello lo distingue y ya lo hizo inmortal, que lo llamen: “el cuchi”. Donde aparece el “Cuchi” aparece el buen gusto, el respeto, el compromiso y mucha moral.   

Para recordarlo y revindicarlo por siempre, más eterno de lo que es y será, elegimos tomar algunos fragmentos del libro “A Solas con el Cuchi”, que el periodista salteño Humberto Echechurre escribió, consecuencia de una serie de encuentros con el Cuchi. 

El libro se terminó de imprimir en el mes de octubre de 1995. El libro tiene carácter de archivo, de recuerdo y de memoria, de una cultura, de un tiempo y un espacio especial.   

Echechurre cuenta: “Los últimos años me acerqué a su casa en la calle La Rioja, junto al periodista Rodolfo Ceballos y le propusimos hacer un libro sobre su vida. Al principio reaccionó con sorpresa, después se entusiasmó. Se abrió al diálogo, nos contó algunas confidencias de su vida. Sus hijos, sus amigos, el humor, su infancia, los políticos. La Salta de ayer y de hoy. El presente y el futuro del país, sus vivencias en otros lugares. Durante gran parte de las charlas, el Cuchi Leguizamón, en razón de su enfermedad, debió apelar con esfuerzo a su memoria. Por momentos navegó en imprecisiones y se explayó en superficiales temas. En otros, hábilmente esquivaba la pregunta y volvía a los recuerdos que él quería profundizar. Yo respeté las respuestas y, cronológicamente, busqué el orden adecuado. En síntesis, conversé –con el permiso de sus familiares- por espacio de varios domingos. El prefería ese día y un horario inusual. A las 13.30 y después que coma unas empanadas de la Ursula. Las mejores de Salta”.   

Echechurre agrega: “Quién no lo vio por su esquina preferida (Buenos Aires y Caseros), tantas veces. Sentado con amigos o con alguien a quien no conocía, que se acercaba para escucharlo. Y el Cuchi, con su simpleza, prolongaba la charla e invitaba a sumarse a la rueda informal y cotidiana”. Una invitación para nada despreciable: compartir una charla, una mesa con el Cuchi, sería como tocar el cielo con las manos. 

Echechurre continua: “A veces explosivo, pero frontal. Ojos vivaces y corazón amplio. Realmente era un privilegio sentarse a su mesa amiga para recorrer junto a él sus diabluras juveniles e ingresar imaginariamente a la historia literaria de Salta”.   

El periodista salteño, cuenta algunas anécdotas sobre él: “en una de sus clases, en el Colegio Nacional, su voz chillona y fuerte, rompió la coloquial disertación. 'En la puerta del cementerio suspiraba un esqueleto y en el suspiro decía por qué diablos me habré muerto'. Era el Cuchi capaz de sorprender la solemnidad de sus alumnos, dispuesto a entretener con sus charlas y vivencias y su particular manera de enseñar Historia”.   

A continuación se extraen algunos fragmentos del libro “A Solas con el Cuchi” y se los divide en partes.  

UN ACERCAMIENTO AL MUNDO DEL GENIO

 “El Cuchi Leguizamón, con su espíritu aventurero y su desenfrenada manera de vivir, será por siempre un comediante, más preocupado por el compromiso con su pueblo, que seguir aferrado a las luces efímeras del espectáculo. 

Sólo podemos decir que nació en Salta el 29 de setiembre de 1917, registrado bajo Libreta de Enrolamiento N° 3.948.705; casado en primeras nupcias con Ema O. Palermo. 

Nació a las once y cinco de la mañana y él destacaba que lo sabía porque en una oportunidad se hizo hacer un horóscopo, pero le dio rabia que mintiera menos que él e inmediatamente se puso a agregarle un montón de mentiras más. 'Desde entonces tengo una carta astral que yo mismo hice y es lo que podría decirse un autohoróscopo', recordaba. 

Tiene cuatro hijos varones: Juan Martín, nacido el 24/10/61; José María, el 5/7/63; Delfín, el 26/9/65 y Luis Gonzalo, el 19/9/67. Abogado de profesión, ex fiscal del Estado de la Provincia por méritos propios, diputado ocasional por avatares de la política y, fundamentalmente, creativo y músico de alma. Proviene de un apellido tradicional y de estirpe, cuyos antepasados instalaron en 1806 un comercio en pleno centro salteño. Los Leguizamón que siguieron también continuaron con suerte dispar en el rubro comercial. Pariente de los Arias Rengel, y de don José María Todd, gobernador en 1860, hijo de doña Tomasa Toledo y Pimentel, sobrina nieta del virrey del Perú”.   

SUS CREACIONES

“La nómina de las obras de proyección folclórica de Gustavo Leguizamón es muy extensa, aunque de acuerdo a antecedentes registrados en la Sociedad Argentina de Autores y Compositores de Música (SADAIC), ingresó a la entidad el 10/12/54, asignándosele para cuenta corriente el número 62.613-09 y como socio el número 9891. Además, tiene registradas en la entidad un total de 82 obras, de las cuales 54 son grabadas y editadas, 26 editadas y 2 grabadas”.  

AIRES DE SU TIERRA

“'Sobre todo salteño', decía un reportaje publicado en una revista del Centro Cultural San Martín, y ese título, en cierta medida definía una actitud del músico de volver presuroso a su provincia, cada vez que viajaba, para retomar el contacto con su paisaje, los amigos, el tiempo, las noches cargadas de estrellas, la charla y el vino.   

Periodista Humberto Echechurre:
¿Por qué siempre Salta?, le pregunté. Cuchi Leguizamón: Pero chango... existen tantas razones, pero te digo sólo una: todas las ciudades tienen olores, pero el aroma de Salta es único. Tiene una cantidad de yuyos secos que brindan un perfume increíble; el pan es otra de las cosas que perfuman profundamente el ambiente. Como es un producto caro, la gente humilde lo fabrica con excelente trigo en sus hogares. Con esta provincia ocurre algo especial, porque el trópico pasa por ella y la altura nivela su clima.   

P: En los últimos tiempos hasta el clima cambió, ¿por eso dice que hasta el cielo es trucho? 

CL:
No se da cuenta de toda la simulación que hemos hecho.


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