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La Cuna de Poetas y Cantores nuevamente recibió a los artistas en el XIX Aniversario del Festival Nacional de La Salamanca, un evento con una creciente que cada año lo consagra como uno de los encuentros folklóricos más impactantes de la temporada vacacional que en esta oportunidad tuvo números de gran nivel que llenaron la cancha del Club Sarmiento, como lo fueron Jorge Rojas, Los Carabajal y Sergio Galleguillo.
Alrededor de las 22, el Coro Municipal, con el Himno Nacional Argentino y el vals Ciudad de La Banda, le dio paso un grupo de danza con color y trabajo que oficializaron el comienzo, en una noche con intermitentes gotas de rocío que amenazaron, como todos los años, con asustar a la fiesta.
La música comenzó con la juventud de Natalia Estefaní abriendo el juego con “Rubia Moreno” dejando para el final “Añoranzas” y “La Telesita”, momentos en que la gente de a poco iba llenando el predio, con su sillita en mano, ocupando algún espacio libre del césped del Sarmiento.
Alejandro Díaz, con “Zamba Machala” y “Escondido de la Alabanza” le dio el paso a Pura Sangre, de Zarate, Provincia de Buenos Aires, quiénes obtuvieron un espacio en el “Escenario Jacinto Piedra” a partir de la mención en el Taky Mosoj, competencia preliminar de nuevos valores realizado del 29 al 31 de enero en frente de la estación de La Banda.
El padre orgulloso, médico y ex jugador de básquet tuvo el honor de ver desde el escenario por primera a su hijo con el mismo nombre: Gustavo Chazarreta, en un encuentro emotivo con color, en que el heredero presentó la magia de su último material Esperanzando como “Chacarera para mi vuelta” y algunas canciones tradicionales como “Bajo la sombra de un árbol” y “Zamba del pañuelo”.
El gran compositor Marcelo Mitre homenajeó a Mercedes Sosa y a Don Sixto Palavecino y recorrió la amplitud de su repertorio como “Chacarera del Utis”, “Nuestra Tierra”, “La Criolla” y “Camino a Telares”.
La primera ovación de la noche fue para el humorista Marcelo Camuña, más conocido como “El Coto”, con un desempeño sobresaliente, no dejando aire entre chistes, provocando la distensión en el clima, que luego se tornó romántico cuando Jorge Rojas, concretó su regreso a La Banda, teniendo a cuestas miles y miles de seguidoras que gritaban con su sola presencia, cuando la multitud de serpentinas y fuegos artificiales anunciaban su llegada.
Su repertorio acostumbrado incluye calidad interpretativa, como también la danza junto a sus hermanos Lucio y Alfredo, además de una prolijidad escénica y el carisma de un cantor consagrado que durante casi dos horas, recorrió desde “La Vida”, hasta “Mi voz y mi sangre”.
Con los estigmas de los últimos años, la lluvia llegó sin avisar pero ni al Dúo Suárez-Palomo ni a la gente que sufrió durante la semana un promedio de 37 grados le afectó la bendición del cielo. Por eso Pedro Palomo y Morenito Suárez, con poncho en mano y con una que otra palabrota chispeante cantaron lo que los espectadores les gusta: “La Algarrobera”, “El pintao” y “Escondido de rezabaile”, siempre tras ese sonido tradicional, de bandoneón y guitarra, simple pero significativa.
Santiago Alvarado pisó por 13º vez el escenario de La Salamanca, recordando aquella noche cuando tenía 9 años debutando de la mano de Carlos Carabajal y Carlos Saavedra. Ahora, es un joven pero con una base musical impresionante, por eso se permitió innovaciones como “Chacarera del vinito”, previo desempeño de La Cruza, con bombos y danzas.
La interpretación de “Zamba de los mineros”, de Bruno Arias fue una puesta sin igual, sintiendo cada frase de la poesía de Jaime Dávalos y Gustavo Leguizamón, momento en que homenajeó a Patricio Giménez, fallecido integrante del Dúo Salteño, más una mención a la famosa cantante argentina: “Mercedes, no me dejes huérfano de tu alma”.
Pasadas las 4 de la mañana, Los Carabajal, profetas en su tierra, estuvieron durante una hora dando cátedra de chacareras a sus paisanos, que aplaudieron y fundamentalmente, bailaron por todo el predio las melodías de “Espíritu de mi tierra”, “Borrando Fronteras” y “Alma de rezabaile”, en una auténtica fiesta bandeña y madrugadora.
La noche parecía morir, pero lo que produjo Sergio Galleguillo a las 5.25 es casi inexplicable. Las vallas de las plateas se abrieron hacia la zona de prensa y allí, frente al escenario, como con Jorge Rojas y Los Carabajal, la multitud se agolpó para bailar y sentir en la sangre el febrero de la Chaya Riojana que el cantor transmitió, inteligentemente empezando con la chacarera “Que linda que es La Rioja” y luego, haciendo bailar a todos con “Amor prohibido” y “Solita y sola”, provocando una especie de “Peregrinos” del Dúo Coplanacu: al terminar la canción, la multitud se quedó reiterando el estribillo motivando a los músicos, hacer esa melodía una vez más.
“Estoy emocionado por ustedes y por lo que está ocurriendo”, expresó Galleguillo que también se dio el gusto de enamorar con zambas como “Fábula de amor”, “Zamba para olvidarte” y “La Taleñita”, despidiéndose de su gente a las 6.20 cuando el cielo comenzaba a aclararse.
El festival pareció terminarse pero aún quedaban Los Kijanos que con Ramón Lacube a la cabeza, desplegaron un repertorio de contraltos de la misma escuela de Walter “Coquito” Gómez, creador del estilo, con grupos como Los del Río y Los Santiagueños del Río, que se encontraba entre la gente admirando el desempeño de su discípulo.
La canción mundialmente conocida por Marc Anthony, “Si te vas”, fue una muestra de calidad por el grupo santiagueño que deslumbró con “El pastor” y “Mujeres divinas” para cerrar con “Perdona si t