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Son jóvenes cantautores de diferentes lugares del país. Esta nueva propuesta, que además fortalece los vínculos de los artistas, logra una mayor visibilidad al sumar fuerzas y recursos.
El invento fue matriculado por el jujeño Bruno Arias, chofer de este colectivo que circula por espacios tan variados como sus propuestas. Entre sus pasajeros aparecen siete jóvenes talentosísimos como Hernán Bolletta (Miramar), Che Joven (Mar del Plata), Javier Caminos (Berisso), Federico Pecchia (Escobar), Pucho Ruiz (Santiago), Juan Pablo Ance (Tucumán) y Luciano Cañete (Lincoln), que en su trabajo en conjunto logran revindicar y oxigenar a la música de raíz folklórica con composiciones propias.
La última parada del Bondi Cultural fue el jueves en la Peña del Colorado. Allí su motor se puso en marcha impulsado por la fuerza de sus individualidades artísticas, acompañado por un público numeroso que se subió a este vehículo cargado de paisaje y cultura.
El primer tramo del viaje llegó con la potencia del pueblo mapuche en un homenaje de Che Joven, formado por los hermanos Pablo y Mariano Oroza Coliqueo. “Nuestro mensaje” y el recuerdo de su amigo Matías pusieron la lupa en las culturas precolombinas de America Latina al ritmo de loncomeos.
Mar del Plata le dio paso a Escobar. Ganador del Pre Cosquín 2010 como solista instrumental, el guitarrista Federico Pecchia la des-co-ció con arreglos propios y simplemente deslumbrantes de “Misachico de cangrejillos”, de Ricardo Vilca y “Carnaval del duende”, de Leguizamón y Castilla.
El talento era incesante. Ya era entonces el turno de Hernán Bolleta, que con “Memoria de Aalcaraz” y “Golondrina cautiva”, entre otros, desnudó una sutileza interpretativa y un gran carisma que seguramente crecerá con el paso del tiempo. Será cuestión de seguirle los pasos.
Diferente al resto, pero no por ello menos interesante, el santiagueño Pucho Ruiz le puso a la noche un repertorio sachero con temas que llevan su firma como “Clorofila”, “Miskyla”, y acompañado por Bolleta, Pecchia y Che Joven -resumen de los que ya habían actuado- viajó al futuro con “Chacarera del 2080”.
Luego, el que apretó el acelerador del Bondi fue Luciano Cañete. Recién llegado de La Pampa, su nuevo lugar en el mundo, reafirmó con creces el legado de su padre y el de los pueblos marginados de olvido al entonar “Curtiendo cuero”.
Con ese mismo compromiso y con una voz clara hasta el extremo, Javier Caminos fue otro de los jóvenes de esta propuesta que sorprendió. Las interpretaciones propias de “De adentro”, “Por mi tierra” y “Chacarera de un amor”, acompañadas por su hermano Manuel en vientos, marcaron su identidad, con las que aprovechó, además, para saludar a su madre presente entre el público
Pero todo lo bueno en algún momento termina. Bruno Arias se hizo cargo del volante y entregó “Mi locallito”, “Coya en la ciudad”, en una versión profunda segundado por Che Joven y Mariano Ponce en bombo, y estrenó la saya “Caminantes”, inspirada en el Sub Comandante Marcos del Ejercito Zapatista.
El escenario se inundó de talento y se reforzó el vínculo entre los artistas. Los integrantes del Bondi Cultural se abrazaron con “Chaca que machaca” y “Digo la telesita”, para terminar de consolidar a partir del trabajo colectivo un espacio de encuentro que revindica y fortalece, sin ninguna duda, a la música folklórica.