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“La primera vez siempre es una emoción. Y es siempre como empezar. Empezar a pesar de nuestros cuarenta y dos años de historia. Porque como dijo Horacio Salinas en el escenario, nosotros nos formamos con la música argentina y estar en Cosquín, era para nosotros como una meta mágica. Más allá de toda posibilidad, al estar acá estamos realizando como niños el sueño de nuestra vida”, declaraba Horacio Durán en conferencia de prensa.
Con un repertorio que recorrió “Las venas abiertas de América Latina”, el grupo chileno Inti Illimani fue una de las propuestas más concretas y más sabrosas en lo que va del Festival. Con un repertorio que recorrió la Patria Grande, los hermanos trasandinos dieron una clase magistral de lo que es estar a la altura de un festival folklórico ya internacional. Por supuesto que como respuesta obtuvieron un enorme pedido de bis de la plaza, mientras Marcelo Simón los arengaba con una misma altura: la del compromiso, la de la seriedad y la de la firmeza de convicciones. En definitiva este festival es eso tal vez: la reafirmación nacional de las convicciones.
“Hay que decir que nosotros somos un grupo hijo de una época, de una década tremenda de transformaciones en todo el mundo. La época de Los Beatles, del Hipismo, de la liberación femenina, de la reforma universitaria y del nuevo cancionero latinoamericano. Entonces nuestra canción necesariamente tiene la marca de esos tiempos que en el caso nuestro de Chile, significó democratizar el cancionero popular, nuestra gran luz, por así decirlo, de todos los músicos, grupos de la nueva canción chilena, fue Violeta Parra y ella introdujo, con toda su complejidad a los seres humanos en los textos de las canciones, como de alguna manera lo ha hecho Atahualpa Yupanqui y lo habrán hecho otros en latinoamérica. Como lo cantó con tanta vehemencia nuestra Mercedes Sosa, pero los tiempos cambian, los problemas siguen y cambian los problemas también, para eso hay otros músicos y hay otros movimientos y nosotros estuvimos siempre muy felices por lo que se hizo acá en Argentina, tan contundente en lo musical, que luego se expandió entre los grupos de pop y los grupos de rock. Como una canción que también tenía un mensaje. Creo que el desafío de cualquier artista, como en el amor, siempre estar reencantando, zamarreando de alguna manera los corazones de la gente y ese es un sueño que se cumple, no se cumple, se cumple a medias. Nosotros por lo menos hacemos mucho empeño desde hace cuarenta y dos años, para que ese palpito joven en lo que hacemos, en lo que es nuestra música y como nos relacionamos entre los integrantes del grupo, sea algo fresco, algo que nos asombre en primer lugar a nosotros”, repasaba Durán frente a una treintena de periodistas.
Horacio Salinas, otro de los integrantes históricos, recordaba sobre Violeta Parra: “los músicos, los artistas solo hacemos canciones. Representamos, reflejamos, con mayor agudeza o inteligencia, menos o ninguna, lo que sucede en la sociedad. Somos una especie de síntesis en el mejor de los casos, con bellas canciones, claro, una voz de algo que esta. Si todo lo que el mundo musical hace y al cual nosotros pertenecemos, no tendría un pie sólido en la realidad, lo que hacemos no tendría ningún sentido. Volcamos a través de nuestros sueños una manera de entender y comprender que es lo que hay en el alma y que es lo que pasa a través de nuestros espíritu y que podamos cantar”.
Silvio Rodríguez declaró hace algunos meses que Violeta Parra, Mercedes Sosa y Atahualpa Yupanqui son el “oro de los Andes”. Una belleza de definición de la boca de uno de los más grandes artistas americanos.
“Violeta es una cosa increíble porque es un personaje increíble, en algún sentido también doloroso de nuestra historia, porque nos dejó muy joven a todo Chile y era una artista indomable, muy original. Yo creo que Chile, hoy día que es un país un poco más maduro, con una vida democrática sin sobresaltos, sin fuertes sobresaltos, tiene en Neruda, tiene en Gabriela Mistral, en Violeta Parra, sin dudas un sostén anímico, un sostén espiritual que a nosotros nos ayuda mucho en nuestra vida y creo que va a ser de nosotros un país democrático, cosa que ya es una gran conquista en el continente”, cerraba Horacio Durán, minutos antes de terminar la conferencia de prensa y subirse al micro que los llevaría de vuelta a Chile para ofrecer un recital el viernes, nada menos que a la presidenta chilena Michelle Bachelet.
Nota: Diego Vázquez Comisarenco
Foto: Santiago Lofeudo