Daniel Vaca

No fue un día más para la vida de Daniel Vaca, el de la presentación de su nuevo material discográfico. El título del disco es “Un día como cualquiera”, un retumbo compuesto por Daniel Cañueto, que dice entre otras cosas: “Un día como cualquiera, me fui a buscar otro lugar, un país donde pueda yo hacer cosas, donde ganarme la vida, vivir”. “Es emocionante estar en este lugar que es como nuestra casa porque es nuestro entorno de trabajo. Es un placer presentar este trabajo. Es una doble emoción estar en casa con los afectos, los amigos, mi vieja, mi mujer y ver las caras de gente querida y todo eso se mezcla, se junta, se amalgama y es un placer. Todo es muy fuerte, el estar acá, cuando nosotros terminamos este trabajo allá por principios de año, fue transcurriendo el año, no había un panorama y fue pasando el tiempo. No es que haya perdido las esperanzas, y para todos este año paso rápidamente”, expresa Vaca, desde el escenario de la Unidad Cultural Don Carlos, en esta Capital Federal. Continúa: “Este fin de 2004 es encontrar la posibilidad de que este disco este a consideración del público es muy importante y es un minuto en que se conjugan todas las cosas”. En conferencia de prensa y rodeado de amigos, se lo vio feliz de cumplir un nuevo paso en su profesión. “Lo que decía mi viejo, cantando Luna Cautiva allá cuando tenia ocho nueve diez años la emoción conjuga todo eso y el haber aprendido un montón de cosas de gente grande que van enseñándote y yo tengo la dicha de tener muchos amigos en la vida y he empezado a cosechar grandes amigos, veo muchos rostros y hay dos personas que quiero nombras que son Shalo Leguizamón o mi amigo Mario Cabrera algunos de mas tiempo, otros de menos, pero no hace falta el tiempo para saber que con esa mirada está todo dicho”. Entre empanadas y vinos, Daniel Vaca contaba anécdotas: “Yo escuché a uno de los hermanos Teruel que decía en un reportaje que cuando Los Nocheros estaban formándose estaban buscando su perfil y lo consultaron al nombrador Daniel Toro y le dijeron: -Daniel, ¿a qué cosa le tenemos que cantar? y Daniel le dijo: - Hay que cantarle al amor en todas sus expresiones y formas, porque va a ser la carencia mayor que va a tener el hombre en el siglo XXI” y coincido totalmente que ese es el camino, hay que cantar al amor de los padres de los hijos, del lugar donde uno ha nacido y coincidiríamos todos si hubiera hoy mas amor en la familia, en los gobernantes, en el trabajo, en todo, creo que las cosas se resolverían mucho mejor”. El disco compacto trae doce canciones: “Un día como cualquiera” (Cañueto – El Cuervo) que es la que le da nombre al material discográfico, la zamba “La de Arroyito” (Cabrera – Vaca), el gato “Gatito para mi mamá” (Juan Carlos Carabajal), la clásica zamba “Luna Cautiva” (Chango Rodríguez), la chacarera “Herencia de Chacarera” (Torres – Godoy), el candombe “Mi secreto” (Mario Cabrera), el vals “Serenata del amor callado” (Altamirano), la zamba “Ya sé” (Godoy), la chacarera “Chacarera de la vida” (Shalo Leguizamón – Héctor Esteban País), la zamba “Alma” (Miguel Valenzuela), la chacarera “Sigo musiqueando” (Jorge Farías – Daniel Ibañez), la chacarera “Tiempos de chacarera” (Jorge Farías) e incluye un video clip del retumbo que le da el nombre al disco. “El disco es un canto al amor”, define conceptualmente Daniel Vaca. “Una vez alguien me dijo que era fácil cantarle al amor, que el cantor debía comprometerse, y esa persona no sabe, cree que cuando uno le canta al amor solo canta Amor Salvaje”, remata claramente hacia una dirección. “Esto no es una cábala, es algo que llevo permanentemente, y es la imagen del Padre Mario de Gonzalez Catán, donde vivo. Es mi guía, mi alma, en mi disco van a encontrar que todas las regalías estarán donadas a la fundación del Padre Mario”, informa Vaca. “Con Mario Cabrera nos juntamos y aparecieron unas cuantas canciones en papel, en borrador, tarareadas, con letra, que formaban parte de una obra integral que se llamara Canción de Gesta; zamba, chacarera y canción y dentro de estas canciones estaba Esa Mujer, que cuando la escuche por primera vez me conmovió, en unos días lo grabamos para escucharlo y hacerlo rápidamente, nos creó un sentimiento tan profundo que a partir de ahí se nos fue metiendo en la piel”, comenta acerca de la canción que Mario Cabrera le compuso a Eva Perón. “El año pasado en Cosquín no pudimos cantarla, nos dijeron que no era factible por cuestiones de tiempo. Pero fue positivo al final, ya que estará participando en el certamen de canción inédita en la edición del 2005 de este festival”, anuncia Vaca y remata: “No tengo temor de que me etiqueten. Tenemos un cantor enorme acá, íntegro que fue Hugo del Carril y la señora que estuvo aquí hace muy poco, Nelly Omar, ellos también fueron etiquetados y ojalá que algún día a mí me pase lo mismo”. Los músicos que acompañan a Vaca en este disco son (no tienen los nombres, sólo las iniciales): M. Jaimes en primera guitarra, J. Farías en segunda guitarra, O. Peralta en bandoneón, M. Valenzuela en el bajo, D. Ibañez y A. Campos en percusión. Como músicos invitados están Daniel Cañueto, Diego Gallo, Ariel Viale, “Bachi” y “El perro” (sic).