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NOTA DE INTERÉS

25/01/2010

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RECORDAR


Luego de sus actuaciones, Néstor Garnica, Luis Leguizamón con Sara Mamani y la Negra Chagra, y finalmente, León Gieco con el elenco de Mundo Alas, atendieron a la prensa contando sobre sus actuaciones, sensaciones y proyectos.

Néstor Garnica

Nuevamente Néstor Garnica abrió una noche del Festival de Cosquín brindando un show entre la música popular santiagueña y lo latinoamericano, siempre con la elegancia y la capacidad de explotar al extremo los años de experiencia que, según sus palabras, tales virtudes son innatas: “He estudiado en Tucumán y en Europa, pero a pesar que alguien pueda aprender de los libros, el folklore nace en cada uno, más allá de la técnica”.

Un proyecto muy importante en su carrera es la de proyectar un concierto de música clásica, pero Garnica explica los motivos del retraso: “Lo estamos armando con un violinista de La Plata. Lo que pasa siempre que quiero volver a empezar con eso, se me vienen todas las actuaciones con mi grupo, nos costó mucho trabajo llegar donde estamos. Todo está en trabajo y ojalá este año lo presente en Buenos Aires y Santiago del Estero, que son los lugares que más acceso tengo”.

En el show del violinista bandeño hubo una invitación a la música latinoamericana con “Guantanamera”, por eso, Garnica explicó la inclusión de algunos temas del género en su próximo material: “El próximo disco, si bien uno hace folklore, el haber estado en otros países muy folklóricos como México, Bolivia, Chile da una apertura más latinoamericana. Además tendremos invitados pero no quiero dar nombres porque no están cerrados. Luego de nuestra gira por Francia en marzo, empezaremos con ese trabajo”.

Homenaje al Cuchi Leguizamón

El merecido homenaje se lo llevó el salteño Cuchi Leguizamón, fallecido en el 2000, en un escenario que jamás pisó pero gracias a su hijo, Luis Leguizamón, junto con Sara Mamaní y la Negra Chagra, su música y su nombre se llevaron el aplauso de los espectadores: “Vino Freddy –Martino- y me dijo: ‘Quiero que estés en Cosquín, con alguien más…te parece esto, esto otro…’. Genial. Conté con Sara, que la conozco desde la infancia y a la Negra porque trabajó con mi viejo dos veces en Europa y a quién le tengo un cariño enorme. Me pareció bárbaro hacerlo…”

“En el caso de Cosquín, cuando me encontré con Freddy, volví a casa con un poquito de bronca, porque…..y….es que es duro porque al viejo nunca lo trajeron. Pero a su vez, pensé, porque si yo puedo perdonar a un amigo que me hizo una trasteada, una también puede decir, a lo mejor, Cosquín está abriendo los brazos a otras cosas, demostrando el cambio del festival, haciéndome borrar la bronca dándome las ganas de cantar…Hoy, me sentí bárbaro…”, exclamó enfáticamente Leguizamón.

Luis junto con sus compañeras, desembolsaron un gran repertorio del Cuchi, como “Chacarera del Expediente” y “Chacarera del Zorrito”, entre otros: “En cuanto a la selección de los temas, hicimos chacareras instrumentales, coplas, “Canción de cuna para el vino”; yo hice una zamba y un carnavalito, una variedad entre todos. A mi hubiese gustado cantar dos horas, como todos los 29 de septiembre, cuando le hago un homenaje al tata en Salta, ahí canto una hora y media y me saco todas las ganas”.

León Gieco y Mundo Alas

Luego de un 2009 de trabajo profundo, el elenco de Mundo Alas comenzó la conferencia, anexándose después León Gieco, quién ha sido admirado por sus compañeros, tomando la palabra Carina Spina: “Gracias a él, maravillosa persona, tenemos estas oportunidades que no siempre se alcanzan por ser discapacitados…Todo lo que pasa con el mundo Alas, la película, la serie por el Canal Encuentro produce que se abran muchas cabezas, valorando el arte que los discapacitados pueden hacer…Si hay una persona que no puede caminar, puede hacer todas las cosas; una persona que no ve, puede hacer el resto, entonces no hay que poner hincapié en la discapacidad”.

Una de las más bellas exposiciones del espectaculo de Gieco fue la danza de Damián Frontera, sobre silla de ruedas. Él explicó su proceso desde su depresión de los últimos años hasta la actualidad. “Era un tema personal, conmigo mismo de autoestima baja, como cualquier persona normal pero el tema que, con discapacidad, ves lo que no podés y me quedaba en eso. Mi suerte fue encontrar la danza, como aliciente, como rehabilitador del alma y me costó mucho creerme capaz. Mi mensaje es que todos busquen en el interior ese canal artístico que lo conecta con la espiritualidad”.

León Gieco, impulsador del proyecto, no fue simplemente una figura de mente intelectual, sino que la convivencia lo sensibilizó en cuanto a pensamientos que, de los discapacitados, pudo aprender: “La discapacidad tiene algo maravilloso, ellos son gente que no llega a entender lo que son las cosas malas, no les interesan lo que a otros les importa. Ellos me enseñaron a ser una buena persona, más comprensiva y segura. Me siento a la par y de todos los conciertos que hago, es con ellos cuando estoy más tranquilo. Hemos formado una familia y este año haremos giras como el 4 de febrero en Alta gracia, el 6 de marzo, en Gálvez, Santa Fé y quizás, España e Italia”.

Nota: Jorge Gonzalez

Fotos: Santiago Lofeudo


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