Luego de su gran desempeño en el escenario mayor del Festival de Cosquín, Federico Pecchia, ganador del Pre-Cosquín 2010 en solista instrumental, estuvo a solas hablando con FolkloreCLUB sobre sus inicios en la música hasta llegar a la actualidad, a sus logros y sus proyectos.
¿Cuándo nace la vocación de ejecutar la guitarra?
Yo arranqué a los doce años a estudiar porque vi por la tele a un hombre tocando la guitarra y me llamó la atención. Mi madre me recomendó a una profesora en la casa de cultura de Garín, de donde soy, y arranqué de hobbie trabajando un repertorio de antaño, con Palito Ortega, Grupo Safari…A los 15, me entero de los Torneos Bonaerenses y me prendí con el grupo del colegio, y es allí donde me encuentro con el Folklore. Desde allí hasta la actualidad, comenzó una atracción por la música Argentina. Con la guitarra ya empecé a meterme en los escenarios. A los 19 empecé seriamente a estudiar en el Conservatorio Juan José Castro, en Martínez, con el profesor Jorge Labanca, concertista que me dio las herramientas para estudiar y ejecutar libremente el instrumento, quién me enseñó a comprender la cuestión técnica.
En tu ejecución se aprovecha toda la guitarra, la caja, la cabeza…
A la guitarra la siento diferente. De hecho, cuando te las venden, tienen distintas sonoridades por la madera; el aro y la tapa tiene distintos sonidos, entonces descubrí que había cosas para buscarle la vuelta. No soy pionero porque, por ejemplo, Cacho Tirao tiene esos arreglos; en otros países también, pero la cosa es que busqué mi sonido a partir del folklore.
Tu camino como artista se forjó acompañando a otros artistas…
A los 20 toqué con Ricardo Vilca. Él me rescató ya que, si bien estudiaba mucho, consideré estudiar otra cosa. Pero lo conocí en Humahuaca y me voló los sesos, su forma de hacer música, sus composiciones…me cambió la mentalidad, sobre todo en lo expresivo. Tuve también posibilidades de acompañar a jujeños como José Simón, Bruno Arias, y además en Radio Nacional estuve con Cacho Castaña…Ahora decidí abrir mi camino, porque tengo muchas cosas que decir, en música y poesía.
¿Desde cuándo te venís presentando en el Pre-Cosquín y qué cambios hubo desde la primera lucha hasta ahora?
Es el segundo año. El año pasado quedé descalificado en la sede de Capital Federal por la vestimenta, hacía 50 grados a la sombra y yo me fui con unas bermudas y unas sandalias de cuero, pero para el reglamento, quedé descalificado. Lo sentí injusto porque, encima, los jurados me dijeron que solamente esa fue la única explicación que había perdido. En un punto considero que por algo tenía que ser, ahora me siento más maduro musicalmente y siento que todo ese camino sirvió…
¿Cómo fue el nivel y la convivencia con tus compañeros en la semifinal y final del Pre-Cosquín?
En la semifinal, había varios instrumentos, muchos pianistas, guitarristas…Fue brava y escuché muchos que me llamaron la atención, chicos más jóvenes. En la final, había una flauta traversa, una quena, y otra guitarra además de la mía. Por ejemplo, con el quenista, el mendocino Cortés, tocamos juntos en la Peña Los 4 de Córdoba, es decir que había muy buena onda entre todos y era un honor competir entre nosotros, pero todo dependía del jurado.
Luego de ganar el Pre-Cosquín, llega el momento del Festival, abren el telón…¿Qué se te pasa por la cabeza?
Sentí algunas cosas a nivel emocional, pero no nervios porque los pasé todos en el Pre. Cuando me preguntan me acuerdo la primera etapa del Pre-Cosquín, la final entre los 4, esperar los resultados a las 7 de la mañana, fueron nervios, adelgacé inclusive un par de kilos pero ahora en el Escenario mayor, lo tomé como un regalo, del cual estudié mucho y trabajé para lograrlo.
¿Pensaste en grabar nuevamente a partir de esta experiencia?
Grabé ‘Paisaje interior’, que salió en mayo del año pasado. Lo que se está definiendo es si haré un disco nuevo con este momento nuevo que estoy viviendo, aprovechando la apertura de muchos medios de comunicación que se obtiene a partir de todo el sacrificio. El disco que tengo es muy nuevito y sería un poco apresurado volver a grabar pero las ganas están.
Si Cosquín fue un sueño ¿Qué te queda por cumplir?
El sueño que está sobre todo es poder trabajar de subir al escenario y nada más. Hoy tocar en Córdoba, mañana en Buenos Aires, pasado en Tucumán y así sucesivamente. Yo soy docente y siempre me dediqué a la música pero considero que cumplió su ciclo. El sueño mayor es bajar de un escenario y subir a otro.
Nota: Jorge Gonzalez
Foto: Santiago Lofeudo