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De paso por Buenos Aires, el cuarteto empapó de cultura salteña con lo mejor de su repertorio. Aprovecharon, además, para dar a conocer su último disco que contiene cuatro temas inéditos. La versión de “Tú como las flores” resultó un hallazgo para sus voces.
Salta y el folklore siempre fueron de la mano y por la misma vereda. No resulta extraño, entonces, que entre un rejunte de cantores salgan grupos o cuartetos a probar suerte. Los legendarios Chalchas, Fronterizos -solo por nombrar alguno de los más felices- o los contemporáneos Los Nocheros, son algunos de los máximos exponentes salteños que sonaron, y suenan, a cuatro voces. Pero a mediados de los 90’ también hubo un cuarteto que hizo furor en la escena local: Vale Cuatro.
Aunque en su agenda escaseen las presentaciones por su provincia, Carlos Cáceres, Mario Mercado, Chaya Barrionuevo, y el reciente incorporado Enzo Roble, no pararon de girar (con más de 20 actuaciones) por los distintos escenarios del país en una agitada temporada festivalera.
Catamarca, Córdoba, La Rioja, Santiago del Estero y Tucumán fueron alguno de los tantos lugares que recorrieron antes de su visita a Buenos Aires, en un lugar tan salteño como la mismísima Salta: Los Cardones, una peña de encuentro, de folklore y tradición.
El miércoles, Vale Cuatro inició un íntimo espectáculo dibujando, claro, paisajes salteños. Así aparecieron canciones como “Cafayate”, de La Moro y Mario Teruel, y un bloque bien carperito compuesto por “Recuerdo salteño”, “La cerrillana” y “Carpas de Salta”.
En seguida nomás empezaron a rememorar los primeros años de su formación con piezas de su primer disco Quiero, como “Loco de amor” y “Así de simple”. Pero la primera interpretación que hizo silenciar los murmullos de la peña fue “Tú como las flores”, una zamba tan vieja como emocionante de Roberto Zapiola y Mario Gutiérrez incluida en su nuevo disco Vale Cuatro más cuatro.
Con “Mujer, niña y amiga”, Enzo Roble, la voz baja del grupo y la última en sumarse en las filas del conjunto, tuvo su momento de gloria entre el delirio de las mujeres.
Salta otra vez sería acunada con “Corazón de poeta”, del Yuyo Montes, y “Carnaval del duende”, de Castilla y Leguizamón. También se escucharon con fuerza “Gato pardo”, “La repiqueteada” y “Baila morena”, que puso de pie a la fiesta en una versión potente de la composición de Carlos Cáceres.
Sobre el final, y con el agradecimiento a un público que asistió a Los Carones para disfrutar de su música, Vale Cuatro cerró el telón de su actuación con “Amor fugaz”, del Chaya Barrionuevo, “Cuando ya nadie te nombre”, de Horacio Guarany, “El último”, del Yuyo Montes y “Romeo y Julieta”, de Javier Calamaro, uno de los tantos éxitos del grupo.
Así se coronó una actuación prolija que no dejó nada librado al azar, entre un público calido, comidas típicas del norte y una escenografía que por momentos nos hizo creer que estábamos en Salta, o al menos en la sucursal de Los Cardones en Salta, en plena calle Balcarce, en el corazón del folklore mismo y de entre casa.