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Raly pateó el tablero y ahora deja mordiendo tierra. Restó guitarra eléctrica y batería para quedarse únicamente con guitarra criolla, bombo y piano. Así suena Radio AM, “uno de los mejores discos”, como afirma el santiagueño, que despojado de cualquier especulación grabó clásicos del folklore. Piezas que escuchaba en su niñez, entre el campo y su familia.
“Estoy feliz de haberlo hecho. En lo personal va a ser importante este trabajo, después no sé que es lo que va a pasar en la gente”, confiesa Raly Barrionuevo, quién acaba de presentar para la prensa porteña su noveno disco que incluye valses memorables como “Flor de lino”, “La Pulpera de Santa Lucía”, “Pedacito de cielo” y “Temblando”.
“Hay artistas que hacen estudios sociales para ver qué grabar y cómo la pegan, yo creo que esa gente tiene que dedicarse a otra cosa porque esto es arte”, contraataca el friense, mientras acomoda el oscuro poncho que descansa sobre su hombro izquierdo.
En aquellas guitarreadas familiares también aparecieron temas como “Chacarera del sufrido", de los Hermanos Ábalos, “La Atardecida”, de Castilla - Falú, “Zamba del Ángel”, de Díaz - Petrocelli, y ”Mañanitas Loretanas”, de Prudencio Giménez, entre otros, que en este viaje hacía el pasado lo obligan a explotar con buenos resultados la articulación de su voz.
“Son las canciones que uno escuchaba en la radio cuando pasábamos el tiempo en el campo y lo que se cantaba en mi casa. La bohemia friense de aquellos años cuando yo era muy chiquito. Y me pongo estas ropas (ver fotos) porque también quiero homenajear con mucho respeto a los viejos -su familia- que se vestían así para cantar”, cuenta Barrionuevo, y agrega entre risas: “Mi mamá se va a emocionar cuando me vea en Cosquín con este traje y las chicas van a estar todas muertas”.
Pero la elegancia no sólo está presente en la “pilcha” que luce Raly, sino también en el arte del disco. El talentosísimo Rodrigo Vázquez, otra vez, puso en marcha su creatividad para lograr un trabajo estético que parece de la época -años 60’ y 70’- y ajeno a un producto de folklore por el excelente resultado conseguido.
Radio AM es la primera placa en su carrera que el santiagueño no graba canciones propias, sin embargo asegura que no esta ausente el compromiso social que tanto profesaba: “Tiene una introspección muy especial. La historia uno la puede construir mejor para adelante cuando revisa su historia. Para mí es un paso importante para revisar mi vida y para seguir cantando para delante. No hay ninguna canción que agreda a nadie, ni que adultere ninguno de los valores que yo tengo”, afirma.
Para la presentación de este trabajo, Raly Barionuevo estará secundado por el riojano Luis Chazarreta (fue guitarrista de Chito Ceballos, Alfredo Zitarrosa y Antonio Tormo), su hermano Daniel en el bombo leguero y Elvira Ceballos en el piano, quién alternará recitales por su problema de salud con nada más y nada menos que Luis Gurevich. La banda power que lo acompañó siempre, y la que no piensa abandonar, girará con él siempre y cuando el tiempo del espectáculo se lo permita.
Este disco que parece del pasado, pero que suena en el presente, muestra al artista en su estado natural. Con sus olores, sabores y sonidos de aquella niñez que lo convirtieron en lo que es hoy, aquellos tiempos en los que, dice, aún el mundo no le dolía.