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Notas
ENTREVISTA


26/11/2009

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RECORDAR


El cantor Juan Carlos “Chango” Castro, nacido en Santa Eleodora, un pueblo de General Villegas, en la Provincia de Buenos Aires pero erradicado en Junín, recorre en esta entrevista su historia musical hasta llegar a su reciente disco “Más Chango que nunca”, que presentará en La Feria de Mataderos el 6 de diciembre, y dos días después a las 19 hs, en el Auditorio de Radio Nacional.

Cuando se escucha el repertorio del Chango, uno descubre una línea tradicionalista ¿Cómo se origina esta inclinación folklórica y cómo nace el sobrenombre?

-Yo siempre digo que el estilo es algo natural, en este caso nací con la música. Ya desde los siete años comencé en las escuelas a andar con mi bombito, hasta que llegué a un parque de diversiones en Junín ganando un concurso. Allí el presentador me nombra como ‘El Chango del bombo’. A los 12 años actué compartiendo escenarios con Los Fronterizos y definitivamente, la niñez y la juventud terminó marcando un estilo que es hoy lo que se trasmite en el disco.

¿Empezó tocando el bombo y cantando?

-Si. Pero llamativamente, mi primer bombo fue mi pecho, es decir, como no tenía instrumento, golpeaba mis manos en el pecho y cantaba hasta que una persona de una agencia de venta de automóviles me regaló un bombo y seguí camino con él. Luego aprendí guitarra y continué por ese camino.

¿Su familia lo adentró en el folklore?

-No, pero ocurre algo anecdótico: a mi me cuesta andar con la guitarra en la calle y eso se lo debo a la persona que más quise en mi vida y que está presente siempre que es mi abuelo, quién decía que el que guitarreaba era considerado un vago. No me permitía eso y me quedó grabado. Lo que si recuerdo, es que había un vecino que con su Winco a todo volumen ponía el disco de Los Fronterizos.

¿Qué diferencia hay entre el folklore de la época dorada y la actualidad?

-Era otra época. Teníamos medios de vida, ganar un peso para poder vivir con el canto, se podía subsistir, por ejemplo en Salta. De martes a domingo había actividad pura de folklore, de familias y amigos y vivíamos felices cantando, pero ahora es una época distinta, imposible de retornar a esas cosas. El que quiera hacer algo de música y no tiene un trabajo, no podría pensar en la música.

¿Y en cuanto a lo musical?

-En esa época había tantos buenos conjuntos tremendos, como Los Fronterizos, Los Chalchaleros, Hernán Figueroa Reyes. Era una cosa terrible la calidad musical, además los compositores como Dávalos, Falú, Castilla, Lamadrid, Leguizamón, Thames, José Ríos, Burgos, muchísimos….Son ellos los que me inspiran a cantar.

¿Cuándo fue la primera vez que entró a grabar en un estudio?

-Fue en 1967 que hicimos un 33 simple. Pero después vino la etapa de la familia y fui dejando estas cosas. Pero los años me prepararon para llegar a este disco.

El Chango Castro grabó su segundo disco, pero el primero profesional, llamado “Más Chango que nunca” editado en 2009 con la dirección artística de Sergio Dorado, contando con la participación especial del salteño Raúl Palma. Tiene  un repertorio netamente tradicional, con la prioridad de rescatar a grandes autores como Atahualpa Yupanqui en “Zambita de los pobres” y “Payo Solá”, Perdiguero y Portal en “Estoy de vuelta”, El Chango Rodríguez con “De Simoca” y Horacio Guarany en “La litoraleña”, por nombrar algunos: “El repertorio se configura en lo norteño, un estilo que me identificó toda la vida. Ya desde el tiempo que empecé a cantar viene. Mi primera canción que aprendí fue “Zamba de la Candelaria” y la segunda, “El indio Muerto”, y fueron esas cosas, una elección que jamás cambié en más de 45 años de trayectoria”, explica El Chango.

¿Por qué su disco se llama “Más Chango que nunca”?

-Si bien empecé a cantar a los siete y tengo el sobrenombre desde los 12, me siento con el mismo estilo y la misma fuerza de aquellos años con la actualidad, siento que estoy en carrera y ya, más motivado con una serie de presentaciones.

¿Qué le dio la música a su vida?

-Todo, por ser reconocido, por estar metido en eso. La canción es una vida desde niño, en mi colegio no les importaba si sabía contar uno más uno, pero sí, cantar de escuela en escuela. Yo nací para esto y me siento bien siguiendo por este camino.

¿Cómo viene el progreso con el disco y qué expectativas tiene con él?

-Con el material venimos muy bien porque es la gente quién lo dice; ya está en Bolivia y en el norte del país. Y como expectativa, la idea es terminar lo que comencé, que no lo pude hacer por lo laboral y lo familiar…seguir cantando con el mismo entusiasmo como siempre. Ahora preparándonos para actuar en el Auditorio de Radio Nacional para el 8 de Diciembre y La Feria de Mataderos para el 6.

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